Es sobre todo El doctor Zhivago
la novela de un poeta, rendido y admirado ante toda la belleza y el dolor de
que rebosa el mundo, un antihéroe indeciso y suprasensible, arrollado por el
vendaval de la Revolución, ese
Leviatán del que al principio es él muy partidario, pero del que a la postre
percibe y comprende todo su potencial destructor. A lo largo de la novela va
dejándonos Yura, Yurotchka, Yuri Andreievitch, el doctor Zhivago, sus miguitas, la senda de su luz interior
incomparable:
“Me es difícil reconciliarme con la idea de que son héroes, almas
elegidas y yo un alma mezquina e insignificante partidaria del oscurantismo y
de la servidumbre del hombre”.
“No hacen otra cosa más que masticar palabras, palabras, atragantarse de
palabras, de frases y más frases”
“Le irritaba la ingenuidad del comisario. Pero no le fastidiaba menos la
pérfida astucia del comisario de distrito y de su ayudante, dos cazurros
marrulleros y desleales… que se manifestaba a través de un torrente de palabras
de una elocuencia inútil, inconsciente y confusa: precisamente todo eso de lo
que la vida tiene tanta necesidad de liberarse”.
“Cuando la revolución lo despertó creyó que se realizaría su sueño
secular de una existencia libre, de una vida autónoma. En cambio de las garras
del antiguo estado derrocado ha venido a caer bajo el poder más estricto del superestado revolucionario”.
“¡Qué ceguera tan espantosa! De qué pan se
puede hablar si hace tiempo que no se cosecha trigo. De qué clases
propietarias, de qué especuladores, si hace tiempo fueron aniquilados por los
decretos anteriores. De qué campesinos, de qué pueblos, si no existen. ¿Olvidan
sus mismas medidas y programas, que desde hace tiempo no han dejado piedra
sobre piedra? ¿Cómo se las arreglan para divagar año tras año, con un furor tan
encarnizado e incansable, sobre temas que no existen, que se agotaron hace
tiempo, y no querer saber nada, y no ver nada a su alrededor?”.
“La instauración de todo poder nuevo pasa por varias etapas. La primera
es el triunfo de la razón, el espíritu crítico, la lucha contra los prejuicios.
Viene luego el segundo periodo. La preponderancia de las fuerzas oscuras, de
“los que se adhieren”, los simpatizantes por conveniencia. Y entonces comienzan
las denuncias, las sospechas, las intrigas, los odios. Con gente de esta clase
puede ocurrir que un buen día me quiten de en medio en nombre de la supuesta
justicia revolucionaria”.
“Yo creo que la colectivización ha sido una medida falsa, fracasada, y
que el error no podía reconocerse. Para esconder el fracaso era necesario usar
de todos los medios del terror para que la gente perdiera la costumbre de
juzgar y pensar, para obligarla a ver lo que no existía y demostrarle lo
contrario de lo que era evidente. De ahí la crueldad sin precedentes del
período de Ejov, la promulgación de una Constitución que ya se sabía que no
habría de aplicarse, la implantación de elecciones que no se regirían por
principios electivos. Y cuando estalló la guerra, sus horrores reales, el
peligro y la amenaza de una muerte real fueron un bien en comparación con el
dominio inhumano de la abstracción, un alivio, un límite a la diabólica fuerza
de la letra muerta”.
Pero “El doctor Zhivago” es
novela sólo indirectamente política. No valdría tanto si sólo eso fuera. No por
casualidad acaba con poesía, como si fuera éste el más preciado legado, el más
valioso mensaje que su antihéroe, alter ego de su autor, de Boris Pasternak, pudiera atesorar y
reservar y entregar a quienes la lean. Lee, lector mío, lee conmigo:
Estoy contigo, aquí, en esta cabaña,
juntos los dos en el desierto bosque,
E igual que en la canción, a estos senderos
casi del todo los borró la hierba.
Ahora a nosotros solos nos contempla
entristecida la pared de troncos.
No prometimos realizar hazañas
y hemos de perecer sinceramente.
Desde la una hasta las tres sentados
yo con un libro, tú con tus encajes
Y al alba ya ni nos daremos cuenta
de que hemos ya dejado de besarnos.
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
JOSE ANTONIO
ResponderEliminarLa nueva dirección de mi blog se halla en =
http://wasconia5.blogspot.com.es/
Una selección de fragmentos identificativos de la horrenda progresía que nos intenta estrangular. Destaco “No hacen otra cosa más que masticar palabras, palabras, atragantarse de palabras, de frases y más frases” (es lo único que hacen, ciertamente, los progres y géneros afines); y el último -excepción del poema- “Y cuando estalló la guerra, sus horrores reales, el peligro y la amenaza de una muerte real fueron un bien en comparación con el dominio inhumano de la abstracción, un alivio, un límite a la diabólica fuerza de la letra muerta”... (Éste, redundando en el anterior, pues es lo "único" del pensamiento "único": letras muertas).
ResponderEliminarBuenos textos -nada mágicos- para divagar, aunque sea en la playa, sobre esta infame plaga progresista, cuya vanidad insufrible es su peor pecado.
Saludos
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