No, no creo que vayan los Goya premiados de este año, por mucho que ante ellos el ministro Wert haya doblado la cerviz, en alegre cuchipanda a ofrecerle los laureles del triunfo a Rajoy en la Moncloa, como cuando Zapatero solían. Le pasaban el Goya a Zetapé y esposa, en freudiana y más que elocuente “transferencia” de éxito, hacían juntos unas cejitas y se fotografiaban luego estos con el busto del aragonés entre las manos. Va a ser que no con Rajoy, me parece.
Decíamos ayer que discurseó Coixet en prime time para la Uno al recoger un nuevo Goya. “Escuchando al juez Garzón”, su obra, escuchándola todos a ella entonces. (Ironías del destino cretino, apareció justo entonces un espontáneo en la Gala, voilá la foto y el gesto de la Sra, pidiendo… eso, ser escuchado, pero el servicio de seguridad restituyó pronto el Orden progre, llevándose en volandas al indocumentado) Va a hablar Coixet, al loro. ¿Dar las gracias al equipo, a los progenitores, a los amigos, a su Amor, como acostumbran los triunfadores? ¿Aventurar algo sobre las posibilidades expresivas del género documental? ¿Elucubrar acerca de la delgada frontera entre realidad y ficción que el documental permite? No. Tenía Coixet algo mucho más urgente que proclamar.
“El Tribunal Supremo puede apartar a Garzón de la Justicia, pero a la Justicia nada ni nadie podrá apartarla del juez Garzón”.
Así habló Zaratustra, que digo, así habló Scarlata O´Hara cuando aquello, en la boca de Coixet ahora. A mí me pareció al oirlo la continuación de la Carta misma de la Niña de Garzón que aquí glosamos. Idéntico tono elemental, idéntico fraseo sensiblero y maniqueo de ida y vuelta, el mismo candor de anotación adolescente y grandilocuente, sólo que en señora muy resabiada en publicidades ahora. “Nada ni nadie podrá apartar a la Justicia del juez Garzón”, fíjate, lector, cosas que yo ya te dije, pase lo que pase, averiguemos lo que averiguemos, el candado de la Consigna está más que cerrado. Aplauso general, claro.
Por eso al final de su breve speech en prime time precisamente dio Coixet las gracias… ¡a María Garzón!, “sin la que todo esto no hubiera sido posible. Tras la gala, tras los parabienes, ante la prensa remachó Coixet el clavo: “Sé que no es un premio a mí, es un premio a la Justicia Universal de Garzón”.
Y el estrambote final. Confesó Coixet allí mismo ante la prensa que el propio Garzón, desde el quinto pino del mundo en que en ese momento se hallara impartiendo Universal Justicia, que es lo suyo, había encontrado tiempo para remitirle un muy urgente mensaje: “Me han emocionado tus palabras, Isabel”. Acabáramos.¡Gable derrumbado ante Scarlata! ¡En esta sensiblería de telenovela boba acaba la Justicia Universal! A mí me recordó este detalle, salvadas todas las distancias, a cuando al final de El silencio de los corderos, llama Aníbal Lecter a una radiante Clarice Starling para felicitarla por su éxito y anunciarle una próxima cena.
Salvadas todas las distancias, ya digo, porque ni Big Garzón es Anthony Hopkins, ni Coixet es Jodie Foster. Por más que lo intentan. Es posible que Garzón esté dándole vueltas a la pelota para cómo plantarse en la Casa Blanca ante Obama y, de hinojos ante él, ofrecerle la cabeza de Goya.
Pero el GOYA no se parece a GARZON ¿no? (es por darle un tonillo de humor) Un beso José Antonio
ResponderEliminar¡Cuanta razón tienes! A mi hay una declaración-consigna que me martiriza día y noche: "Nos haremos oír en la calle, tomaremos la calle, arderá la calle"... ¡Miedo me da! Esta gente lo que no puede conseguir por las buenas o lo que las urnas les niegan lo toman por las malas; no pueden evitarlo, esta en sus genes ideológicos; es su manera de "entender" la democracia.
ResponderEliminarAndan preocupados y expectantes por el tema de las subvenciones, todavía no se atreven a asomarse mucho
ResponderEliminarUn abrazo
Y como el socialismo no conoce más justicia que la justicia social, es decir la que socialmente ellos aplican a los que socialmente no se ardieren al régimen, pues las leyes se las pasan por la parte que les interesa. La mas goyesca en cada uno
ResponderEliminarUn abrazo
El día que dejen de meter el dedo en el ojo a media España igual va alguien a verles...bueno tampoco, que salvo alguna rara excepción, sólo hacen merde.
ResponderEliminarAl Ministro Wert no le quedó otra, que sonreir y aguantar el tirón. Bien es cierto, que estuvieron muy comedidos, (me refiero actores y directores) porque aun no saben que va a pasar con las ayudas, con las subvenciones. Esperemos al próximo año, ya veréis como ya se desatan la coleta contra la derechota. Saludos
ResponderEliminarLo que me faltaba, se me perdió todo el comentario y era largo.
