martes, 30 de agosto de 2016

La eterna logomaquia de la Progresía

    


   Lo que siempre y por siempre, como las nieves eternas del Kilimanjaro, priva al Mester de Progresía es eso, el jugueteo con las palabras, el controlar ellos el significado común de las mismas, el arreglar el mundo sólo con palabras bonitas que de paso les permitan a, al margen por completo de sus reales y personales actuaciones, posar ante la Humanidad presente y futura como generosísimos corazones tendidos al sol de la bondad y de la fraternidad universal, esa eterna melopea de óptima autoconciencia en la que sobre todo consisten, tan guays.
   Como si en Política, como si en la Historia, como si en la vida, bastara con promulgar los requetesobados mejores deseos para que se tornen realidad, cuando más bien ocurrió y  suele acontecer justamente lo contrario, que las ideas celestiales acostumbran a traer consigo bien reales infiernos. Repara y apunta si no la de veces en que puedes ver, leer o escuchar en boquitas tan delicadas formulaciones más o menos como esta: 
   ¿Yo? Yo trabajo y abogo fundamentalmente por las ideas que contribuyan a hacer este mundo algo mejor y más hospitalario y humano para todos, y en el fondo, por hacerle más llevadera la vida a los más pobres y desheredados de la Tierra.

    Y hala, exorcizada toda culpa, quédanse así en la Gloria, encantados consigo mismo… y con su mecanismo.


      (Y estoy convencido también de que, si te gusta escribir, aunque sea sin mayores pretensiones, mis VEINTE RELATOS DE AMOR Y UNA POESÍA INESPERADA te servirán de inspiración y te aportarán ideas, modelos, motivos, recursos  y maneras concretas para que también tú –o a quien pudieras regalarle mi obra- te atrevas a emprender la aventura de escribir un libro.
12 E por correo ordinario a la dirección de España que me digas, no tiene por qué ser tu domicilio, puede ser la de cualquier local público que conozcas, el que sea.  15 E por correo certificado. Personalmente dedicado. Solicítamelo en  josemp1961@yahoo.es  )

No hay comentarios:

Publicar un comentario