Cuentan los cronistas de la cosa que ayer en el Palacio del Congreso, cuando cercioróse al cabo de que se confirmaban los más aciagos rumores en torno suyo, de que no se trataba entonces ya de simples infundios propalados por la Derechona, -que siempre/siempre desea el mal y la perdición de las más altruistas almas-, y que por tanto su destitución por obra y gracia –y qué gracia- del Señor de los Vientos era ya una realidad inapelable, cuentan que en ese momento al canciller Moratinos de súbito se le humedecieron mucho los ojos, que comenzaron a destellarle con un muy sentimental fulgor. Cómo no sería la cosa que un condottiero del grupo socialista, en viendo el muy triste drama gestándose en el tembloroso semblante, normalmente facundo, jocundo y hasta rubicundo, del ya ex-canciller, por tratar sin duda sólo de aliviarle el trago, ordenó ipso facto que un subalterno del grupo se encaramara al atril y en sede soberana proclamara desde allí bien alto y claro que por jamás de los jamases habíase visto un más logrado ministro español de los Exteriores Asuntos que el que en aquel mismo momento cesaba en su cargo.
Mas ocurrió entonces que el lenitivo de urgencia ideado, como era por otro lado previsible, lejos de amainar nada, sólo sirvió para arreciar la tempestad ya desatada sobre el rictus soliviantado del ex-ministro. Al ver su altísimo mérito tan aquilatado, al escuchar en la más principal tribuna de la Nación sus gestas tan parangonadas, sin duda vencido por la emoción de hallarse delante de su propia y mayúscula exaltación, y acaso también por la rabia de cavilar a la misma vez que, si eran sus logros tan enormes, cómo era entonces posible que el Señor de los malos Vientos así se los pagase, mandándole ahora precisamente a tomar vientos, y a tomarlos por do más amargan los pepinillos. Cuán desatinado talante era ése, debió acaso Moratinos en ese minuto fatal maliciarse.
El caso es que entonces, tal era la agitación que en su fuero interno se revolvía, mezclados allí los aplausos unánimes de sus conmilitones con la pena indecible del cargo cesante, la emoción no pudo ya por más tiempo contenerse. De pronto llenáronsele a Moratinos, y hasta el desbordamiento, las cuencas de sus ojos de muy abundantes y copiosas lágrimas, y hasta en un tris hallóse incluso de ver escapársele de la suya boca, ajeno al propio control, algún hipido y todo. Se le vió a Moratinos a duras penas enjugar unas muy amargas lágrimas.
Y también en ese momento, al contemplar al ex-canciller en tan grande tribulación, el ver a un hombre de humanidad tan inmensa ganado por la derrota y el fracaso, de repente poco más que un jubilado cesante atravesado por el desconcierto y el llanto, qué quieres que te diga, lector mío, toda la animosidad que a uno le pudiera indisponer contra Moratinos y sus hazañas, también al punto cesaron, y algo parecido a la compasión noté brotar en mí hacia él. Un hombre capaz de verter lágrimas verdaderas meréceme a mí respeto y afecto. ¿No dice algo bueno de él el ser capaz de expresar con esa civilidad un sentimiento? ¿No es acaso mucho mejor, en la sima misma de la derrota, una furtiva lágrima que un rodillazo, como el que el otro día Evo Morales propinó a un rival futbolístico que le ganaba? ¿Qué hubiera sido del garboso ZP, y de su partes, si al conocer su defenestración, hubiera Moratinos reaccionado igual que el rabioso adorador de la Pacha Mama?
Así es que, lector mío, al contemplar al ex-canciller Moratinos allí, tan abatido, como un viejo junco tronchado por la corriente, de haber tenido uno verdaderos poderes, con el mismo Viento habría salido disparado hasta Shanghai, en volandas me hubiera traido al bebé gigante de la Expo, que hasta en la foto de aquel día la propia expresión de la criatura y el círculo que coronaba la chola del canciller eran ya muy fúnebres augurios, y con gusto le hubiese ofrecido el muñecote a nuestro ex-canciller, para que por largo rato a Miguelín se hubiese abrazado y entre esos brazotes hallado alivio seguro, que debe una cosa así cauterizar mucho las puñaladas traperas que las ventoleras de la vida deparan. Tanta era su aflicción.
