Dejemos, en fin, de momento a Don Pedro
Almodóvar, y al rutilante transtlántico que con él va, saquémosle el
pañuelo blanco en agradecimiento por alguna de sus obras que tanto nos
gustaron, y retomemos de nuevo el curso de nuestro discreto balandro.
Sí, a mí me parece que el blog de un anónimo –el de alguien con Nombre nave capitana es, pues acuden por sí solas las
gaviotas, y en bandadas, al reclamo del fetiche hipnótico que es la Fama- tiene
en cambio mucho de balandro, de uno de esos veleruchos de un solo palo, tan
frágiles de balanceo entre las aguas abiertas y turbulentas de la Ciberesfera, siempre amenazados de
quedar al pairo, siempre al albur de un súbito naufragio que dé con su
bastimento hacia el fondo de los mares, que es el morir del blog.
Y es que al ser embarcación obrada y botada por una persona, que con
cada post cobra el impulso necesario para no quedar varado y agrandar su
singladura, cada día, hoy, mañana, el
otro, los que vengan, cada uno de ellos, lector, está el blog expuesto a las
tempestades de los riesgos e imponderables que a cada individuo en la vida
misma asaltan: su salud –y la de quienes lo rodean-, su tiempo, su trabajo, su
inspiración. ¿Aprecian como es debido los Escritores Importantes –de las editoriales, mejor ni hablamos- el
mérito de los blogs, por los que no reciben sus autores, en mundo tan
pecuniario como este, mísero óbolo alguno? ¿No es ya emocionante en sí esa
dedicación, esa arrojada navegación siempre sobre la cuerda floja del horizonte
incierto?
De manera que es difícil no sentir ternura hacia los blogs de los don
nadie, ante el vibrante balanceo de esos balandros sorteando el fuelle
cambiante de los Vientos y las borrascas. ¡Y la melancolía corsaria que te
asalta cuando topas con un blog abandonado, su tesoro de palabras que brillan
más grandes bajo el agua, abandonado quizás por desánimo o por quebranto de la Fortuna! Cómo me gustaría entonces ser
el anónimo farero de esos blogs y llevármelos a un buen puerto, donde se dieran
al menos calor y compañía postreros, imprimir cada uno de ellos en forma de
libro y remitírselo a su dueño, con una anónima nota de gratitud por ese
trabajo no reconocido.
Pues quizás en esa naturaleza efímera y acrobática de los blogs, como la
de cualquier otra obra humana producto de una persona sola, condenada casi de
antemano al fracaso, resida a la vez el misterio y el encanto suyo, ya que
remiten a la misma similitud que con la propia Vida guardan, y con ella así se confunden. ¡Carpe diem! Sí, lector mío, y ¡Carpe
blogs!, que como agua entre las manos ya se nos escurren, y porfiemos los
anónimos bloggeros porque mañana, con el sol, con la luna y las estrellas,
pueda ese balandro echarse al ancho mar ciberesférico de nuevo!
Post/post: gracias a Juan Risueño, a Winnie0, a Javir, a Ocón, a Herep, a Mónica, a Hiperion, a Olga, a Von Manstein, a NVBallesteros, a Kayla por echarse estas sevillanas with me, por bloggear conmigo en domingo, y hacer así este blog juntos, GRACIAS.
Yo creo que Interné es una espesa y espuria cortina de humo, que le ha venido que ni pintada a los "corrutos" políticos y demás especímenes robaperas y robaconciencias. Algo así como una reedición pantagruélica -no prevista, pero sí muy anhelada- de oenegés con las que descargar culpas y responsabilidades.
ResponderEliminarPero hete aquí que el fenómeno trasvasa un simple planteamiento obvio como ese para incurrir de lleno en lo que yo llamaría "fracaso morrocotudo de la imaginada aldea global de McLuhan".
Es rigurosamente cierto lo que dices. Lejos de ser Interné un parque temático que pudiera propiciar la pluralidad y riqueza de pensamiento, resulta que inspira y fomenta todo lo contrario. El gregarismo de esos blogs de correveidiles con ínfulas (¡ojalá fueran gaviotas, pero mejor será dejarlo en gorriones y agachadizas!) es todo un indicio de que el fenómeno no tiene nada de aperturista y noble y sí mucho de caciquismo virtual y seguidismo sectario de la peor estofa, amén de altamente sospechoso de lameculismo del quince para eso: conseguir una pírrica ¿fama? virtual y triste, en revancha de la propia inanidad e iniquidad vital de quienes se ponen a rebufo de los capos de esos blogs de falsas pretensiones.
Pero el lamentable fenómeno de estos lamentables y superficiales tiempos va más allá: redes sociales, especialmente facebook, donde los acomplejados peperonis no pueden por más que admitir todo tipo de despropósitos (virtuales, cierto es) de los Sánchez Gordillo de turno, de los quemacuras y de los buscones de carne a cualquier precio. Por no hablar de la insoportable mediocridad de foros en general y de la inutilidad manifiesta de la información destinada a "arrojar luces divulgativas" sobre -por ejemplo- qué cámara, portátil, viaje trivago, low cost, vino (o novia klinex) es mejor que nos agenciemos. (Cuando la realidad supera ampliamente la ficción, jaja).
Aun así, y en espera de que surjan en el futuro estudios "ad hoc" sobre la materia, el ejemplo de tu blog y otros pocos es -desde mi humilde punto de vista- lo que salva a este inventito cibernético de la inexorable quema.
Un abrazo.
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ResponderEliminarMejor ser velero. No olvides lo que pasó con el majestuoso Titánic. Las gaviotas que acuden a ese Titanic por la fama, nada dejan, vuelan, y revolotean entorno al buque, pero no se paran, no dejan nada de ellas. Las gaviotas que acuden al velero, nada buscan y encuentran todo, se posan tranquilamente en su popa y dejan la belleza de su plumaje(unas más que otras). Esas gaviotas saben que el capitán de ese velero las contempla y las valora,por ello, esas gaviotas le serán siempre fieles a su velero, no le abandonaran por el gran buque , porque saben que es más dificil hacer navegar a un velero que al Titánic. Carpe Blog, Saludos. Buen lunes
ResponderEliminarJosé Antonio ¿puede ser mi blog una barquita varada en la arena y que sale al mar a diario y que la pintan los pintores en sus cuadros????? bss
ResponderEliminarNavegar con un nombre ser alguien aun siendo un don nadie es una buena manera de tener nombre en este ciber espacio de los blogs...magnifico tu post por cierto. carpe blogs amigo mio....Saludos.
ResponderEliminarJamás hundirnos.
ResponderEliminarGenial tu post.
salu2
muy buena entrada, jamas hubiera imaginado un blog perdido en el ciberespacio...cada que navegue y encuentre un blog varado dejare un suspiro tatuado en sus maderos....Besos
ResponderEliminar¡Sea, sea! vayan los balandros de los donnadies al ancho mar ciberesférico. Sea el mio uno más,aunque sea menos que más.
ResponderEliminarGran post. Un abrazo