Resúltase que, según va siendo ahora de público dominio, el ex-alcalde de la ciudad donde vivo, del partido de los socialistas él, entre un cúmulo de portentosas “hazañas” a cual mayor, -voto a bríos, lector, que un día con los pedrestes medios míos he de describirte yo su más sonada realización, lo que entre el vulgo se conoce ya como “La Talanquera”, que nunca vióse más horrenda mastaba edificacional, y por colosalísima que es más horrenda si cabe aún resulta, en la que enterráronse más de veinte mil millones de las antiguas púas- dignas sin duda todas ellas de ser recordadas por las generaciones venideras junto a las monstruosas deudas que por secula seculorum les ha legado, desvió para otros menesteres incluso las propias cuotas destinadas a la Seguridad Social que el mismo Ayuntamiento detraía mensualmente a las nóminas de sus trabajadores.
No debería quizás añadirse ni una sola consideración más a la bárbara astracanada del desnudo hecho en sí, salvo la penosa consideración, una vez más, de que, pasados cuatro días y dos telediarios, para la Historia de las Ideas, para la Historia en general, acaso para la memoria también de esas hipotecadas generaciones venideras que antes decíamos, quedará siempre el ilustre regidor progresista como ejemplo de hombre avanzado que abrazó con fervor ciudadano el compromiso con los ideales de los más humildes y desfavorecidos miembros de la sociedad, que peleó, como su estremecida conciencia humanitaria le exigía, a brazo partido por un mundo más humano en el que el hombre se reconciliara con el hombre, como un ilusionado soñador, en suma, de una sociedad para todos más libre, más solidaria e igual. Un héroe del Progreso, vamos.
Y enfrente suyo, claro, la nada interbloguera que uno es, -quién si no tú, amable lector, habría de tolerarme este desatado ombliguismo de fracasati, que de no desparramarse sobre un triste blog, dónde si no habría de vaciarse- por con esta saña resentida describir a ese filántropo, por los ideales liberales y patrióticos que también sin fanatismos a uno le mueven, para siempre quedará allá confinado en el bando de los implacables y cavernarios enemigos del género humano, aquellos para los que sólo rigen la ley del beneficio, la codicia y la insolidaridad más crueles y destructoras del Planeta, aquellos afines al servicio siempre de los poderosos y de los que más tienen, de los que no quieren sino esclavizar a los pobres del mundo y a los pueblos de la Tierra, perpetuando su egoísta privilegio. Un malnacido faccioso, yes.
Adelantado heraldo del radiante porvenir, colectiva conciencia previsora, orgánica inteligencia del Futuro en marcha según Guardiola&Trueba, el Partido propone ya a mi insigne ex-alcalde nada menos que para encabezar en la circunscripción las listas al Senado. Un lugar al Sol para él, tan opuesto al espacio de tenebrosas sombras de la Caverna, ni eso siquiera, de la mísera covacha bloguera en que el muá, carcomido en su resentimiento, patalea, ea, ea. Ah, el mundo es una barca, que dijo Calderón.
Mi querido amigo es que esta nueva clase social que se ha creado ya tiene ínsulas faraónicas
ResponderEliminarBesos
Santo varón!Pocero de las inútiles construcciones. Hacedor de la nada. Inútil! Como el 90%.
ResponderEliminarYo no sé que tiene el poder pero a todos los políticos los trastoca por igual!
ResponderEliminarBesines
Ya les queda muy poco tiempo para sus fechorías.
ResponderEliminarfeliz semana.
Caspitas, D. Ricardo...nos esta usted anunciando el Fin de los tiempos?
ResponderEliminarUno de tantos como en Madrid o Getafe... Da igual el pelaje, al final todos buitres.....
ResponderEliminarTe voy a reñir por eso de calificarte de la nada interbloguera, porque, a mi juicio, eres buenísimo escribiendo (prueba de ello el primer párrafo de hoy).
ResponderEliminarBesos
Por aquí hay uno (un alcalde, claro) que ha emprendido una marcha a pie hasta la capital, a ver si la Diputación les saca del atolladero en que se han metido: La compañía eléctrica les ha cortado la luz, el ayuntamiento no funciona (dichosa informática), al parecer el anterior se gastó la pasta en recursos judiciales que tenía perdidos de antemano, pero que pagaba con el fondo común de sus vecinos.
ResponderEliminar¿Y ahora? Menudo dilema, porque si le ayudan, el resto puede sentirse como gilipollas por cumplir sus presupuestos.
Hasta que no paguen las tropelías de su bolsillo, esto no tiene remedio.
Ya se donde vives, jajaj. De que te quejas, quizás algún día se representen tus obras en ese alma mater de la cultura Alcobendeña o como os llaméis los de Alcobendas, que coño, no lo se.
ResponderEliminarSaluditos José.
Tú te has propuesto que termine con una úlcera.
ResponderEliminarBuenas noches.
A ver si ahora que acá empinan las contiendas electorales, a mi me sale un texto como el suyo....
ResponderEliminarBesos