(Puedes ver abajo, si lo pinchas, el vídeo de Urdaci valorando mi obra, que no sé por qué sale en gris)
Le puso un día la Izquierda
biempensante en su lista negra, la
condena social que eso en nuestro país siempre supone. Supone que hasta que no
acaban del todo contigo, hasta que no te trituran profesionalmente, no te
sueltan como presa. Sufrió el ostracismo por ello. Escribió un magnífico libro,
Días de ruido y furia, mostrando y
demostrando con lucidez de entomólogo el vendaval de infamias que sobre él
levantaron. ¿De qué sirve ya en España un magnífico libro? Ha encontrado ahora
un hueco en 13 Televisión, cuyos
informativos dirige y presenta. Conduce a diario un informativo de una hora,
dinámico y certero, en el que con profesional audacia consigue sacar brillo a
los no muchos medios con que cuenta. Se suelta la coleta del genio analítico
con unos editoriales cáusticos y penetrantes como pocos. En fin, comete Urdaci la imperdonable osadía
humanística hoy de… ¡hablar de libros/libros en un Telediario! ¡Se acuerda
además, súmmum de la transgresión ya, de
autores sin Nombre!
Por supuesto, jamás había hablado yo –esta nada con ínfulas que lees-
con él en persona. Viendo una noche su Telediario se me encendió la bombilla.
Le envié mis HISTORIAS DE UN BOBO CON
ÍNFULAS. Esperé y esperé, y de pronto un jueves, mostrándolo a las cámaras,
mientras se me salía a mí el corazón de la caja, habló así de mi libro: “Son las historias de Armando, un cuarentón al
que le ponen la maleta en la puerta de casa y tiene que recorrer de nuevo el
camino de lo sentimental. Descubre que es un minusválido del sentimiento, un
hombre al que todo le sale mal, un paria del afecto, un hombre patético al que
todo le sale al revés. En lo que le pasa hay también una gran carga de ironía y de crítica hacia el mercado de los sentimientos, hasta el punto que
uno acaba sintiendo una piedad
desternillante por este antihéroe que
tiene en estos relatos una voz auténtica.
Se van a reír hasta llorar con este
libro, llorar de piedad por este hombre perdido, este bobo con ínfulas”.
Me
demostró así que además se había leído mi obra. “Sigue escribiendo. Disfruté mucho con las Historias”, me dijo
también. Y bueno, esta nada con ínfulas,
al que ningún VIP de la Derecha política ha hecho el más mínimo caso, al que
muy pocas -pero muy buenas- personas de la base social no izquierdista han
impulsado, se sintió entonces lleno de gratitud hacia Urdaci por eso, por valorarme, por alentarme, por intentar él
sacarme un poco del mío ostracismo. Gracias, Urdaci.
Mi libro cuenta la historia de un cuarentón
al que su mujer, que ha encontrado otro más alto, más fuerte y más guapo que
él, le señala la puerta de salida de casa. Descubre entonces de golpe su
minusvalía emocional: un paria en la tierra de los afectos. De cuanto le ocurre
después, cuando ha de salir al mundo, que le es ancho y ajeno, para superar su
zozobra, para engañar a su desconcierto. De lo duro que se le hace ese
aprendizaje elemental de la supervivencia afectiva. De cómo hallará en la
propia escritura, y en los humorísticos y sentimentales encuentros y
desencuentros de la realidad, a trancas y barrancas, la brújula que le permita
hallar al cabo su lugar al sol, una
imagen aceptable de sí mismo, y levantar así el muro de la obturación interna
que le impide ver la belleza y el propio absurdo del mundo y de la vida, que es
lo único que tenemos. De eso, de esas ínfulas buenas trata mi libro.
Puedes también pedir mi libro en una librería y
que ellos me contacten en josemp1961@yahoo.es
Probablemente el mejor noticiario que se puede ver en la tV es el de 13tv dirigido por Urdaci.
ResponderEliminarFelicidades por su libro.
Gracias, FJ de C, aunque, más que felicidades, lo que necesito es que, para poder seguir escribiendo, quienes me leen me soliciten un ejemplar
ResponderEliminarYo me quedé de piedra. Dije: “ Toma y toma, yo ya me lo he leído " Y luego me dio la emoción por usted...“ se lo merece", pensé.
ResponderEliminarMe encantan los editoriales de Urdaci, yo creo que no hay otro como él en estos tiempos de periodistas sicarios que sólo dan la náusea del colaborador necesario y bien pagado...la lista es tan larga que ahora mismo no sabría a quién nombraría primero...es una pena. Echo de menos el periodismo en el que la altura intelectual, la honestidad, la profesionalidad...daban páginas y programas de gloria a prensa y televisión..ahora, con la primera frase que dicen ya sabes quién les paga.
Bueno, que me voy por los Cerros de Úbeda...enhorabuena y saludos.