lunes, 28 de noviembre de 2011

Alberto Contador, un gesto revolucionario


     
      Sí, porque a despecho de una sociedad supuestamente en costumbres avanzadísima y de una postmodernidad tan líquida que todo lo sustancial lo diluye en el fangoso chapoteo de la telebasura -menos el escrupuloso pastizal que a brazo partido se pelea en las separaciones-, en asuntos de Amor diríamos que retrocedemos hacia una sociedad estamental. Todo ahora, lógica secuela de una legislación en apariencia protectora, es recelo, cálculo de haberes y deberes, suspicacia y celo extremo del vil metal. ¿Qué se hizo de aquel romántico sentimiento por el que un rico yogurín perdía la cabeza por una sirvienta, y a ella, contra todo, ligaba su vida, o por el que una chica de la alta sociedad se fugaba, jugándose en el envite el más dorado destino, con el trompetista pelagatos que se le cruzó en un antro?
       Cada oveja con su pareja ahora, vamos, cada cual con el de su rango. Se piensa así, se entiende así, se comprende así que a un galáctico corresponde por propio derecho… una galáctica. Cuántos chicos normales, con un don especial que les catapulta al estrellato y a los estratosféricos ingresos, abandonan a su novia de siempre, por creerse con pleno derecho ya, en su nuevo status, a lucir a su lado a una de esas aparatosas top-model, a juego con la mansión y el cochazo que ahora gastan. Igual ocurre con las chicas “famosas” de la noche a la mañana, dónde van a ir ahora, en su nueva y glamourosa existencia, con el modesto chaval de barrio que antes tanto llenaba sus ilusiones. No me pegas ya, lo siento. El sentimiento más elevado y noble es entonces sólo un lastre que debe diluirse por el desaguadero de las apariencias.
     
      Hace unos meses el internacional futbolero Piqué dejó a su novia –que la pobre había escrito un libro sólo unos meses antes en el que el defensa había estampado pública y escrita huella del hondísimo, y diríase que indestructible, Amor que a ella le ligaba- por mor de la galáctica Shakira y el waka-waka de sus caderas. ¿Qué harías tú?, te regurgita a la cara el populacho, envidiando y participando a la vez la plebe de esta nueva religión de los brillantosos escaparates, si censuras tú la desaparición de lo de Platón y lo de los trovadores perdidos en limpios amores.
     Por eso, cuando con tres Tour de Francia y muchos títulos más en la saca, más el multimillonario contrato que los mismos acarrean, el propio de lo que viene a ser un Amo del Universo en esta universal hoguera de las vanidades, que Alberto Contador haya decidido unir su vida a la de su novia de siempre, que se llama Macarena –que tiene ella un novio que se llama Contador-, que es una chica normal, normal para todos menos para él, claro, tras más de diez años de relación en los que siempre estuvieron unidos, que hayan celebrado sus esponsales en la iglesia de su Pinto natal, con medio pueblo acompañándoles a la salida, que van, del todo enamorados, camino de Roma  (amor al revés, ya sabes) en luna de miel, es de esas cosas, los vestigios de un mundo que ante nuestros ojos se deshace- que a esta nada interblogera le llenan de un raro júbilo, el mismo que le lleva a brindar en mi covacha por ellos, y a desearles a ambos, Alberto y Macarena, Macarena y Alberto, la más completa y eterna felicidad. 

23 comentarios:

  1. Y a mi que este chaval me cae muy bien!!!! Felicidades entonces....Besos

    ResponderEliminar
  2. ¡Brindo por la pareja!


    (Oye J.A., puestos a reflexionar sobre la miseria humana y que somos 'asín', esto tuyo de hoy casi me deprime más que aquellos míos)

    Saludos cordiales ;-)

    ResponderEliminar
  3. Pues que así sea, porque a mí también me cae muy bien.

    ResponderEliminar
  4. ¿Cual es la diferencia? que estas bodas duran para siempre,nada más.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Me alegro por ellos si es que el hecho les proporciona un mayor estado de bienestar psicológico. Me alegro un montón.

    :)

    ResponderEliminar
  6. No sabía que se había casado, felicidades.
    Que terminen así las historias de tanto tiempo, da que pensar. Seguramente en el mundo hay algo más que el materialismo y el que diran.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Igualmente me alegro de que se hayan casado, ya que además de excelente deportista se le ve buena gente. Así que felicidades y que les dure. Saludos.

    ResponderEliminar
  8. No me digas que los andares del ciclista, piernas abiertas, rozadas y amoratadas sus partes pudendas, inclinado por la cintura y de ella todo roto, le van a proporcionar el mismo glamour que a Casillas, con su verbo escueto, queasi franciscano, su barba de dos días, y sus palomitas mil veces repetidas urbe et orbe. No hombre no, a donde vamos a parar.

    ResponderEliminar
  9. Quedaría mucho mejor si las palomitas fuesen urbi et orbi.

    ResponderEliminar
  10. Vivan los novios.
    Saluditos.

    ResponderEliminar
  11. Para mi Alberto Contador. es un compendio de lo que representa el sufrido deporte del ciclismo.Espero que esta boda dulcifique los malos momentos pasado.Debido a las insidias de la prensa gabacha.un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Sí que hay los que cambian en cuanto huelen los billetes. Ahora sólo falta que le absuelvan de la acusación de dopaje ¡con 50 picogramos, que tiecojó la cosa! para que ya sea feliz del todo.
    Salu2

    ResponderEliminar
  13. bien...me nombran a shakira y ya no leo más nada...me revuelve las tripas...no le creo nada ..puro marketing

    ResponderEliminar
  14. Pues muchísimas felicidades para los dos y que esta unión sea para siempre, desde luego este chico cada vez me cae mejor!
    besines

    ResponderEliminar
  15. Bonita entrada, qué ejemplo de sencillez en su vida privada de quien es un ídolo público. Y qué diferencia con otros. Posiblemente la respuesta sea el viejo dicho francés... cherchez la femme.

    ResponderEliminar
  16. Buena entrada de post.
    Felicidades a los novios, en sus lazos unión.
    Besos de MA.

    ResponderEliminar
  17. Bonita historia de amor. Ójala dure para siempre.
    El sábado me voy a Roma, a ver si me los encuentro por allá y les doy la enhorabuena :)
    Saludos J.A!!

    ResponderEliminar
  18. Todos deseamos lo mejor para Alberto Contador y lo mejor para el debe de ser el haberse casado con el amor de su vida. ¡Felicidades! Este chaval le cae bien a todo el mundo, menos los gabachos, que tratan de hacerle la vida imposible.
    Saludos blogueros.-

    ResponderEliminar
  19. muy bonita esta entrada. muy bien escrita y contada. ojalá esto fuera lo normal y no la estulticia y vacuidad en la que se empeñan hacernos vivir en todos los ordenes de la vida. una vida sin valores ni compromisos.

    Alberto es un gran campeon en un deporte muy duro y exigente, lo se bien porque estuve federado muchos años.

    larga vida y mucha felicidad al campeon y a su bella esposa Macarena.

    un saludo

    ResponderEliminar
  20. Me haz puesto romántica !!!! espero que dure para siempre....


    Besos

    ResponderEliminar