Para mí es hoy, cuando piano piano mi Bobo empieza a ganar el
corazón de quienes me leen, el Día de
ellos. Y quiero HOY dejar
huella aquí si quiera de algún fragmento suyo, de los
más recientes, pidiendo de antemano perdón –que nadie me lo tome a mal, por
favor- a quienes habiéndose afanado también en comunicarme su deleite con mi
libro aquí no se vean, por haberlos yo extraviado, (y si me lo vuelven a
mandar, con sumo gusto aquí lo pongo), pues no es uno maniático coleccionista
de alabanzas, de veras. Que sepa cada uno de quienes me solicitaron y me
solicitan mi Bobo (que podrá ser algo
bobo, pero jamás un simple, y que son su ínfulas de las buenas, de esas que
buscan a través de las ilusiones re-encantar
el mundo) que jamás olvidaré su gesto. (Y mi especial gratitud a Marci O, a Estrella P, a César Luis S,
a Julia C , a Maday , y a María José V,
por lo que ellos y yo sabemos). Va.
Inmaculada me escribió:
“Gracias por la dedicatoria y por lo mucho que nos reímos contigo. Le
leo algunos párrafos a mi marido y nos tronchamos”.
Marie me escribió:
“Cher Jose Antonio, t´est un poéte. ¡Es verdad que tu libro hay que
leerlo a la tuya manera…es decir… parsimoniasamente… doucemente… amorosamente.
Porque tus historias cortas son pequeñas vidas tintadas de poesía, de una
nostalgia impregnada de recuerdos y de humor, y de una cierta ternura.
Pilar me escribió:
“Comencé ayer a leer el libro. Me encanta.
Buenos personajes, estupendas descripciones… lo estoy disfrutando. Eres un buen
escritor!
Maoka me escribió:
“Estoy leyendo tu libro, me encanta y me estoy riendo mucho, tienes
sentido del humor. Le presté el libro a mi madre, le está gustando mucho. Te
ruego que sigas escribiendo, un abrazo”
Gallego me escribió:
“Buenas, voy por la mitad de tu genialidad. No entiendo cómo puede ser
que pases desapercibido con tanto talento…
Jesusa me escribió:
“He empezado esta tarde tu libro. ¡Incapaz de soltarlo! Me da penita de
Armando, qué mala suerte tiene con las mujeres, jajajajá… Gracias por tan grata lectura.”
Mónica:
“Un libro muy entretenido y con grandes
dosis de humor. Muy recomendable”.
Olga me escribió:
“Felicidades, Jose. He sonreído al leerte, te he reconocido en tus
maneras ya por el blog familiares. Mil gracias”.
Magda me escribió:
Armando es una especie de niño grande, así lo he visto yo todo el tiempo
al menos, sobre todo porque dentro de sus cuarenta años y de la devastación emocional que le acompaña tras
el abandono de su mujer siempre parece acompañarle un halo de ilusión y esperanza,
como un niño, conforme leía casi parecía que podía ver sus ojos brillantes,
esperanzados ante algo nuevo, y solo podía sonreír e incluso emocionarme en
algunos momentos ante el arrebato de ternura, defensa y protección que Armando
despertaba en mí.
Manolo López Bárcena así me escribió:
“Es una novela intimista y llena de lirismo, rica de bellas metáforas.
Su lectura es trepidante con un humor sutil y erudito no exento de enjundia.
Una narración sobre la cotidianidad de la vida de personajes con los que nos
podemos encontrar todos los días. Descriptiva magistral, no de cosas y
paisajes, sino de sentimientos abordados con una elegante sensualidad y
frescura. En definitiva una obra muy amena para pasar un rato estupendo”.
Mammen me escribió:
“Hace un par de veranos, M, me regaló
tu libro por mi santo; me lo pasé genial leyéndolo y ésta Semana Santa he
vuelto a releerlo….La cuestión, que me caes muy bien y que me gustaría que
siguieses escribiendo.
Gema Cepeda me escribió:
“Sorprendentemente me enganchó.
Emocionada con su personaje y ansiosa por el desenlace me lo devoré. Es tan
divertido el libro, tan suelto, tan fresco que a medida que me voy sumergiendo
en él… Si te pilla en un día de “esos tontos” hasta te puede acabar arrancando
una lagrimillas o un montón de sonrisas. Me ha dejado un sabor de boca
delicioso”.
Y Jose Luis Rodriguez me escribió:
“Ya he empezado a reírme en el
cercanías con el pobre bobo. Mira que teniendo a Rita-Mercedes en la cama
ponerse nervioso y empezar a hablar de fracasos. Pobre hombre. He llegado a Aravaca
sin enterarme y casi me paso de estación”.
Y Chela:
Al final,
las últimas páginas, me hicieron reír a carcajadas pero el cariño que le tomé a
Armando, tornó mi risa en silencio y reflexión, invadiéndome un sentimiento de
ternura y afecto solidario.
Y Euclides:
“… tu libro es una
pasada, está bien escrito, bien trabajado, te ríes un montón con él y vale la
pena
Y Mónica:
“un libro muy
entretenido y con grandes dosis de humor. Muy recomendable”
Y Blanca:
“Tal
vez Marek y Kowalski sí eran virtuosos del violín. Lo que no cabe duda alguna
es que eres un gran escritor”
Y Pepe B:
Solo unas
lineas para decirte que tu libro me ha encantado de principio a fin. Tu prosa es de las mejores que he leído en
castellano en mucho tiempo, y las aventuras/desventuras del protagonista, tan
humano, tan imperfecto y por ello tan real, son realmente arrebatadoras.
Y Rocío:
-¿Te cuento lo que me
parece un poco leerte? Me da un poco de vergüenza decírtelo… El mundo es más
bonito visto desde tus ojos, desde tus escritos.
-Ese fragmento de la mano en el cine… Nunca
imaginé que podía ser tan bonito, tan romántico y tan erótico el que te
acariciaran una mano. Gracias por ello.
Muchas gracias, mon amis.
Don Armando es un ser genial, en el que muchos nos vemos identificados. Todo lo que hemos leído y estudiado se diluye en la noche ante una chica guapa y un guaperas de barra.
ResponderEliminarYo lo he leído demasiado rápido, 3 días me duró, pero creo que darle una segunda vuelta haga que me vuelva a reír con los detalles, una vez que le he cogido el punto al personaje.
Gracias José Antonio por la dedicatoria y el libro, he disfrutado mucho leyéndolo.
Muchas gracias, Caba, es usted muy amable. Un fuerte abrazo
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