miércoles, 24 de junio de 2020

COMO NO TENGO ABUELA, YO MISMO LO DIGO





   (Ojalá puedan las dos desde algún lugar mejor que éste estar viéndome y leyéndome) Durante el estricto confinamiento, cuando apenas podíamos salir de casa, este escritor nada famoso que aquí lees, puso un “Diario del coronavirus”, de más de 61 textos y entregas compuesto, artículos, relatos, poemas, como personal contribución para junto a mis amigos en las redes tratar de hacernos todos  más llevadero y fértil el duro encierro. Sentí que debía hacerlo. 
   Sí, una “regalía” similar a la que muchas Celebrities forradas hicieron, para la derretida gratitud de las multitudes. En fin, ahí está ese diario mío, y sólo sus títulos dan idea del, para mí, objetivo valor del mismo: Uff, El misterio de los rollos de papel higiénico, El amor en los tiempos del coronavirus, Aplausos y silencios, Desde los balcones, Viejos, Eh, tú, chaval, dónde vas, Niños en los balcones, La medida del tiempo, Dos arcoíris,  Un niño en la cola, Va, Cuentos chinos, Esta primavera, Máscara, mascarilla, Flan, Rocambolesco y asombroso, Y de repente una chapuza, Saltarnos el confinamiento,  De ninguna manera, Esas personas, El viejo, el covid y la niña, En casa con el Big Brother, Del hara-kiri al cachondeíto, Una nueva Edad Media, Peli de miedo, Lo de verdad confinado, La Pasión de Gibson, Vivir, Desazón bajo la lluvia, Políticos, pudor y peste, Bergman en peste, Carretera sin manta, Madre Tierra y virus, El sol, La importancia de ver películas malas, Ideas que parecen buenas, Las rosas y el Bobo confinados, Sabrina otra vez, Penúltimas trumpadas, Con el sueño cambiado, Te mandan a la p casa, Amanecer, Esto hubiera preguntado, Me acordé de Ortega Lara, Sólo un soplo, Apego y desapego, De tanto lavarme las manos, Particularidad diabólica del covid19, Balcones menguantes, El virus de la política, Esa suerte no, Terrazas, persianas, cristales, Pádel tántrico, Una palmera de chocolate, Confinados al cubo, Propósitos para después de la peste, Tocados, Vuelvo con lo mío, Un sueño políticamente incorrecto…
En fin, que obtuve un montón de megustas y de meencantas, y que aquí sigue este escritor nada famoso con sus 111 ROSAS (10 E) en danza y en vilo, esperando que sus mejores amigos aquí que no lo han hecho, se lo pidan. Ya me gustaría decir otra cosa, la verdad.

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