Entrechocaron con efusión las manos ante las cámaras al término de la
audiencia. En la misma el Déspota Castrón, con la alargada y ominosa sombra,
que jamás le abandona, de su Gran
Hermano tras él, le había deslizado al Pontífice: “si
sigue así, volveré a ir a misa”.
El Poder bien vale una misa, oh, so cool
Raúl. Al fin se soltaron las manos, para despedirse… Sólo que aún les faltaba
algo que decirse, y que allí, a través de las grabadoras, quedó registrado:
-Rece por mí.
Asintió algo sorprendido Don Raulone, sonrió -si es que a su mueca de mofeta puede llamársele sonreir- y se giró para
introducirse, escoltado por sus edecanes, al coche oficial. Volvió de pronto
sobre sus pasos un instante, pues algo le quedaba por retrucar.
-Y Usted por mí.
Pero diríase que el sonriente sucesor de San Pedro melosamente lo
aguardaba.
-Lo hago.
Podían ahora ya sí separarse. El Papa
Francisco, que quiere arrear un puñetazo a quien le mente la madre, eleva
su plegaria por el Dictador cubano Raúl
Castro, ese es el scoop. Este abracadabrante intercambio oral entre el
mandamás heredero -irreparablemente por ello empalmado a la sombra horrorosa de
su Gran Hermano- de la Tiranía
comunista más longeva del Planeta y el representante de lo que Marx catalogara como el opio del pueblo
allí quedó ante todos y para todos expuesto. ¿Alguien tiene algo que añadir?
Nada, nada. Que-se-re-cen / que-se-re-cen. Y los miles y miles de perseguidos,
avasallados, acogotados y asesinados por el Régimen Castrón a lo largo y ancho
de ya ¡55 años!... que se pudran en el Infierno, eso.
SOBRE “LAS
HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS”
De las fatigas, de la incomprensión, del
desánimo, de las falsas palabras de supuestos admiradores, de lo que cuesta cuando no tienes Nombre ni Contactos uno
a uno ir dando luz a los ejemplares de tu libro, aun así dentro unos números
extremadamente ridículos, de todo eso sé mucho yo, y tanto, que a veces me pregunto por qué y para qué
seguir con la tabarra. Sólo el afecto demostrado de los que sí han creído en lo que hago, sólo el
férreo convencimiento de que mi obra vale, sólo la lectura de Kafka, de Pessoa, de Bécquer,
sostienen mi pobre vuelo. Así es.
Qué
le queda entonces al escritor sin Nombre ni Contactos salvo insistir e insistir
-resistir y resistir- en las redes sociales, que son lo único con que cuenta,
en los amigos que las mismas le procuran, aun a riesgo de ser incomprendido y
de resultar pesado, qué le queda salvo perseverar esperanzado y confiar en que
poco a poco quienes aprecian y valoran
su afán le soliciten, y lean y regalen su libro, el fruto de sus más inspirados
desvelos, de cuanto tiene lo mejor que pudiera jamás darles.
10 euros, dedicadas. Pídelas en josemp1961@yahoo.es
Todo indica que el actual Papa es un argentino peronista buenista demagogo.
ResponderEliminarSocialismo: arruinando países desde 1917