Los guapos no se enamoran: se ven, se olfatean, se guiñan... despliegan el consabido ritual de su natural poderío … y mutuamente se reconocen miembros de una especie superior. Punto. El enamorarse es privilegio único de los feúchos: se descubren, se crean, se inventan el uno al otro, se invisten en el corazón y en el cerebro de una hermosura plena, de una luna llena, que sólo ellos pueden ver.
SOY ESCRITOR. #LeerLeerLeerEsUnGranPlacer. ¿Quieres quedar bien con un amigo/a? ¿Quieres quedarte tú pero que muy bien? Regala, regálate este buen libro. Mis 111 ROSAS -301 pgs, humor, aventuras, sentimientos, 10 e envío incluido- son como un sueño bonito. Contáctame.
No sé si es tozudez, tenacidad, o..más bien autoengaño, pero la realidad, te desmiente, una y otra vez
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