Pues nunca, a mi modesto entender, se ponderará bastante el leso delito
por Javier Sardá acometido, que,
habiendo tan abundante talento en el interin de su magín, -como al mismo Doctor Frankestein lo asimila en el
Sabadell, qué nivel, Boris
cantarín- hubiera sobre todo de
canalizarlo él hacia la infecta Telebasura,
de cuyos pésimos males y modales para el envilecimiento del gusto y del
criterio de la audiencia –del Pueblo dirían
ellos, que tanto lo aman- fue él pionero ilustre e insigne Patrón a seguir, a
cambio, eso sí, de levantarse un inmenso dineral, vil metal que en ellos, a lo
que se ve, jamás de nada es culposo.
Post/post: gracias a NVBallesteros, a Mónica, a Cesar, a Herep, a Juan Carlos, a Winnie, a Fernando (gracias), a Maribeluca, a Anónimo por bloggear a mi lado ayer, GRACIAS .
Todos los crímenes tienen su castigo, sólo es cuestión de tiempo ¿ verdad? Saludos
ResponderEliminarUy...
ResponderEliminarJosé Antonio, no me avergüenza decirte que veo (que veo, porque a veces intento oír y no hay forma, chiquillo!) Telebasura. Hasta me defiendo con uñas y dientes ante las risas de amigos y familiares con la frase: "No soy tan importante para que hagan programas sólo para mí"...
Todo este preámbulo es para contarte que yo vi la "transformación" de Sardá.
Él no comenzó su Crónicas como programa telebasura, no, al contrario.
Era rival, por franja horaria, con el Mississippi de Pepe Navarro y, en sus inicios, era (o presumía) de programa serio en contraposición al otro. La basura estaba en la otra cadena... Pero, un día, terminó el programa de Pepe Navarro (mejor dicho: lo terminaron) y, como si de un monstruo que se va alimentando y crece, crece... fagocitó la basura del programa rival, convirtiéndose en un programa doblemente basura... pero que seguía enganchando con sus Po zi, etc.
Hoy, muchos de sus colaboradores (sobre todo los que no han terminado muy bien con él), dicen que todo estaba guionizado. Todo.
Sardá, en efecto, se ha hecho de oro.
De Boris para qué profundizar. Hace escasos días se le veía mover torpemente el esqueleto junto a Isabel Preysler en el recital que dio su hijo (una vez que tito Miguel Boyer está ya en casa).
¿Y te preguntas qué hacen esos dos haciendo publicidad?...
Inflar sus cuentas, José Antonio.
Inflar sus cuentas un poco más.
Los tiempos son malos... hay que cuidar que la gente no se olviden de su imagen, pero sobre todo, el bolsillo.
Un abrazo y perdón por el "ladrillazo".
nunca he visto el programa, pero por supuesto que acá también tenemos ese tipo de programas...
ResponderEliminarBesos