Ella sí que de verdad irradiaba gracia y simpatía a chorros sobre las
tablas. Una cómica grandísima, un turbión de entusiasmo encima del escenario,
un remolino en chispas que en un país menos cainita que el nuestro hubiera
disfrutado de un reconocimiento universal. Ese don excepcional que ella alcanzó
para los más altos registros de la gestualidad corporal, con el que convertía
en hilarante el desmadejamiento súbito de su cuerpo y de su cara en cualquier
lance, ese prodigio único en ella, como el de los mejores actores del cine mudo,
que todo tenían que hacerlo sólo con el gesto. Se ha dicho ya pero es que es la
pura verdad, Lina Morgan era la Chaplin española.
No se quedaba ahí Lina Morgan:
cómo, con qué arte sabía ella colocar la
voz en todas las explosivas tesituras de lo humorístico. Ese chisporroteante convoluto de gesto y de voz en ella que
la hacía incomparable, ese auténtico viento del pueblo que con ella se removía
y con el que conectaba, muy en lo superficial y muy en lo hondo a la misma vez,
con vivencias comunes en el inconsciente colectivo de la sociedad española: la
memoria atávica de la escasez, el
complejo de los españoles bajitos, rurales y sin estudios ante la
modernidad europea, el reparo y la curiosidad ante la sexualidad, el fondo
bueno y honesto de las personas entonces.
De extracción muy humilde, de esas personas que saben en carne propia lo
que cuesta ganar un duro, íntegra, de una pieza, sin habilidad farandulera para
travestirse ante los cambios políticos,
que se arriesga luego a tener un teatro propio, por todo ello ejemplar, jamás
necesitó presumir de ser la encarnación del Pueblo,
porque eso en ella no necesitaba demostración, era algo clamoroso e
impepinable, el ser y el hallarse ella entre lo más puro y mejor de los
españoles. La vedette antivedette, sí, la
mejor de todas ellas. En nuestro recuerdo siempre, Lina Morgan.
Soy un escritor EN
LUCHA, en lucha por seguir siéndolo. Necesito que unos cuantos más de mis
amigos del blog, para quienes escribo encantado, se animen a pedirme mi libro,
“Las Historias de un Bobo con ínfulas", divertidas, sentimentales y
aventureras. Sólo son 10 euros. En josemp1961@yahoo.es
Grande Lina. Genial post.
ResponderEliminarMisael
Hola, he leido tu post sobre Lina Morgan, y francamente, es de lo
ResponderEliminarmejor que se ha escrito sobre ella en estos presentes momentos, has sabida
ir à donde estaba la esencia de esa grande artista que fué Lina Morgan, y
todo con esa la tuya manera de escribir que va donde el sentimiento y el corazon!
Heres un grand escritor y mereces todo el exito que yo espero tendras!
Un abrazo y ADELANTE !