viernes, 29 de abril de 2016

Del co de Maruja Torres al ra del tal Tejero, los intelectuales gañanes

     


   Había firmado un grupo de cien autonominados intelectuales otro Manifiesto más en pro de una Entente Cordiale entre Podemos e IU esta vez. Figuraba entre ellos ese excelso figurante del Aquí no hay quien viva que al nombre de Fernando Tejero responde. Algunos ironizaron en las redes sobre la presunta gracia de considerar al tal Tejero como intelectual. Pues les espetó el señorito al punto una réplica en verdad demostrativa de su verdadera condición: que por qué no le comían el rabo. ¿Un gañán, dirás? Claro, el intelectualis gañanis que tan al alza cotiza hoy en este ultracapitalismo de casino. Se huele de sobra el artista que con pasadas así mucho se hablará de él, que más aún se expondrá en el candelabro, que podrá incluso de esta bajuna manera aumentar el parné del caché. Intelectual, sí. ¿No acaba acaso de despacharse exactamente así, igualita perita en Mugres, la mítica escritora Maruja Torres, ganadora de todo un Premio Planeta, ex -todo en EL PAÍS, escribidora de Carmena hoy? Si Maruja Torres le manda a Azúa a comerse un coño, nada de extraño hay en que Tejero, intelectual y portero del Aquí no hay quien viva, pida que le coman el rabo. En esas bucales ansias devoradoras medran hoy los intelectualis gañanis y progresa la Kultura, esa en ellos excelsa elevación del espíritu humanista, ya.  



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2 comentarios:

  1. No sabía quien era ese personaje. He visto un trozo de esa serie en Internet para enterarme y me he dado cuenta de que es un actor del chichinabo de esos que entran en las series por el mérito de ser izquierdosos.

    O sea, es delirante que ese personaje pueda ser considerado intelectual cuando más bien parece un memo, como lo demuestra que él mismo se considere intelectual.

    En realidad la izquierda carece de intelectuales porque un intelectual no puede tener el pensamiento adscrito a una ideología política.

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  2. Tenía gracia como Paco León: al principio. Su papel fue aburriendo porque siempre era el mismo...y, claro, terminó cansando hasta la saciedad. Y luego, si resulta que va de intelectualoide buenoide y, por lo tanto, izquierdoide, pues no te digo más.

    Menuda panda.

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