De manera que, demostrando en el lance la irreprimible ansiedad de un
adolescente voluble cual piuma al vento,
¡dos días después! de hacerse con Rajoy
la estelar foto del Pacto, anuncia Albert
Rivera, en muy mala puñalá, que el Pacto no le obliga y… que se ponga el PP a
buscar pero ya otro Candidato. ¿Para qué entonces el Pacto y el doble voto a Rajoy? Está prodigando en pocos meses Rivera más saltos de la rana que el
mismo Cordobés cuando como loco buscaba
la Fama, qué poca vergüenza torera.
Rebobinemos: el propio Rajoy pareció
olerse la tostada, cuando dijo que ni
él ni Rivera pasarían a la Historia
por ese pacto. Antes, Felipe González había
elogiado a Rivera, y a su vez éste
con denuedo le defendió ante Coletas. De forma harto sorprendente,
o no, Sánchez apenas censuró a su ex
-socio Rivera el pacto con Rajoy. Entonces va Felipe G y apunta también, como Rivera, que el PP proponga a otro Candidato. Incluso Zp añade su granito de miel al asunto sobre la necesidad de pactar. Ya
tiene Sánchez su coartada de
alternativa al obcecado NO a Rajoy: las Fuerzas del Cambio. Si no cuela, terceras elecciones, de las
que espera un milagro de Navidad. Y
si cuela, la jugada, entre PSOE y Rivera en apariencia acordada es: presentan
a un Independiente de corte Progresista –no sé, un Forges, digamos- para un
gobierno corto, que, bajo el pretexto de liquidar a Rajoy, Podemos a
regañadientes acepte, manteniendo Sánchez
el mando el PSOE, y luego, ya veremos.
Pero la catarata de rudas criminalizaciones
(esa nube de sapos, culebras y gapos) de casi todos los que se suben al
estrado contra Rajoy, como si la
Historia del Mal se aquilatara en él, consigue en muchos espectadores, por
inicua y fuera de toda mesura, el efecto inverso, que acaban viendo en Rajoy la inerme y humilde víctima andarina de una manada de chacales,
rufianes, tardás y tales cuales. En
las piruetas de Rivera y de Sánchez se advierte asimismo el
insoportable escozor que las segundas elecciones les ha producido, hasta el
punto de querer ignorarlas, de tratar además de hacernos olvidar a todos esa realidad y probar de nuevo, a ver si
esta vez la falta de lógica y el puro capricho que mueve a las sociedades
posmodernas, obra el prodigio. Es seguro, verás, que alguna decisión judicial próxima contra el PP, inscrita en el plan,
corrobore a ello.
En esas estábamos cuando, con todo el campo a favor que la ansiosa impostura riverista y la terca
obstinación de Sánchez ante la
opinión pública brindaban, justo AHORA
decide Rajoy con una bicoca pagarle
a Soria, que hubo de dimitir como
Ministro por mentir, los servicios prestados. ¡Ni al gobernante más necio del
mundo mundial se le ocurre semejante dislate de soberbia arrogancia, que regala
un clamoroso balón de oxígeno en momentos
decisivos a Rivera y a Sánchez, a su plan, y que carga de razones giratorias a los gritones podemitas del puño cerrado en alto.
¿Cómo entonces piensa Rajoy que los
votantes indecisos van a creer en sus promesas regeneradoras? De nuevo una vez
más en la Derecha española un
impresentable desprecio a las normas más elementales de la Comunicación
Política. Así acabó Rajoy su desvestidura, contra todo pronóstico
apuñalándose él solito.
En tu último párrafo afirmas: "¡Ni al gobernante más necio del mundo mundial se le ocurre semejante dislate de soberbia arrogancia, que regala un clamoroso balón de oxígeno en momentos decisivos a Rivera y a Sánchez!"
ResponderEliminarEl ataque personal contra Rajoy se debe a su connivencia (cuando menos) con la corrupción. Y necio no es. Así que no regala un balón de oxígeno, sencillamente corrobora las acusaciones.
La actitud de Rivera, a pesar de las críticas que pueda recibir, queda, por tanto, como la más coherente comparada con todos los demás candidatos.
Impresentable esto de Rajoy, de acuerdo. En mi opinión, Rivera empezó a equivocarse al pactar en solitario con el PSOE.
ResponderEliminarsaludos, D
El PP se ha convertido en un partido socialdemócrata (y social cristiano).
ResponderEliminarEl PSOE se ha desplazado a la izquierda de mano de Pedro Sánchez. Desde el momento que aceptó pactos con Podemos en Ayuntamientos y Comunidades para pillar cacho empezó su deriva dejando atrás el sueño de Felipe Gónzalez de convertir al PSOE en un partido socialdemócrata a la europea.
Pedro Sánchez, que nunca la vio tan gorda, quiere ser presidente como sea desde el minuto uno (de ahí el NO ES NO) para que sus enemigos en el PSOE no le echen a la máquina de picar carne que tienen preparada.
España necesita un partido de centro derecha de verdad y ese podría ser Ciudadanos si Rivera se aclarara.