Vale, yo también me alegro de que a Vargas Llosa le hayan dado el Nobel. No tanto por el Premio, que a mí plín, como por hacerme rememorar de nuevo todo lo que uno disfrutó en tiempos leyéndole. La ciudad y los perros, La Tía Julia y el escribidor, Pantaleón y las visitadoras, Conversación en la Catedral me contagiaron el gusto y la querencia que en mí pueda haber hacia las palabras. No deseaba uno nunca terminar del todo esos libros. Hicieron mi escueto mundo mucho más amplio e intenso. Nada más lógico, pues, que sentirse agradecido hacia él, aun cuando el expresarlo sea ya en sí un poco ocioso. No se va a encontrar uno a don Mario mañana caminando por Berlín Park, que es el parque de mi barrio, para en persona decírselo. Las diminutas hormiguitas les somos perfectamente ajenos –salvo como números en su grandiosa contabilidad- a los Dioses y a sus olímpicas alturas. Quizás deba ser así. Por eso sostengo yo –con un énfasis digno de que el meollo que contiene mi approach revelara algo verdadero- que los fracasati únicamente debemos elogiar, con derroche caníbal de adjetivos encomiásticos, a anónimos fracasati como nosotros mismos.
¿Qué le gustaría al muá que Vargas Llosa hiciera ahora –mantengamos la ficción, mon amis, de que el mundo entero estuviera en vilo ante lo que ahora voy yo a decir- y que ni de coña el ya (como si antes no lo fuera) Peruano Universal va a hacer? Mandar el premio de las narices a tomar por retambufa, que se lo metieran por do les entre. La ceremonia esa debería resultarle vomitiva a todo escritor que se considere digno de portar sobre su persona el nombre de esa profesión. Era grotesco ver a García Márquez con el liqui-liqui y a Don Camilo y su frac, a San José Saramago tan entorchado, cada uno con su trouppe, (perfectamente absurdo recordar entonces lo maravillosos que algunos libros suyos son), que no cabían en sus EGOS infladísimos de gozo, venga a dar cabezadas y reverencias y genuflexiones sin fin, como endomingadas cortesanas, ¿ante quién? Pero, en todo caso, ¿no debería precisamente ser al revés?
Pero la ensalivada aceptación de los Premios –y más ensalivada cuanto más supuestamente críticos dice el premiado de turno ser con esta “injustísima sociedad- es una de las señas de identidad de estos tiempos que sobrevivimos: el Reinado de la Mugre.
No hace tantos años, por ejemplo, Woody Allen seguía tocando el clarinete en su antro de siempre, con su cutre banda de siempre, la misma noche que debía recibir el gran Premio, o Marlon Brando mandaba a una linda apache a recoger el suyo. No, no me imagino yo a Vargas Llosa enviando al pobre Guillermo Fariñas a leer el discurso de celebración en Estocolmo.
Amén de ser un extraordinario escritor y tener en el acervo de nuestra memoria los recuerdos imborrables de la lectura de sus obras, me congratula su Nobel por lo que significa en la defensa de la LIBERTAD con mayúsculas y de los Derechos Humanos.
ResponderEliminarUltimamente parecía que como no fueras un izquierdista de la cuerda, afín y loador de las dictaduras comunistas y bolivarianas, estabas vetado por el jurado de Estocolmo.
Da la sensación de que han recuperado el oremus perdido y han vuelto a la senda del sentido común y de la ética.
Felicidades a Don Mario.
Yo debo de ser extraño. Me gusta leer, y mucho. Pero tengo que reconocer que no he leído nunca un solo libros, ni siquiera una sola página de Mario Vargas Llosa. Por lo tanto no puedo opinar sobre si se merece, según mi parecer, el premio Nobel o no.
ResponderEliminarCreo que es el momento, que a mis cuarenta y siete años me ponga a ello.
Cuando termine mi primera lectura de alguno de sus libros, le podré dar mi opinión. Siempre, por supuesto, totalmente objetiva.
