Libertad del blog

   

   Pues resulta al cabo el blog, este invento, este mínimo globo amarillo surcando los abarrotados cielos ciberesféricos, nada menos que el territorio en el que se inscribe mi libertad. Es el blog la fórmula mágica que me permite expresarme y soñarme mejor de lo que soy, el envoltorio que da cauce y razón a mi alma escindida, atormentada a veces en el debatirse entre el análisis y la pura creatividad, el que me posibilita desarrollar todo y sólo lo que mi propia autoexigencia me ordena, sin otro dueño ni amo que ella. Y si una mañana me levanto político, solícito me acoge, si me despierto cinéfilo, propicio bajo su lona me cobija, si es mi andar ese día poético, su espíritu grande también me lo soporta.

   

    Es así Mío blog el ámbito dorado e ideal que mejor puede mostrarme en mis variados poliedros, a los que el yo consciente mío, a través de una escritura propia, procura dotarles del sustrato de un humus idéntico que preste una similar coherencia a todas esas facetas, que a todas de alguna forma entre sí enlace y vivifique, y que tampoco son tantas.

      

    Sólo la autoexigencia me ordena, sí, y lo hace para no ponérmelo demasiado fácil, para que yo mismo disfrute y a mí mismo me sorprenda escribiendo lo que escribo. No siempre sale lo que uno quiere, desde luego, pero si no me gusta a mí, cómo habría de gustarle a alguien más. Hacer así del blog –procurarlo al menos- algo más que una colección caprichosa de notas, dotarle de una coherencia interna y de una rabia propias, que le otorguen en lo posible dignidad literaria y vibración humana plena. Que el blog traspase a quien lo lee igual que lo hace un libro que nos cautiva. Intentarlo al menos. 

Post/post: gracias a Old Nick, a Juan Carlos, a Bucan - agradezco tus consejos- , a Recomenzar, a Silvya Reguero, a Winnie0, a Mónica, a Fran, a Inmaculada Moreno H, por acompañarme en mi canción, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.