Hacerle la disección a las
entrañas wyominas, analizar y bucear en el caldo de esa tirriosa animadversión, lector, me
ha dejado un poco exhausto, lo confieso. Airea uno los artículos en el twitter…
y le caen sobre todo improperios. Se masca en el ambiente, como te diría, casi
se respira a través del ordenata el cabreo físico que con mis apreciaciones
sobre los Superhombres de la Izquierda alguno se agarra. Se aprestan dulces
gentes del Progreso a señalarme terribles traumas infantiles, a diagnosticarme
hoscos resentimientos míos. Me encuentran rabioso e incurable. Por supuesto,
siguen venerando ellos a sus Superhombres
multimillonarios, aunque dicen a la misma vez, aborrecer a los Ricos. Se
niegan a ver el radicalismo fanático de estos tan suyos, barbaridades sobre las
que parecen tener ellos una especie de derecho natural. Los extremistas somos
siempre los otros. Yo señalo frases y argumentaciones concretas, ellos me
recetan neblinosos psiquiatras. Pues
vale, amén Bardem.
Defiendo, tú lo sabes, porque
creo en ellas, ideas liberales, las próximas a un sector considerable de la
llamada Derecha española. No lo
oculto. Tampoco defiendo así ningún cargo propio. Vivo de mi trabajo. ¿Crees
que algún relevante cargo en esa órbita se ha animado, a lo largo de estos dos
años ya, siquiera sea, a teclearme su aprobación, su apoyo, su ánimo? Ni por
Navidades, fíjate.
La enésima constatación, pues, de que en metiéndose a escribir en
liberal sobre la Política pierdes
seguidores y obtienes sobre todo distancias de algunos que te seguían. Si
escribes en progresista, el que te pases luego a la lírica realimenta el global
mensaje y engorda el pelotón de los que te siguen. Hay como una corriente
natural de simpatía y de sinergia industrial entre el público hispano para el que
reclama guillotinas a tutiplén para los Ricosfachas y se detiene luego a cantarle a
las gotas de lluvia, por decirte algo.
¡Y tan penosas comprobaciones precisamente en las vísperas ya de dar a
luz mi libro, que de político muy poco tiene, y con el que, por estar
convencido de su valía y de su tesoro, se juega uno los propios cuartos!
¡Cuántos escritores de renombre no izquierdistas, en estos trances miran para
otro lado, agachan la cabeza y olímpicamente pasan de comprometerse en la
defensa de las propias convicciones! Y uno, que sólo es un anónimo bloguero con
ínfulas, que se apuesta sus dineros a un libro al que le ha puesto el alma…
¡ahuyentando con su ácida iconoclastia las voluntades de la mitad de los cuatro
gatos que podrían comprármelo! Tiene uno, la verdad, poco remedio.
Post/post: gracias a Inés, a Napo, a CLAVE, a Juante, a Juan Carlos, a el Turco, a Mónica, a Jinquer, por su apreciada colaboración en este blog, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.
Independientemente de ideologias hay un colectivo que presumo cada vez es mas grande de personas que como yo aprecian en lo que valen tus articulos,y que porsupuesto seremos lectores de tu libro,y a estos que te critican sin descanso como dicen ahora,Mandalos a tomar Fanta,saludos
ResponderEliminarPD/ aunque ahora use para identificarme el nick que uso en todos los foros,sigo siendo el mismo,un admirador tuyo.
Creo que el problema que apuntas una vez más es muy grave. Ya no solo en la Política, en la Universidad Pública, por ejemplo, o eres declaradamente de izquierdas o eres descaradamente de izquierdas. La otra opción, sencillamente "no cuenta, no existe"; es "invisible", usando terminología arrogada por la izquierda. En las redes sociales, ídem. Yo estoy en el caralibro no sé ni cómo. Pues bien, ni se me ocurra poner el Cristo restaurado de Tiziano o una alusión a lo progay que es Gallardón, que el ninguneo de los amigos y fisgones es total. En las relaciones sociales y laborales, igual: eres facha si no te pones a favor del intervencionismo estatal en todo. En fin, podríamos seguir, pero da grima...
