miércoles, 4 de diciembre de 2013

Y Tony cogió su fusil

    


    Mamma mía, qué pruebas de amor exigen los mandamases del progresismo a sus incondicionales. Es como si olfateasen ellos que aguantan éstos carros, carretas y lo que les echen; de otra forma no se entienden estos numeritos pintureros. Que como Padrino de su libro, de entre todos los líderes del mundo mundial fuera precisamente el idealista Zapatero a escogerse a ese “halcón de las Azores” que responde como Tony Blair, no parece sino la prueba de la verdadera integridad moral que se agolpa en ese par de personajes.
  
   ¿Memoria histórica? Vale, va: Tony Blair: el líder que más renovó hacia enfoques liberales el periclitado Partido Laborista inglés, el mismo que no dudó en enfrentar la amenaza de Sadam Hussein hasta secundar la respuesta armada que urdió George Bush, genuino símbolo del Mal en el sentir progresista, hasta el punto de quedar inmortalizados, junto a Aznar, en aquella formula tan propagandística del “Trío de las Azores”. Rodriguez Zapatero: el líder que vino del frío León, el que presumió de “rojo”, el que volcó de su lado las elecciones tras el atentado terrible del 11-M y su indesmayable oposición a la guerra de Irak, el de la filantrópica Alianza de civilizaciones.
    
   Ah, cuántos inflamados eslóganes en contra de la Guerra, soñadores estupendos de un mundo guay que en su poética ya alboreaba, derramaron entonces las progresistas legiones, cuántos ácidísimos denuestos contra el Trío de los Azores vertieron, que hasta cartelones con sus efigies  tituladas bajo el rotundo rótulo de ASESINOS por las calles pasearon, qué alta latía en ellos la esperanzada Utopía de un mundo más humano que en las claras papilas de Jose Luis Zp tan buena persona, ya es que despuntaba… ¿Para acabar Jose Luis de la manita de Tony presentando al alimón un libro tan elementalito? ¿Para verle ahora a don Tony apadrinar esta dudosa prosa de imberbe con acné: “Fue un dramático desgarro acordarme de Rodiezmo aquel mayo” Oh! Oh, qué estampa verlos ahora ahí, juntos en esa joint-venture. Oh, my God, eso ni el genio de Lennon podría imaginarlo.
    
   No podía faltar la nota chusca a pie de página de Bono, no el de U2, el patricio del socialismo hípico de aquí, el mismo a quien las cámaras en su día registraron llamando “gilip…” a Mister Blair, allí mismo también en la presentación de El Dilema, obsequioso, sonriente y aplaudiente como sólo él sabe hacerlo. Todo un Falstaff , si bien de serie B, el señor Bono.

   
   ¿El Dilema, dice? ¿Como el mismo Hamlet? Tengo ya escrito en este mísero blog que los capitostes socialistas pretenden posar como atormentados personajes shakespirianos, no pasando la mayoría de las veces de mediocres trujimanes de la oportunidad. Cuántas coloristas estampitas a sus incondionales y a sus condicionales nos procuran, eso sí. 

3 comentarios:

  1. Mira también cómo el ZP estaba por la guerra de Irak y seguramente por el exterminio de cristianos que sobrevino, que parece es lo que más le mola! Lo imagino como fusilero recogiendo el fusíl anarquista, o la dinamita, como cuando atentaron contra el monumento al Sagrado Corazón de Jesús.Afortunadamente no tuvo tiempo, pero quedó insinuado el posible dinamitado de la gran cruz de Celgamuros como aún desean alguna de sus ladillas.

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  2. Mira también cómo el ZP estaba por la guerra de Irak y seguramente por el exterminio de cristianos que sobrevino, que parece es lo que más le mola! Lo imagino como fusilero recogiendo el fusíl anarquista, o la dinamita, como cuando atentaron contra el monumento al Sagrado Corazón de Jesús.Afortunadamente no tuvo tiempo, pero quedó insinuado el posible dinamitado de la gran cruz de Celgamuros como aún desean alguna de sus ladillas.

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  3. Jose Antonio, ¡ qué grande es vd. ! ¡qué bien ha plasmado el momento de retraca, donde se inmortaliza como estos filibusteros son, sobre todas las cosas, UNOS HIJOS DE la casta política del buen vivir ! ¡ Muy, muy bueno recurrir a la memoria histórica en estos precisos momentos ! Pero mire vd., son esos que no recuerdan qué pasó hace cuatro días los que se autoproclaman intérpretes de hechos acaecidos hace un siglo.

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