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domingo, 2 de septiembre de 2012

Cábalas para un tuit irreverente



    

    “Me tiraría ahora mismo a un minero o a un albañil”. Eso nada menos proclamaba el tuit. Ya se sabe que es absurdo querer aplicarle al Twitter los cánones valorativos usuales, porque tiene mucho éste de grito al vacío que nada persigue salvo el desahogo momentáneo. Ni mucho menos lo desprecio: a veces el Twitter parece el caótico fluir de las conciencias que transcribiera Joyce en el Ulises, ese río revuelto de rosas y de espinas, de diamantes y de basura. Es decir, que siempre esas aguas bravas, mayores y menores, arrojan alguna pepita de la fiebre del oro en estos tiempos.
    A ver, ese tipo de mensajes son frecuentes en el Twitter. La gente se embosca tras un avatar y suelta lo que le sale… de ahí mismo, que  ellos aseguran que les brota de otra parte de su cuerpo, pero que en realidad fabrican en su cerebro. Bueno, para esos desagües, además de para conocer a mucha gente que puede leerte, y para que personas normales alejadas espacialmente pueden entre sí comunicarse con una rapidez formidable, sirve el invento. Lo que llamó mi atención fue que el tuit de marras procedía de forma inequívoca de una mujer joven, elegante, inteligente y muy preparada, con una larga lista de seguidores en su estela.  
    
    Pensé primero: esto lo escribe un hombre y dices, bah, un botarate, y a otra cosa. Qué duda cabe que lleva implícito el tuit una reivindicación impetuosa del derecho a una sexualidad femenina en pie de igualdad con la del Hombre. Si tú, tío, tienes y aventas esas llamaradas de deseo urgente, igualito que tú las puedo tener yo y publicarlas tan fresca. Somos iguales, ¿vale? Por lo tanto transporta el tuit consigo un perfume genuino de rebeldía contestataria y de afirmación propia indiscutibles, y de censura al tradicional rol de ñoñería atribuido a la mujer.
   Conecta además a la perfección el tuit con l´air du temps presentes, con cierto discurso dominante que ya nadie censura,  dominado por la rudeza en la expresión, por lo gráfico y lo explícito de los términos usados, como los de las novelas porno para mujeres que arrasan ahora en las editoriales. Es, más que la expresión de un deseo real, como si la autora del tuit guiñase a la vez un ojo a sus seguidores, “véis, véis lo que soy capaz de poner, lo transgresora y heavy que soy, véis”.  Claro, puede uno también interrogarse acerca de si, en el afán por combatir el machismo cavernario, cierto feminismo rampante no ha devenido en la calcamonía inversa y penosa del mismo.
   
    Aparece así ese rol agresivo, preñado de violencia simbólica, que tanto se denostaba, ese “me tiraría”, esa cierta brutalidad propia de lo masculino en el enfoque, por la que es solo uno el que lleva las riendas de la situación sexual y que incluye la abierta cosificación del Otro. Observemos también el notable peldaño obtenido ahora en la carrera: si el súmmum de la transgresión en este terreno era el desaforado grito colectivo de las chicas al guaperas de turno ¡SANDOKÁN, CAPULLO, QUEREMOS UN HIJO TUYO! , en el que aún latía cierto instinto maternal en la explosión dionisíaca, aquí estamos ante el individual y responsable –en primera persona firmado- clamor por la pura pulsión sexual sin el más mínimo complemento que la adorne.
   Por último la concreta designación ¡profesional! , gremial, del objeto del deseo (minero, albañil) envuelve un más insondable misterio aún, no se sabe bien si de resabios clasistas o solidarios hacia los mismos. Imagínese que un gañán propalase algo como “me tiraría ahora mismo a una secretaria o a una telefonista”, qué no pensaríamos de él. En fin, que leí yo el tuit y quedéme del todo intrigado.



Post/post:gracias a  Juante, a Lola, a Winnie0, a Zorrete Robert, a Anónimo, a CLAVE y a Sonja por completar mi post con su reflexión, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.