ResponderEliminarLa izquierda tiene enmierdada a toda la sociedad y lamentablemente el discurso opuesto de la derecha "no vende", creo yo, porque el hedonismo es una red de pesca demasiado eficaz como para regresar a la humana necesidad ética del sacrificio y la constancia.
No veo la salida al túnel, aunque afortunadamente contemos con tu blog y ese prometedor libro milagrosamente no progre.
Saludos.
ResponderEliminarAjajajjajaja. Don José Antonio, no lo imaginaba tan despistado. ¿ Acaso no sabe que en España no hay nadie de derechas en la política? Además, si usted afirma que hay alguien, tendrá que aceptar que ese alguien lo disimila muy bien.
Usted, como todas las personas independientes y con ideas propias está condenado al ostracismo de momento, mientras las huestes de cualquiera de las dos izquierdas que se reparten el poder de forma alternativa en este país no piensen que la gente como usted haría mucho mejor su discurso desde una fosa.
Ningún político quiere a nadie como usted cerca. Ni lejos.
Respecto a las lindezas que le propinan ( a cargo de las formas totalitarias) los chicos ( y chicas, claro) del Guallomi, debe usted sentirse orgulloso.
¿ Las letras de un liberal ignoradas por la progresía ? Eso si que sería decadencia
¡ADELANTE CON SU LIBRO ! Cuente ya con un comprador.
Tú tienes que disfrutar y vivir el nacimiento de tu libro! y que nada te lo chafe!! Un beso enorme
ResponderEliminarCon permiso. Cambio de tercio.
ResponderEliminarAyer, oyendo en Onda Cero a Julinha la Catalana, escuche al Sardá decir algo que me dejó algo pasmado por la seriedad y gravedad con que lo dijo.
Dijo ( +/- ) : “Yo soy de las pocas personas en Cataluña que puede decir lo que piensa”.
Me dio la sensación que pedía a gritos una entrevista monográfica sobre el asunto. Asunto que debe ser aún más gordo y grave de lo que imaginamos los que estamos fuera de los medios de comunicación en general y de los catalanes en particular.
Aquello me pareció un S.O.S.
Admiro tu vocación y tu constancia de todos los días ponerte a escribir y decir lo que piensas, yo soy alguien que no esta a tu altura, no te llego ni a las suelas de tus zapatos.
ResponderEliminarA mi en cuanto se pusieron a decir quien era, a describirme físicamente, quien ellos creían erróneamente que era, involucrando y molestando a otra persona ajena a este mundillo, mas las ofensas y lindezas que me dedicaban en los comentario, que yo tenia que aprobar y no entraban en mi blog, deje de escribir.
Por eso te digo y redigo que tienes toda mi ADMIRACION ...saludos...
!Ayyyy, ..esa sinceridad a la que me condenaron mis educadores!
ResponderEliminarEse “No lo oculto” me hubiera gustado más si hubiese sido un... ¡que lo sepas!
"Defiendo, tú lo sabes, porque creo en ellas, ideas liberales, las próximas a un sector considerable de la llamada Derecha española. No lo oculto."
Pues si criticas lo haces con elegancia, no deberían sentirse tan molestos, ya es sabido que los fanáticos carecen de sentido del humor.
ResponderEliminarAnda que no será que el Wyoming no critique a nadie.
Venga ese libro que nos tienes en ascuas.
gracias por tu sinceridad Mateo
ResponderEliminarEl Wyoming es veneno puro y creído por demás ¿No obstenta el título de "Gran" delante de su nombre artístico? Pues eso ya lo dice todo.
ResponderEliminarLlevo bastantes días que apenas entro a blogs y acabo de leer (eso me pareció entender) que publicas un libro. Pues avisa cuando salga para poder leerte. Mucha suerte.
Muchísima suerte con ese libro en puertas.
ResponderEliminarLo que mencionas de los seguidores que se suman y se restan según escribes es algo que he experimentado, sobre todo en lo que a restar se refiere.
Un salu2