lunes, 18 de mayo de 2015

Ramoncín, qué pillín

   



   Ná, que dice un juez de la Audiencia Nacional que el rey del pollo frito se lo llevaba crudo: falsedad documental, apropiación indebida y administración fraudulenta. Durante años –sostiene el Juez- habría estado emitiendo y cargando a la SGAE facturas falsas en connivencia con los altos jerarcas de la Innombrable. ¿Hemos de recordar aquí cómo a la vez la Innombrable apretaba sin piedad las tuercas a peluquerías, gimnasios, baretos… incluso a actos benéficos para por lo legal atracarles? Tras Teddy el bautista, desfila ahora Ramoncín el artista. ¡Y no le habremos visto y oído veces al artista bramando indignado en las teles contra los corruptos de este país!  A diferencia de los políticos judicialmente corrutos, que de forma automática se convierten en apestados de imposible e impensable rehabilitación pública, el artisteo progre parece gozar de una singular bula que ante sus desmanes les tornara intocables. Silencio, silencio, que de esta movida en cuatro días se olvidará todo, y muy pronto volveremos a disfrutar en las pantallas al impar transgresor que al principio de su carrera escupía al público… escupiéndonos de nuevo su fina doctrina humanística que arregla el mundo en un pispás, qué as.  






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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

3 comentarios:

  1. De nuevo D. José contándonos no cuentos, sino verdades como soles, aunque ya habrá quien se encargue de correr un "estúpido" velo que nos oculte por siempre jamás la siempre esclarecedora luminaria.

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  2. ¿escupía? ¡yo creía que meaba!

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