Un saludo.
Y sin embargo todo escritor que comienza ha ensayado en su espejo el grado exacto de inclinación a presentar frente a los reyes suecos procurando, eso sí, que su pompa quede a buen recaudo.
ResponderEliminarUn lector es una caricia. Muchos lectores son muchas caricias. Una cantidad ingente de lectores son cantidades ingentes de caricias, lo que deviene en orgasmo. Seguro. El Nobel.
Es verdad,Jose,lo verdaderamente importante de todo buen escritor es el pedacito de alma que te transmite.Esa,que añades a tu pequeño patrimonio personal.Esa que ayuda a apuntalarnos poco a poco al punto de aguantar los pequeños y no tanto embates de la vida.La que,a través de las pautas interpretativas que el autor propone,hace que cada uno vaya formando su propio universo creativo en la imaginación y en los sueños.
ResponderEliminar-Creo sinceramente que,al igual que muchos-ni mucho menos todos- a Vargas Llosa es lo que más le importa.Creo.(me encantó su "Lituma en los Andes" y alguna de las que citas)
Lo cierto es que todo ese tipo de solemnes ceremonias parece un peaje ineludible e inseparable para autores tan reconocidos.Así son todos los sistemas establecidos por esta sociedad tan impostadamente bienpensante.
Y,prácticamente,todos pasan por el aro.Seguramente,además,con la plenitud de la cuota de vanidad y orgullo satisfechos.
-Rendido honor,entonces,para los para nada fracasati que se orientan por los sencillos surcos de acogedores parques-ciertos e intuidos-en donde transitan todas esas legiones de hormigas no vencidas.
-Por supuesto que alabo la actitud clarinetil de Allen,pero,sabemos que son las excepciones.Por cierto,Woody ha tenido un bajón anímico importante.El reflejo dado en su película del año pasado "Si la cosa funciona" y el que muestra en la de éste,"Conocerás al hombre de tus sueños" es del todo elocuente.En tan poco tiempo ha pasado de la posible ilusión al desencanto más absoluto.Cuidado con esta película.Ruido y furia.¿verdad shakesperiana?.
-Seamos cautos y dejemos esperanza al blog.¿ok?.Te dejo que me estoy perdiendo el partido de la Selección.Hala,hala...
Saludos de Ángel o Roy como quieras.Y para todos también.
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ResponderEliminarCreo que fue con "La tia Julia y el escribidor" con el que me dió un ataque de risa. No sólo escribe bien don Mario, es gracioso y ocurrente como él solo. Qué suerte saber español para poder leerle.
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Coño, don Neo, ahora que nos lee nadie...sepa que usted y yo tenemos la misma edad. Un verdadero gusto, compartimos año de nacimiento, amén de otras cosas....
ResponderEliminarPor fin se hace justicia con Vargas Llosa, espero que se le bajen los humos a García Márquez de una vez. Recuerdo el impacto que me causó leer en bachillerato la Ciudad y los Perros, recuerdo cómo se me pusieron los pelos como escarpias y reconozco que cada vez que oía la palabra militar, me daba un respingo el estómago. Sí, se merece este Nobel y debe recogerlo con la cabeza muy alta.
ResponderEliminarNo sólo Güili Toledo ha echado espumarajos por la boca a raíz del Nobel de Vargas Llosa.
ResponderEliminarTambién Evo Morales ha soltado su deposición.
Gracias a todos por vuestros comments y por la información aportada
ResponderEliminarDon José Antonio, simplemente decirle que fracasati es el que no lo intenta, no el que no llega.. y me consta que usted lo intenta y lo hace muy bien :).. un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Don Tatus, otro para usted; verá, conocí a un Tatus, que era un tío estupendo que hacía estupendamente un montón de cosas estupendas (sólo que yo sepa): escribir, prestidigitación, atletismo, teatro,viajar, conversar...y bueno, que me gustaría que fuera usted él
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