Y sólo por recrearnos un instante en este rara victoria del Amor sobre la Materia, y porque no sea tan fugaz la apacible brisa con que el alzado de su triunfo nos vigoriza el ánimo, intentemos reconstruir el crucial momento en el que, atrapada entre el vértigo inmediato de la Carne y el hondo campanilleo del Amor, tuvo nuestra romántica heroína, que por Jéssica Bueno atiende, que romper lazos con el bello Feliciano, pues el Amor de Paquirrín con más fuerza la llamaba. Cuenta la leyenda que le sobrevino entonces a Jéssica un rapto de inspiración y que ante un Feliciano atónito –oh, fulminante muerte súbita suya, infeliz Feliciano allí- arrancóse ella a cantarle algo que, de forma incluso para ella misma misteriosa, de muy adentro parecía nacerle:
“Perdona si te hago llorar, perdona si te hago sufrir... (y bien se ve desde el inicio la nobleza que Jéssica alberga, y antes que nada implora a Feli su compasión, conocedora de que la pena que causa el desamor es sólo comparable a la plenitud que el amor otorga) …pero es que no está en mis manos, pero es que no está en mis manos, me he enamorado, me he enamorado … me enamoré (que es Amor llama tan poderosa que aniquila otras partes de nuestra voluntad y parece en volandas arrastrarnos hasta que nos descubrimos prisioneros de sus redes, qué hermoso ese “me enamoré” como en inevitable derrumbe ante el milagro del Amor) …Cómo decirle que te amo (penúltimo balanceo de la heroica decisión, como si la apabullante corporeidad de Feli mantuviera su tentador reclamo para Jessi) …si él me ha preguntado, le he dicho que no, le he dicho que no (pues, por más que los enamorados parezcan becerros lerdos, conservan un átomo de razón y con lógica Paquirrín ha inquirido, queriendo conocer el terreno que él pisa, mejor dicho, que besa) Soy honesta con él y contigo, a él lo quiero y a ti te he olvidado (no caben medias tintas ya, y el estatuto de la realidad aparece con claridad definido, Paquirrín querido, olvidado Feli, poor Feli) Si tu quieres seremos amigos, yo te ayudo a olvidar el pasado (pasaje en el que vuelve a mostrarse la bondad intrínseca a Jessi, que ofrece reparación al estupefacto Feli, hasta hace un momento tan omnipotente él) …no te aferres, ya no te aferres, a un imposible, no te hagas ni me hagas más daño (casi podemos ver el más completo desconcierto en el rostro de Feli, incapaz de comprender lo que Jessi le está anunciando) Tú bien sabes que no fue mi culpa, tú te fuiste sin decirme nada, y a pesar que lloré como nunca, yo seguía de ti enamorada, pero te fuiste, y que regresabas no me dijiste, y sin más, nada, ¿por qué? No sé, pero fue así, así fue (y con qué dolida energía muéstrase aquí a las claras la naturaleza desigual de la relación que a ella ataba con Feli, montada alrededor del entero capricho machista de él, tan seguro de sus físicos poderes de seducción que a su antojo y sin explicación la trataba) Me propuse no hablarte ni verte, y hoy que has vuelto, ya ves, sólo hay nada… (espléndido el cómo en dos pinceladas compendia Jessi todo un tratado feminista sobre cómo “rehacerse”, cómo reconstruirse una ante el varón dominador, enarbolando la decidida voluntad, no hablarte, no verte, y ahora, qué creías, soy ya otra persona, entérate bello Feli: sólo hay nada, en fulgurante síntesis) Ya no te amo (definitivo rótulo sancionador de la realidad) Me he enamorado de un ser divino (enamorado, sí, en Amor vinculado con un ser que atesora atributos especiales, superiores a los tuyos, Feli, los propios del espíritu, los de la misma divinidad, porque sabemos también que así parece el Amado a los ojos de su amante, redondo, perfecto, divino) De un buen amor (de una amor atento y solícito, que nos hace a ambos mejores, en magnífica indirecta a ese otro “amor” egoísta, malo por egoísta, que antes ella le reprochó) Que me enseñó a olvidar y a perdonar (merced al cual pudo ella además superar el aguijón atravesado de ese amor desigual, que permite ahora, sobre la cima y la base de ese Amor declarado y explicitado, perdonarse primero uno mismo y ofrecer luego al otro perdón, el mismo perdón con que se abría este apretado vademécum sobre el verdadero y buen Amor, canción del Buen Amor, tras la cual se vislumbra que haría Feliciano mutis por el foro, mientras Jessi y Paquirrín, como en las pelis de Chaplin, desaparecerían de espaldas y hacia el fondo de la pantalla, entrelazadas las manos).
Me he reído muchísimo con el post...
ResponderEliminarEs bien conocida la lista de gente que se ha enamorado de ricos y ricas por su "personalidad" jajajajaja
Vaya, veo que te sabes muy bien la canción de Maribel, la amiga de Jorge Javier (sé que me entiendes, tú ves "Sálvame").
ResponderEliminarA mí no me gusta ninguno, Feliciano es un musculitos nada más, me parece un niñato caprichoso, y no me resulta nada guapo.
Paquirrín tampoco es mi tipo, no ya físico, que no, sino "intelectual".
De todas formas no creo que la chica se haya ido con Paquirrín por dinero, me imagino que Feliciano no anda en la pobreza.
Y el hecho de que Jéssica haya escogido al "Pantojo", ha debido hundir en la miseria al "bello" Feliciano.
Un abrazo José Antonio.
Jejejeje... Esta historia de Paquirrín, Jessica y Feliciano la pilla Sófocles o Eurípides y le hace un drama griego que te quedas espachurrao
ResponderEliminarja ja Excelente uso de la canción jaja Un abrazo
ResponderEliminarMuy buen texto, de pronto me sentí en la revista HOLA!
ResponderEliminarBesos
Ja Ja JA!!!
ResponderEliminarMe has hecho reír un rato largo.
En todo el texto- aunque largo como nos tienes acostumbrados- no pesa, se desliza con suavidad la pluma al ritmo de la canción.
ES QUE EL AMOR TODO LO PUEDE!
Un fuerte abrazo!
Menudo cambiazo de Feliciano al Pantojín jeje, eso sí, el chaval parece majo...romanticón te veo últimamente.
ResponderEliminarMuy bueno, José Antonio. Ya veo que estás muy puesto en amores. Ja,ja,ja
ResponderEliminar"Porqueyolovalguismo" quintaesenciado.
ResponderEliminarIdeal selección; estupenda reflexión.
Un abrazo.
Nada es como en las pelis de Chaplin...
ResponderEliminarSaludos!
La "niña de Rubalcaba te ha dejado tocado ó es qué estas enamorado? Ingeniosos y divertidísimos tus texto. Saludos
ResponderEliminarA la pi.., el Hola,
ResponderEliminarA la pi..., dices minutos y de más concubinas semejantes,
¡Que pluma rechazan si no cuentan con la tuya!, que has conseguido que me entere quienes son estos individuos
Un besote
Muy bueno este post José Antonio.
ResponderEliminarMe he reído mucho.
Saludos.
Buenísimo el post! Aunque... extraño amor éste, no?
ResponderEliminarbesines