A uno, que si se le cepilló con
un cañón antiaéreo por dormirse en un desfile. A otro, que si con el proyectil
de un lanzacohetes teledirigido lo achicharró. Que si en lo que va de año se ha
lijao ya la Criatura a 15 altos cargos de su Gobierno. Puede también que la
Inteligencia surcoreana infle el perro,
no sé, sería desde luego preferible que fuera así.
Nos resultan inverosímiles, como de película pésima, tan macabras
hazañas en cuarto creciente de Terror del lozanote Dirigente Supremo, Kim Jong Un el Tercero, tercero en la
siniestra dinastía comunista, hecho incontrovertible este, que, entre el miedo
y el hambre ascendente de sus súbditos, usurpa desde hace mil años el Poder y
la Gloria en la Corea no capitalista.
Acaso lo más sonrojante del caso Kim Jong Un resulte el que, en
el contexto de las Sociedades de la Telebasura reinantes, las espeluznantes,
sobre tétricas y morbosas, ejecuciones que
el sonrosado mocetón marxistón practica son casi ya más tomadas a chacota, a
grotesco trasunto tarantiniano,
que real motivo de indignación y
reacción ante la locura criminal masiva que las mismas rezuman. ¿Han visto
alguna manifa de la buena gente contra el pícnico matarife?
¿Y a Obama, a Merkel, a los Chinos, al Papa, a Putin, a Garzón, a la ONU, a la
Kirchner, a la OPEP, a los No alineados… en fin, al Sursum Corda, a Alguien que en serio condene y trate de
derrocar al orondo Déspota? ¿Y de los norcoreanos quién se acuerda? No sé,
quizás a su próxima víctima Kim Jong Un in person simplemente le reviente la
sesera a golpes de bate y le grabe luego la svástica
en la frente para sardónica risotada de muchos.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
A Armando, un cuarentón de
clase media, un buen día su mujer le señala la puerta de salida de casa. Ella
ha encontrado a otro más alto, más fuerte y más guapo que él. “Aprende a
quererte y los demás te querrán”, le sentencia. Descubre entonces Armando, de golpe, su minusvalía
emocional: un paria en la tierra de los afectos. Ha de salir al mundo; a un
mundo, que por temperamento, le es ancho y ajeno. Cómo superar su desconcierto,
cómo sobrellevar esa zozobra, cómo suturar la herida… Cómo aprender a
re-armarse como persona. En las asombrosas peripecias humorísticas, librescas y
sentimentales que le suceden, en ese cúmulo de emocionantes encuentros y
desencuentros… ¿hallará siquiera a medias Armando
su lugar al sol?
Y eso que el finiquitado sólo se durmió durante un acto de alabanzas al 'Lider Supremo', ¿qué no le hubiera echo si lo pillan jugando al candicrás en pleno debate sobre el estado del ídem? ¿Qué, cómo que qué debate?...
ResponderEliminarDesde luego el inefable Kim Jong Un no se merecería sino risotadas por sus actos, si no fuera porque hace y deshace las vidas de sus súbditos, y es verdad D. José Antonio, no hay nadie de este mundo mundial que se tome la nimia molestia por reclamar un poco de justicia. ¡Qué lo camisa hacer!
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