Me gustas cuando hablas porque estás
muy presente
y te oigo desde cerca y tu voz ya me
toca.
Parece que los ojos te brillaran de
contento
y que con un beso abrirás mi boca.
Como todas las lunas están llenas de
tu alma
emerjo de la Luna, lleno de tu
blancura.
Incondicional de tu vuelo, me parezco
a tu diadema
y te pareces tú a la palabra
hermosura
Me gusta cuando hablas y estás tan
radiante
y estás fulgurante, bailarina del
murmullo.
Y te escucho desde cerca, y tu voz…
cómo me alcanza.
Deja que yo te hable… sólo con el
resplandor tuyo.
Déjame que en silencio te contemple
mientras hablas
viva como una hoguera, indómita como
el viento.
Eres como la mañana, rumorosa y
resplandeciente.
Tu hablar es manantial, bálsamo del
sediento.
Me gusta cuando hablas porque luces
muy vibrante.
Ardiente y divertida, como si
hablaras sonriendo.
Mil palabras entonces, mil sonrisas
no me cansan.
Y estoy gozoso, gozoso de que me
cantes tú tanto.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
Porque a mi parecer un libro íntimo, no tanto porque
nos revele interioridades escabrosas, sino porque sobre todo consiga con
desnudez hablarnos como al oído de los paisajes esenciales del alma de quien lo
escribió, es también uno de los más acabados símbolos por los que alguien
ofrece al Otro –a quien físicamente no tiene delante, al que de otra forma
difícilmente podría hacerlo- la propia mano. Esto soy. En estas
historias –no en forma de un discurso, sino con destreza encarnadas en
personajes vivos a los que les ocurren cosas, a quienes sorprenden los avatares
amargos o alegres de la vida- late la urdimbre sentimental que hasta aquí me
trajo. Quiero ponerlas en común contigo. Quiero revivirlas a tu lado. Puede
que te reconozcas también en ellas. Aquí tienes mi mano, tómala.
Estréchala.
Por correo ordinario, 10 Euros; Certificado 15 Euros.
Personalmente dedicado, si quieres.
Muy bonita😊
ResponderEliminar-gracias, Magda.
ResponderEliminarY ánimos para tus blogs y tus críticas, que son muy interesantes. Saludos. Gracias por impulsar mi libro