Siempre anhelé de chaval tener
una novia pelirroja. No sé, eso de ver sobre la cabeza de una adolescente los
colores mismos del fuego en llamas, la zarza llameante de una melena roja,
tiraba de mí poderosísimamente. Las chicas pelirrojas eran pour muá como un
misterio ardiente sobre el inflamable que ya era el propio misterio femenino. Me
volvía un poco zombie cuando me topaba con alguna. Las pelirrojas son candentes
criaturas del Fuego, sí, exhalaciones corporeizadas de esas ígneas entrañas,
las mismas que incendian sin tregua el alto horno en el núcleo mismo del
planeta Tierra.
Hum, tener el bosque en llamas de toda una melena de cobre flameante
entre los dedos, esa espesura bermeja, ateclarla despacito y sin quemarme.
Soñaba en vilo con una novia pelirroja para comprobar si, además de la testa,
poseían también ellas el alma en llamas. Para ver cómo era eso, para deleitarme ante
ese fulgor. Para además calentarme en paz un poco la espalda detrás de esa alma
pelirroja, igual que hacía la gente de mi pueblo durante las largas noches de
invierno en el hogar ante el fuego. Quise siempre una novia pelirroja, sí, y
como me ocurrió con tantas cosas, jamás lo conseguí. Qué bobo.
A lo más que llegué, más tarde, fue a por mi cuenta idear un relato, en
el que un alter ego mío sumergíase en un idilio desaforado con una mujer
pelirroja. Qué ínfulas. Aunque tampoco la cosa acababa muy bien. ¿Por qué?
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Le entiendo perfectamente amigo, yo también he sentido siempre una fascinación especial por las pelirrojas, sólo comparable a mi adoración por la mujer japonesa (sobre todo si se llama Setsuko Hara).
ResponderEliminarQuizás tenga algo que ver Eleanor Parker, ya sea en "Scaramouche" o "Cuando ruge la marabunta"...
Buena entrada, un saludo!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA mi la verdad, la única pelirroja que me a encantado ha sido Rita Hayworth, esa mata de pelo, unido a su cuerpo creado por un ser divino me volvía loco, buen finde, saludos.
ResponderEliminarNunca es tarde...
ResponderEliminarQuién sabe si está esperándote en algún lugar tu pelirroja...
Un beso bermellón ( o dos)
Margarita Carmen Cansino Hayworth (Rita) creo que fue la pelirroja mas bella de esa generación de actrices, su padre nacido en Castilleja de la Cuesta ( Sevilla ) bailarín en los tablao de Triana dicen que era un hombre muy guapo..saludos..
ResponderEliminarAyer me pasé por la peluquería y me puse el pelo pelirrojo. Aún estás a tiempo de conseguirlo.
ResponderEliminarAl final, el "cherchez la femme" se convierte en la peor de las utopías. A lo máximo que se puede aspirar -no alcanzo a saber por qué todo se confabula siempre contra natura- es al coyote de "Lunas de hiel". Y para colmo, el New Order masón de Bilderberg ha colocado a "la mujer" como única prota de la farsa, con toda su irresponsabilidad estrogénica por banderín de enganche. Sí, definitivamente somos asintóticos, si pretendemos llegar a algo con las jactanciosas Gemios y su psicóloga.
ResponderEliminarSaludos.
No te des por vencido,hay mucha pelirroja y entre tantas una seguro que cuadra contigo.
ResponderEliminarUn abrazo!!!!
Sigo esperando con mis nuevos pelos pelirrojos.SAludos
ResponderEliminarEn mis tiempos de adolescencia, tuve una novia pelirroja. Y pecosa. No era guapa pero me atraía poderosamente. Sensual, simpática, siempre optimista. Supe que era su pelo oxidado el que me atraía cuando se lo tiñó. Perdí todo interés por el cambio.
ResponderEliminarTienen las pelirrojas un no sé qué, que sé yo...
(Si no invitas a Dña Paula a una lectura en el café Gijón, perdemos las amistades)
don César, doña Paula -el misterio de Paula- , con perdón, solo me vacila un poco
ResponderEliminarCésar, na ha habido invitación a una lectura en el Gijón. En otra ocasión será posible.
ResponderEliminarNo podía salir bien de ninguna manera. Quizá la frase de Tagore que se quedó en el tintero...
ResponderEliminarA