11 comentarios:

MAMUMA dijo...

Podríamos decir que es una caso de discriminación.

Dafne Caligari dijo...

Pues a mí el tweet me parece una soberana bastez, que conste. Me daría igual que lo hubiera escrito un hombre o una mujer...

Un beso elegante ( o dos).

Winnie dijo...

...será por todo esto por lo que no tengo twiter ni facebook ni casi na' jaja Besos

CLAVE dijo...

Para mi que están mas de moda, los bomberos y policía, al menos eso es lo que yo veo por ahí, total que da lo mismo que lo mismo es, una soberana ordinariez...

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Un fenómeno curioso el de twitter, fui un poco reticente a adentrarme en su mundo, y eso que ya provenía de blogs y facebook, pero luego se le coge el tranquillo y te engancha irremediablemente.

Qué decir? me gusta, su inmediatez, su frescura, esa prontitud en arrebatar sentimientos y encajarles en 140 caracteres. Es la compresión de mil poemas y la comprensión también de muchas opiniones...o no comprensión.

El caso del tuiter en cuestión es anecdótico, todos ponemos cosas, a veces, que no dicen en absoluto lo que somos, dependiendo del estado de ánimo, ahí está la gracia. Fuera de lo cutre que resulte o no, está todo lo que he dicho anteriormente.

Yo me confieso fanática del twitter, me encanta.

Noumenadas dijo...

Estoy de acuerdo con la disección, que no sería tan inquietante de no estar tan estrictamente basada en un sofisma muy bien articulado por todos los políticos del "nuevo orden". Los hombres nunca fuimos los malos, pero "a sensu contrario", eso no justificaría una escalada de maldad feminoide con todos los parabienes y beneplácidos de la Isabel Gemio, basada -por otro lado- en la psoez y peripatética mariconización de muchos comisarios políticos y mamporreros de la PPsoe.

Hasta tal punto que son las propias féminas las que, de higos a brevas, hoy en día te asaltan con la preguntita cínica y cargada de sorna: "¿a que ahora los hombres nos tenéis miedo a las mujeres?"

No; si acaso miedo a los manejos políticos impunes y a la falta de crítica global, que se han hecho apabullantes. Y, en cualquier caso -volviendo al tema concreto- yo más bien creo que el tema de ser bordes para demostrar chulería y vanagloria, lo es más bien de hormonas y de hijoputez heredada de la que muchas hacen gala en sus procederes lábiles y abyectos. Para neutralizar esa imagen tan tóxica, siempre es bueno pensar en la Madre Teresa.

Saludos.

Anónimo dijo...

Joe que tío, ¿pero eres capaz de leer al Joyce ese? Yo nunca pase de la pagina 10, es que soy muy botarate.
Bueno al post, que tal si yo pongo; "me tiraría a una fregona o a una criada".
No se, no quedaría muy bien ¿no?.¡Ah! que ella es una titi y se lo permiten todo, pues hala a machorrear.
Saluditos.

Norma dijo...

ja ja me has hecho reir con tu entrada, un mo diferente de pedir un pachangou. Cariños

NVBallesteros dijo...

Siempre me ilustras... que tengas un buen inicio de semana

Lectora dijo...

Qué mal gusto la chica, habiendo jardineros jaja.

Es verdad eso de que algunas mujeres se dedican a imitar al hombre...claro que seamos sinceros, tampoco es tan raro teniendo en cuenta que la mujer lleva toda la vida escuchando que el macho es el no va más.
Pero si lo que tenemos que aportar a la humanidad, llegado por fin nuestro turno de réplica son las palabras gruesas y las rascadas en la ingle apaga y vamonos.

Lo del éxito editorial que comentas, pensaba no leerlo ya de entrada pero con todo el mundo alrededor hablando de ello es difícil, creo que al final los leeré como curiosidad sociológica.


Anónimo dijo...

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