Decíamos ayer que con cuatro millones y medio de parados, con tasas del 40% de desempleo juvenil, con el encarecimiento desbocado de precios que revela la inflación más alta de Europa, con la congelación de las pensiones contra el Pacto de Toledo, con la histórica rebaja en el sueldo a los funcionarios, con el marasmo de angustia y desesperanza que como una pesadilla se extiende por toda España, de hallarse un gobierno liberal-conservador al frente del poder con semejantes credenciales, no existe la más mínima duda de que la sangre y las barricadas atravesarían las calles. Más con un gobierno que hubiérase muy gallito ufanado encima de ganar ya mismo la Champion-li de la economía planetaria. Es que hemos visto ya hace años esa tirria desencadenada con muchos menos “merecimientos” contra gobiernos “fachas”.
Pues bien, la indecible fullería del socialismo gobernante consigue que sea precisamente contra los cargos electos de la derecha contra quienes ahora mismo la violencia física estalle. Es para pellizcarse. Debería estudiarse desde luego en algún observatorio de esos que se dedican a examinar los más estrambóticos fenómenos paranormales. Es a la vez también toda una lección de cómo maniobran unos y otros en política, de cómo encauzan y se mueven entre esas turbias aguas, de cómo orientan a placer unos el descontento ciudadano por muy al borde del precipicio que nos pongan a todos. Qué tíos.
A Pedro Cruz, consejero de Cultura murciano le han ahostiado –inevitable el acordarse, qué curioso, de las que jactábase hace poco de repartir entre sus fratellos el Big Gabilondo- de lo lindo el otro día: “fractura del arco cigomático, fractura del suelo de la órbita ocular y fractura con hundimiento del maxilar superior”. Sangres que tiñen de malva el amanecer, sí. La derecha murciana, acollonada, no sabe reaccionar, no está acostumbrada a esos usos y costumbres, apenas balbucea incoherencias. La derecha nacional se arruga y murmura dudosas quimeras. No se planta. No saca, como haría la Izquierdota, al Hombre Elefante –la cara dolorida de Pedro Cruz magullada y quebrantada, llena de vendas y mercromina- para ganar la batalla de la Opinión Pública y exigir protección e investigación. El gobierno central remata por él la jugada: es la víctima la culpable, es el PP quien quiere aprovecharse de la crispación, es la Derechona crispadora (como Gabilondo y Zp bisbisean por las esquinas) de siempre. ¡Im-presionante!
Difuminada queda, como casi siempre, la verdad esencial de los hechos: un minúsculo gobierno uniprovincial que decreta medidas de ajuste, similares a las de Zp para toda la nación, con principal responsabilidad de éste en las mismas, claro, la indigna y reiterada falsificación en sede parlamentaria de la lideresa socialista murciana al motejar, con pleno conocimiento de la infamia, de “sobrinísimo” al consejero, una sucesión de violentísimas manifestaciones bajo un mar de banderolas sindicales que pretendieron invadir la sede legislativa murciana, con la participación en las mismas de renombrados cargos socialistas, una personal persecución en algarada callejera y tirahuevos contra los cargos electos, una tumultuosa manifestación ante el domicilio familiar del presidente murciano, -¿existe precedente?-, una doble agresión a su hija, en fin, una bárbara agresión con puño americano y de desconocida autoría precisamente al grito mismo de “sobrinísimo” contra el susodicho Cruz, que de haber sido llevada a cabo por un borroka como terrorismo hubiera sido considerada.
Vaya tomándose, señor Rajoy, una tacita de este caldo tan rico, de esta variedad cultivada y ensayada con primor de veneno revolucionario en un feudo… ¡en el que gana el PP por más de veinte puntos porcentuales de ventaja en apoyos electorales! Tómeselo, que creo que le tienen preparadas dos tazas.
Murcia es demasiado pequeña, y da mucho asco. Y la izquierda recalcitrante tiene miedo de los resultados de mayo. Mucho miedo.
ResponderEliminarD. José Antono, recuerdo haber leído una cita de un escritor judío, víctima del nazismo, que decía –más o menos textualmente- “nunca nos perdonarán lo que nos han hecho”. No recuerdo el autor. Pero la cita la tengo grabada en la memoria, porque resume, de una forma desconsoladoramente lúcida, la intrínseca perversidad de las ideologías redentoras. Que hasta tal extremo son perversas, que la sola visión de sus víctimas, de aquellos que dan testimonio de su monstruosidad, no generan en quienes las profesan el más mínimo sentimiento de culpa, no digamos propósito de la enmienda, sino más odio hacia ellas.
