martes, 9 de septiembre de 2014

Arqueo del blog



         Por tanto, lector, obras son amores y lo demás, carnaval, carnaval. En la vida, en el amor, lo que valen son las pruebas; el resto es simulación. Mi libro, que además de prueba, es joyita; lo sé y punto. De esta manera, si consideramos que este blog cuenta con una media de 850 visitas diarias, cabe presumir, calculando por lo bajo, creo, que serán unos 1500 los frecuentes lectores del mismo, ya que no todos los días podrán, por múltiples razones, visitarlo todos. Entonces, de esos 1500 habituales del blog, lectores que lo estimen, que lo aprecien, que de verdad lo quieran, unos pocos más de 150 son. Es lo que hay. ¿Y la zarabanda de los 5500 seguidores en TW, y los millares de lo-bien-que-escribes-tío? Bah, viento, polvo, humo, nada. Sólo que el Twitter, esa extraña carnavalada de espejos deformantes es, escritorzucho anónimo y sin contactos, el único acceso a un público que tengo. ¡Vivan mis 150, claro que sí! El resto es... el resto es cháchara.
   Y claro que muchas veces me asaltan violentos deseos de apartarme a un pueblajo olvidado y, dulcemente, dejarme morir allí de asco y ya está. 

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