Paso a paso, eslabón a eslabón,
puyazo tras puyazo, cada vez subiendo un punto más la apuesta, los audaces creadores, celosos seguidores de las rabiosas proclamas vanguardistas, que, como
la mamá de Saura cumplen ya cien
años, ahora aliados con el post-modernismo más delicuescente y con el morbo
publicitario que las Sociedades de la
Telebasura procuran, prosiguen su heroica tarea destructora de todo
criterio clásico de belleza. El apremiante imperativo era y es… ¡romper,
romper, romper! Lo expresó con explosiva nitidez entonces Louis Aragón, poeta y comunista, que va de suá:
“Romped todo. Sois los amos de todo lo que rompáis. Las leyes, las
morales, las estéticas se han hecho para que respetéis las cosas frágiles. Lo
que es frágil está destinado a ser roto. Lo que no rompáis os romperá, será
vuestro amo.”
Ah, y la perenne transgresión, que no falte la transgresión, es decir,
la violación de un precepto, de una ley, de un estatuto, esa continua y loca
carrera hacia la más oscura nada. Y así, rotura tras rotura, cien años de
roturas sin suturas ya, llegamos hoy a Clayton
Pettet, el artista adolescente,
pintor gay británico a sus 19 abriles, dicen (el Correo.com 29-10-13). Ha
anunciado al mundo Pettet que el
próximo 25 de enero... perderá su virginidad. ¿Y? Pues que está decidido a
convertir el artista su desfloración en una obra de arte de las suyas, en una
honda perfomance. ¿Cómo? En
vivo y en directo, en el marco incomparable de una galería de arte y ante la
fina contemplación de un centenar de espectadores. Como el Ars amandi de Ovidio pero
en viva carne, en pura praxis, vamos.
¿Y el prospecto? Va, va: “Culturalmente –dice el Artista- le
hemos dado mucho valor a la idea de la virginidad y por ello he decidido
utilizar la mía y su pérdida para crear una pieza que creo que va a estimular
el debate sobre este tema de interés”. Vamos, que la criatura pierde en
público el virgo sólo en pro del Arte. Frente al vetusto dicho del arte por el
arte, inaugura Pettet ahora la
máxima del culo por el arte. Crear una
pieza, dice, todo serio. ¿Algo más en el prospecto? “Me he aferrado a mi virginidad
durante 19 años, y yo no voy a tirarla a la basura a la ligera. Básicamente es
como estar perdiendo el estigma que la rodea” ha señalado Pettet en declaraciones al Daily Mail.
Criatura sacrificial, pues, Pettet,
a la vez que liberador de la carga del Pecado para la entera Humanidad. Un amigo,
del que nada aún se sabe, co-autor en la sombra injustísimamente relegado, colaborará,
claro, en la parte penetrativa de la Obra.
¿Y no debería el arte más moderno ser interactivo? ¡Como que los 100
espectadores allí presentes podrán comentar los vaivenes, quiero decir,
ponderar el mérito de la Obra, su color y su sabor, y salpicar y sazonar con
sus personales impresiones el apasionante debate que a continuación , -apertura
en la obertura- allí mismo se abrirá!
En fin que Pettet –como el
del libro gordo-, que estudia en la Academia Central Saint Martins de Londres,
le ha puesto ya nombre a su Proyecto, “Art
School Stole My Virginity” o “La escuela de arte robó mi virginidad”, la
penúltima puja del arte vanguardista por encontrar y ampliar nuevos y más
fecundos registros y horizontes a la embriagadora experiencia estética, y a su
disfrute, mucho más allá de la pacata moral pequeñoburguesa. Y si hasta el
ínclito Louis Aragón, creo yo, de haberlo sabido entonces se hubiera
escandalizado, esta nueva de Pettet
no nos levanta ya hoy –de hoz y coz en las Sociedades de la Telebasura- más que un mediocre bostezo. Todo lo más el peregrino
cálculo de cuánta pasta le sacará él y algún otro listo a esta estulta gansada,
mientras la obra de tantos verdaderos fracasatis
–buaaá- permanecen en su amargo otracismo, del todo vírgenes.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Pamearse.
ResponderEliminarEs sólo cobardía don José Antonio. ¿Quién no sabe romper? ´¿Quién no sabe hacer algo distinto? Lo que es casi imposible en las artes es mejorar lo bueno que ya hay. Si lo intento y no lo consigo ( seguro que no) a dónde quedo.
Rechazo lo antiguo sin ponerle más adjetivos calificativos y emprendo lo nuevo, que sin referencia complarativa es necesariamente nuevo y bueno.
A mí, como licenciado en Historia del Arte, estas mamarrachadas me dan por culo, y nunca mejor dicho. En el momento en que todo es arte, ya nada es arte.
ResponderEliminar-Napo, Olímpico Misántropo: en buena medida coincidimos. Gracias por su aporte. saludos
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