Lo grande
que ahora le parecía el salón, visto así. El cerco renegrido del televisor al descubierto, las
rajas del temple en el techo, aquella desolación de paredes desnudas. “¡MAMÁ…
VUÉLVETE!”. Se volvió de golpe, alarmada del todo por la extraña voz apremiante
del niño, que entraba corriendo, orden que pareció auparse además sobre el
chasquido del súbito montarse de un arma. “¡MAMÁ…
PAM!”. Pero no la mató,
porque era sólo una pistolita de agua, una pistolita roja que le roció el rostro entero a la
madre. “Qué susto me has dado… Pero… Serás tunante”. Se arrodilló ante el niño, en el centro del
salón completamente vacío, fantasmal, apilados ya en un rincón los escasos
enseres en tres cajas mal selladas con cinta adhesiva marrón oscura. Puso
entonces los ojos empañados a la altura de aquellos ojos pícaros, que chispeaban de audacia. Le hundió los dedos
empapados entre la media melena rubia y rebelde. “Mami… No voy a escribirles la
carta a los Reyes este año”. Se abrazaron luego los dos, con los ojos
cerrados, las caras mojadas una contra la otra,
envueltos sólo por el lazo de su sonrisa.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada,
pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)
Bellísimo José Antonio!!!! feliz Navidad
ResponderEliminarMuy triste Jose Antonio, en el fondo la Navidad tiene tanto de alegre, como de tristeza, hay tantas ausencias, tantas sillas vacías, aunque las ocupe otros.
ResponderEliminarDicen eso de ¡ es ley de vida ! ja ja y eso que me importa, esas ausencias están hay grabadas a fuego en mi alma... saludos amigo ..
Ausencias dolorosas,
ResponderEliminaren estas fechas resultan
mas apremiantes,
Feliz Navidad,
un besazo
Uffff....que triste....
ResponderEliminarBESOS!!!!
Bonito don José Antonio.
ResponderEliminarAl final, estemos rodeados de lo que estemos, ya sea por abundancia y lujos, o por ambientes o elementos paupérrimos, todo está lleno o vacio motivado por el mismo condicionante: EL AMOR
¿Qué fuerza puede parar a esa madre con la ilusión y responsabilidad que da un hijo?
¡Qué luz de ilusión y esperanza se le puede apagar a un niño que es querido y mimado por su madre?
Feliz navidad y próspero año 2013. Dios ponga su mano.
Triste cuento de Navidad, pero real en mucho logares. Felices Fiestas. Saludos
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