ResponderEliminarLo resumo:
- Garzón tiene derecho a tener amigos, porque también tiene enemigos. Stop.
- Quien no tiene enemigos es porque es un pagafantas o un juez que se acojona cuando le van con casos peliagudos. Stop.
- La Coixet tiene derecho a amar a quien le pete, pero no a utilizar esa tribuna para exponerlo. Debiera aprovechar para incitarnos a ver cine, a comentar las excelencias del docu-drama, o a agradecer a su niño, si lo tiene, el que se haya estado quietecito mientras rodaba.Stop
- Garzón, a pesar de todos los pesares, tiene aquí a un amigo, y en Villagarcía y en el País Vasco y en Chile ...bueno, en el Supremo no. Stop.
Y que a pesar de que algunos ingredientes no me gustan, la rosquilla final sabe bien, untada con mi licor café. Stop.
Había más, pero uno ya va viejo para recordar. Point final.
Es lamentable este apoyo que una suerte de personas da a un mal juez, y no lo digo por la sentencia del supremo tomada por unanimidad de vulnerar los derechos fundamentales de los detenidos, si no por lo mal que ha instruído siempre sus causas lo que ha hecho que en su mayoría se le escaparan vivos a los que detenía a bombo y platillo: caso nécora, un barco velero que detuvo en el puerto de Vigo que, según él, estaba lleno de coca y que después de desmontado no se encontró nada en él, el caso del Señor X. Muy curioso, de verdad.
ResponderEliminarSalu2
JiJiJi ayer querido maestro te deje un titulo de lo mas adecuado para remasterizar el docudrama de la Coixet, un poco largo y pienso que en el vez "del hombre... etc. Tendría que ser "El juez.... etc. Mira a ver si te puede ser de provecho, jiji.
ResponderEliminarOtra cosa, ¿No podrías quitar las palabras clave para demostrar que no somos robot?, es muy incomodo para tus amigos que comentamos y son innecesarias porque blogger tiene un sistema mejorado que estas cosas te las manda a la carpeta de spam. Solo es un consejo.
Saluditos.
Como siempre faltando al respeto a la inmensa mayoría de españoles.
ResponderEliminarPatético.
Saludos.
No vi la gala de los Goya, pero gracias a tu post ya puedo ver por donde fueron...
ResponderEliminarBesines
La amoralidad de la izquierda no conoce límites ni tiene empacho. Es absolutamente necesario en estos tiempos divulgar todas sus maniobras orquestales en la oscuridad y todos sus puercos devaneos anfibológicos como tú bien lo haces, amigo José Antonio. Yo hago lo propio en otros foros, pero insisto: urge que todo el mundo asuma que ser de izquierdas es "ser abyecto impune".
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Juan Carlos, porque se ha pasado un pelín, el juez Garzón está como está, pero de ahí a decir que la mayoría de sus causas están mal instruidas hay un abismo y es una leyenda. Todos los que trabajamos nos equivocamos más o menos. En esto, como en la Reforma Laboral, sólo hay que hacerse una pregunta: Con la inhabiliatación de Garzón, quién está más contento,el corrupto o el paisano que no tiene nada que ocultar? Ya sé que me diréis que gana la justicia, esa perra con los ojos vendados que cuando quiere mira por debajo de la venda para ver a quien está juzgando.
ResponderEliminarHe dicho y por tanto está escrito, aunque a nadie pueda importarle, añado, que entiendo que el juez sea juzgado e incluso entiendo que pueda ser condenado. No entiendo que nos podamos alegrar de ello y que no reconozcamos los servicios que ha prestado a la justicia, a veces más allá de las ocho horas lectivas. Todos sabemos que la justicia debe atendernos cuando la reclamamos, pero lo cierto es que no todos los jueces se involucran del mismo modo. Y me da un poco igual que sea para mayor gloria del juez, si me resuelve el problema.
"Según jurisprudencia del propio Tribunal Supremo (sentencias de 1996 y 1998), para decidir si existió prevaricación es necesario que la ilegalidad sea tan evidente que revele "por sí" la injusticia, el abuso, con el plus de la antijuricidad, por supuesto. Es decir, que exista una "absoluta notoriedad de la injusticia", "que se vea clara y patente, que no permita duda alguna al respecto". Más aún, dice la sentencia de 1996, que "sea tan patente y grosera que pueda ser observada por cualquiera". (S.G.D).
No sé yo si puede ser observada la injusticia por cualquiera en el caso de Garzón; la opinión, incluso judicial está muy repartida, aunque hemos de acatar que le correspondía decirlo a seis magistrados y la han encontrado clara y diáfana, la injusticia.
Así que nada más que decir, sino que no me alegro.
JA,
ResponderEliminarEso te pasa por ver los goya. Yo recibo la notica de tal patética ocurrencia de la coixet por esta entrada tuya. Para mi el cine español esta R.I.P. No veo una película de esta panda ni aunque me regalen la entrada.
Saludos