Y allí mismo, en el sagrado prime time del Sálvame de luxe, en ese Templo de la reflexión, brindó Milá al personal una lección que nunca
falta entre los prebostes de la Casta
Lista. Se trataba en el fondo de cómo mejor vender la moto de su libro
nuevo, “Lo que me sale del bolo”, de
más que elocuente título. Montaba una vez más Milá, un poco a lo Carol
Burnett, su estrambótico show pacá-payá por el estudio, disertando
incontenible sobre su exitoso GH… ¡14!
y sobre las más íntimas interioridades del incomparable elenco que conforma la
alineación titular del Sálvame allí.
Entonces, antes de hablar de su
libro, Milá detuvo el tiempo desde el
centro mismo del estudio y, sin que nadie le preguntara nada, enhebró una vibrante
crítica antigubernamental a propósito de las víctimas de las preferentes, de
todo lo vergonzoso y denigrante que a ella le parecía el trato que esas pobres
gentes estaban recibiendo. Se rompió el estudio de Tele 5 en cremá de aplausos a la requisitoria
de Milá. Podía haber perorado sobre
la doctrina Parot, es decir, sobre
las víctimas de la ETA, o haber dejado caer algo sobre los ERES falsos en el mismo día en que andaba destripándose la
pestilencia de ese millonario fondo de reptiles, pero tenía Milá muy claro sus preferentes.
Claro, el efecto secundario de la verbal proclama –que a nada real
compromete- era inmediato en las conciencias, casi podía oírse allí: oh, qué
buena persona, qué solidaria es Mercedes,
cómo nunca ella se olvida de los de abajo, de los que sufren, de los olvidados,
qué hatajo de machos cabríos los del gobierno, qué sádicos ellos, qué
insobornable conciencia la de Milá,
qué guay ella.
Conseguía con esa calculada tacada ella enmascarar el fin primordial de
su intervención –“el-yo-he-venido-a-hablar-de-mi-libro que a ella le espetara Umbral- y presentarse como una suerte
de justiciera Robin Hood ante el televisivo Pueblo. ¿Qué perdía? El favor de
los hooligans gubernamentales, claro, mas con ese no contaba ya. ¿Qué ganaba?
El seguro aprecio de los afectados por los preferentes y, más allá, el amor
verdadero y eterno del Pueblo.
Fecha la heroica fazaña, ahora sí, ya se podía empezar a milanear sobre su libro, que “Lo que me sale del bolo” es. Y francamente, no me extrañaría que
muchos de los estafados de las preferentes, al clamor de esa comprometidísima
intervención, decidieran esa misma noche pero ya comprarse “Lo que me sale del bolo”. Menudas ínfulas, sí.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 27-1-2013
y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Demostrado Merceditas Mila experimentaba en sus primeros grandes hermanos con Gustavo Bueno aquellas ratomaquias eran para gloria de Satan, se come un niño cada noche y ademas pertenece a una banda armada separatista roja y judeo masonica.
ResponderEliminarhttp://www.rtve.es/noticias/20130325/cifuentes-vincula-plataforma-afectados-hipoteca-grupos-filoetarras/623823.shtml
Ostras, el anónimo, o es clon de Monegal, monaguillo endiabladamente progre y sectario de progrejuli, o lo imita, porque ¿qué sería de un progre sin su mimético y perrofláutico mantra del memento?
ResponderEliminarA lo que voy. El tal Monegal -critico televisivo, parece ser- comentó el otro día lo siguiente: "Merceditas llamó al novio de la chica de GH14 y le dijo que cómo pensaba casarse con ella en julio, cuando estaba de carantoñas con uno de los concursantes; es que el roce hace el cariño y tal; pero eso no, eso no se hace Merceditas, que es muy poco ético..."
Monaguillo progre: ¿y tú qué carajo te crees que la abyecta de Merceditas puede ofrecer a la progresía sino un brillante servicio de celestina madame meretriz palanganera, eh? Es que no se puede ser más cínico: progre y contrario al amor libre. Progrejuli show parece un concurso de abyectos.
Saludos cordiales.
¡Ah, que el novio cornudo y consentido, usado por la Milá, es de Valencia! Ese es el dato progre: de "Valencia", falla facha por antonomasia.
ResponderEliminarPermítaseme el inciso.