Cuánto más estrépito desatan las y los Ultrafeministas Oficiales y asociadas/os contra el beso de Rubiales, hombre del “Progreso” caído ahora en desgracia, más retumba su escandaloso silencio ante Tito Berni Prostituyente y ante las víctimas de la ley sueltavioladores. ¡Incluso ante el propio Rubiales agenciándose, al parecer con cargo a la Federación, jovencísimas acompañantes para sus fiestorros! Los cómplices sonidos del silencio entonces, que es… era uno de los nuestros. En fin, repitámoslo una vez más, aunque de poco a uno le sirva –como puede verse, al escritor sin Nombre, sólo perjuicios, ni un ejemplar más, sólo para poder seguir adelante, le trae el escribirlo-: Si Rubiales sin duda debe dimitir, ¿no deberían, por mil y un motivos más, también dimitir Irene Montero, Yolanda Díaz, Pedro Sánchez?
Un placer grande leerte, José Antonio. Me encanta. Voy a retomar el hábito de pasear por los blogs de los amigos, donde se publica algo muy propio dedicado a los próximos, amigos de verdad, más concretos y definidos que en las abarrotadas redes sociales. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Alejandro. Otro grande para ti.
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