lunes, 31 de marzo de 2014

Anguita de la colina

    


    Como diría Artur Mas, quién lo ha visto y quién lo ve. De copartícipe  a pachas con Aznar de la famosa pinza contra el PSOE (recordemos el estentóreo “Aznar y Anguita, la misma mierda es” que con impar elegancia les enjaretó Felipe González) a aspirante a Sumo Ayatollah de la Dignidad, que ahora ahí está (Público.es 24-3-14 “¿Y ahora qué?”)
       
   Después de desplegar su consabida jerigonza marxista al análisis de la situación (“acabar con la indecencia moral que gobierna, pero también contra el poder económico que está detrás de este andamiaje vacío, seco e inútil”) el tratamiento, la fatwa: “la siguiente marcha sobre Madrid sólo puede realizarse cuando estemos en condiciones de asegurar una asistencia que duplique a la del 22-M”. Y la leninista auto-reivindicación de la Vanguardia, of course: “no pueden faltar las explicaciones, la aportación de personas y grupos que por su capacidad y preparación estén en condiciones de elevar el conocimiento y de conciencia de la mayoría a construir”.
     
   Y aunque propugna boicots a productos y conmemoraciones, de manera totalmente pacífica hasta desembocar en la desobediencia civil se ve Anguita en la obligación al final de proclamar unas inspiradas consideraciones sobre la violencia acaecida en las postrimerías del 22-M:
  
   -“hay tres tipos de violencia: la de los violentos infiltrados, la de los violentos infiltrados por la oficialidad y la de la policía al extralimitarse en sus funciones. (por qué, entonces, cabría preguntarse, se exige la liberación inmediata de esos violentos, “camaradas secuestrados” al decir de Toledo, portavoz del 22-M)

   -“Si hubiésemos sido violentos, los 1700 policías desplegados habrían sido neutralizados en un santiamén. No digan estupideces.” (¿es o no impresionante la reducción que desde los miles de manifestantes hasta su prístina conciencia, Cabeza por todos pensante, lleva a cabo el Califa Rojo? ¿Cómo puede él intuir y saber todo eso? ¿Qué eufemismo esconde esa estupefaciente “neutralización” de policías en ese religioso “santiamén”? ¿Qué lleva más implícita esa consideración, esa chulería chulería tan dentro del alma mía, un alarde o una amenaza?) Es verdad, estupideces, las justas, don Julio Anguita.




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

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