Bloques de hormigón en Gibraltar… y burros muy burros (y muy
burras) en las despedidas de solter@s en Granada.
El cinismo descarado propio de esta época desdichada directamente nos ofrece el
símbolo directo de las Cosas, en nada se esfuerza en enmascararlo o sublimarlo.
Cunde al parecer la rufianesca costumbre ahora de despedir allí la soltería a
lomos de un pobre burro por las principales calles de la ciudad.
Es fácil de imaginar, en el contexto de la depravada ingesta colectiva
de alcohol y demás sustancias alucinógenas anejas a esas despedidas, las
alucinantes escenas que a cuenta del pobre animal se producen. Risotadas,
borracheras, bromas más que pesadas, vocerío patanesco: el homo gañanis en todo su
esplendor. A más a más: gentes ajenas a la burrada asustadas, heces por
doquier, atascos de vehículos en calles aledañas, entre otras derivadas.
Que burricie, tomados por el alcohol y el desenfreno de todo tipo que a
esas saturnales corresponde, no descargará la gañanía sobre el pobre burro. A
veces, entre tanta algarabía y tortura, claro, el propio jumento se espanta, se
encabrita y cocea al tuntún sembrando la histeria entusiasmada de los cafres y
el miedo de quienes sólo por allí pasan.
Cómo se permite ese idiota maltrato animal, cómo se tolera ese
jueguecito bárbaro con un animal tan pacífico. Y el nombre de la rosa, claro:
¿quiénes son los verdaderos borricos aquí? De justicia pollina sería el
que alguno de esos “homo gañanis”, de una coz del rucio vieran sus muelas por los
suelos, y que de las mismas se despidieran para siempre. Burrería, burrería,
tan dentro del alma mía, yes.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Parece que las despedidas de soltero se han convertido en una francachela de alcohol y striptis para novio y novia. La verdad es que eso no me atrae.
ResponderEliminarYo tuve una muy agradable, me encontré con un amigo, nos tomamos unas cervezas, charlamos de lo divino y lo humano, y me fui a dormir la siesta y luego a mi boda. Antes habíamos ido mi novia y yo a hacer una compras para nuestro futuro hogar.
Tengo muy buen recuerdo del día de mi boda.
Luego te dicen muy solemnes, algunos y algunas (más de estas en estos tiempos de desenfreno "antifranquista") que desean ir a Granada... "a estudiar".
ResponderEliminarSí, ya, pero ni la Unta ni el ayuntamiento, sea pepero o sociata, hacen nada por eliminar esa imagen de mierda hippiosa de la calle Elvira y aledaños. Sabíamos que Granada es la última provincia española en renta per cápita; lo que quizás mucha gente no sepa es que su proverbial "mala follá" sea más revisitable que la Alhambra y mucho menos original que la simpática "malage" sevillana.
Saludos.
Todos los que en ese burro montan, seguro que son descendientes de aquel famoso Rucio de don Sancho Panza.
ResponderEliminarSi el que maltrata es progre el animal no sufre. Son sólo bromas. Si lo hace un hombre de campo enganchándolo a la noria o carro es un maltrtador se esos.
Granada? Lo que fué y es. Sería uno de los mejores ejemplos de la decadencia de una ciudad.
España va sin rumbo, pero cualquier observador afirmando que no sabe a dónde va, también puede afirmar que desciende rfespecto a los valores más esenciales para la convivencia.
Seguro que el burro les perdona aunque le joda que a burro alguien ( tantos) le ganen.
No tardarán en alquilar un enano con gorda para esas fiestas. Siguiendo los pasos más reprobables de la decadente Roma.