ResponderEliminarNo se trata de hacer comparaciones, pero detecto en eso que llamamos progresía cierta tendencia a, lejos de reconocer errores y enmendarlos, atribuir la culpa de sus fracasos a la supuesta desafección de sus oponentes políticos, cuando no a oscuras conspiraciones planetarias, y a canalizar su frustración dirigiendo su ira contra quienes habiendo gestionado con más eficacia los intereses públicos, dejan en evidencia su fracaso.
Parece que algunos no perdonan a los populares murcianos el haberse ganado la confianza de los ciudadanos.
Un saludo.
Hoy tengo cierta prisa, así que sólo a vuela pluma le comentaré que los huevos no se incuban de una sola sentada. Hace falta paciencia, muchos culos muchas veces posados, la contribución de la sociedad, medios de comunicación vocingleros e insultantes
ResponderEliminar(en ambas partes), ineptos políticos...y un caldo de cultivo como el que tenemos.
Quien esté libre de pecado, tire la primera piedra.
Según se acerquen las elecciones, la campaña de acoso será cada vez mayor.
ResponderEliminarEse clima de violencia e intimidación, ese matonismo, es propio de la izquierda.
Y no se detienen ante nada y ante nadie: lo mismo apalearon al periodista Hermann Tertsch después de la gracieta de Wyoming, que machacan al consejero murciano, como antes agredieron a la hija de Valcarcel o a los populares en Cataluña.
El sectarismo recalcitrante de la izquierdona murciana es tan soez que resulta contraproducente con el sentido común y con la honradez.
ResponderEliminarSiempre he admirado la capacidad propagandística de la izquierda; ese desahogo en manipular y darle la vuelta a las cosas...
ResponderEliminarEs digno de estudio la soltura con la que, si es necesario, retuercen las libertades "en defensa de la libertad".
Atónito me quedo con esa falta de complejos con la que van a montar una mesa inquisitorial para cerrar los medios críticos...
No sé, igual es envidia, amigo del Pozo.
Un abrazo
Ni unos ni otros, lo siento, me da lo mismo que lo mismo me da quién haya sido el causante de este descalabro, que al fin y al cabo entre todos la mataron y ella sola se murió. No puedo creerme que no haya en este país nadie capaz de hacer las cosas un poquito mejor, siquiera que las deje como están. Es increíble.
ResponderEliminarSaludos afectuosos, José Antonio.
Las gentes de Rubalcaba, ante estas agresiones, dicen que sólo son culpables los autores; no decían lo mismo tras el 11M y días posteriores.
ResponderEliminarTiempos muy duros se avecinan.
A fuerza de mentir con la crisis económica, Zapatero perdió credibilidad, porque vino la crisis y nos aplastó. A fuerza de utilizar la falacia que convierte a la víctima en verdugo, si intentan reproducir estas acciones, también perderán, porque no estamos en el 36 y los medios de comunicación hacen pupa.
ResponderEliminarPor eso lo que más me preocupa es esa especie de CAC con el que quieren mutilar la libertad de expresión.
Un saludo J.A.
Y para colmo del asunto, el PSOE utiliza el asunto para culpar al PP y rasgarse las vestiduras. ¡Qué país, Dios mío, qué país!
ResponderEliminar-Supersalvajuan:es posible que el triunfo en las urnas sea sólo poder formal
ResponderEliminar-Churruca: extraordinaria frase y majestuoso y clarividente tu texto, que suscribo desde la cruz hasta la raya. Un placer y un privilegio leerle aquí, espero que no sea la última. Un saludo
-Cesar: la piedra ya se la tiraron hace unos años a Alberto Fernández, y le escalabró.Yo no comparto esa equidistancia.
-Natalia:saben que les conviene crispar. Un saludo. Me gustaría contar con su seguimiento en la lista de.
-Juante: y violentos, como en cada huelga de las suyas, demuestran
-Javir: no, envidia de lo malo no se debe tener, a mi juicio. Un abrazo
-Mercedes: a mi no me da lo mismo. Es sólo mi opinión, claro, y no soy incondicional de nada, y admito opiniones en contra, pero ahí están unos y otros, y sus gestiones.Tengo mis ideas y criterios. No soy equidistante, ni quiero quedarme al margen. Tomo partido. Si un escritor manifiesta ideas de izquierdas, es que está con el pueblo, es un artista comprometido. Si un escritor se razona liberal, o de derechas, me da igual, es un facha, está contra los pobres. ¡No! Una parte de la izquierda se cree naturalmente la personificación del Bien y creen que la democracia les pertenece en monopolio. Yo creo en la alternancia, en la separación de poderes, en los contrapesos al mismo. Y en enviarte también un afectuoso abrazo.
-Reinhard: tienes razón, ojalá se conozcan los autores.
-Candela: por supuesto, los medios de com son pieza esencial. Un saludo
-SCid: es lo que hay, amiga mía.
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