Me lo temía. Otro cachorrito del PP que en la carrera aprendio que la politica es como un barça - Madrid.
ResponderEliminarTiene usted un gran futuro en algún canal de TDT, pero como escritor no me convence.
Demasiados esfuerzos para hacernos creer que es usted una persona culta: Mucha pedanteria en su lenguaje, foto con corbata, etc, pero en sus mensajes deja ese transfondo de cateto trasnochado que es incapaz de criticar, como el partido que vota, le roba a la cara.
A ver, señor Fran,por favor, que eso de llamar cateto trasnochado a quien no le guste, y es muy respetable su gusto, no es propio de la inteligencia y de la tolerancia que en usted, estoy seguro, se reúnen a mansalva.
ResponderEliminarHablaba de su mensaje Sr. del Pozo, a usted no tengo el gusto de conocerlo.
ResponderEliminarTengo la fea costumbre de suponer la profesionalidad. Así, espero que un barrendero, recoja la basura, un panadero me venda pan y un analista politico sepa ANALIZAR.
Ultras ya encontramos en todos los fondos de los campos de fútbol. Solo pido eso amigo, un poquito de SERIEDAD.
Que le pongan una medalla en el culo de tanto tenerlo doblao...con sus inestimables oficios nuestra diplomacia al nivel de una alfombrilla de baño, tendrá que esforzarse bastante la sonriente señorita Trini para hacerlo peor...tanta paz lleve.
ResponderEliminarMe da muchísimo gusto pasar por tu blog, muy buena valoración. Lo paso en Twitter.
ResponderEliminarCordiales saludos
Llorar es de humanos. Como también es de humanos jorobar al prójimo.
ResponderEliminar¿No se estará volviendo usted blando de corazón, Don José Antonio?. ¡Mire que las lagrimas de cocodrilo existen!
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bien narrado.
ResponderEliminarEn cuanto al protagonista de la entrada, puede ir orgulloso del trabajo realizado arrodillándose (o tal vez no, tal vez en el fondo era igual que ellos) ante dictadorzuelos de poca monta. Pero bueno, siempre hay alguien más mediocre que te hace competente, y a la Aído no la gana nadie.
Saludos.
Echaremos de menos a Moratinos. Sus diálogos en lenguas extrañas, su sonrisa buenachona, su inutilidad de razonamiento ante los problemas más básicos. Anda que aguantar a la sobrá de la Trini, nos va a costar; claro que siempre no quedará la hazaña de Tomás Gómez para bajarle los humos. Felicidades por el blog. Fran, tú si que vas de sobrao, ya quisieras tú estar a la altura de cualquier cateto trasnochado. José Antonio, como dice Suko, siempre hay alguien más mediocre que te hace competente.
ResponderEliminarNo se..a mi no me gusta hacer leña del arbol caido, menos en el caso de los políticos. Moratinos debía haber sabido lo que le ocurrió a Alonso y a tantos otros (Patxi López por ejemplo). Es la especialidad de Rodríguez, usar y tirar aunque me imagino que cada uno piensa que a él no le puede pasar.
ResponderEliminarYo de Moratinos no lloro, le hago la de Evo y esa noche me ahorro el Valium.
Me ha gustado mucho el post, un saludo.
Me ha gustado tanto su blog y su visita, que paso inmediatamente a ser seguidora y rendida admiradora. También yo atizo al respetable mundo de politontos, en una cosa sencilla llamada La Idiota internacional s.l. blogspot.
ResponderEliminarEspero de nuevo su visita.
Han visto ustedes esto?
ResponderEliminarQué no habrán hecho ya a estas alturas.
Debiéramos nombrar alguien de guardia permanente porque viene peor que la del 2006.
Les copio algo de lo que le contaba Teo Uriarte a la Maria Antonia Iglesias “Cuando se plantea la negociación formal con una declaración del Congreso de los Diputados dije: Madre mía, ya les han ascendido a teniente general a todos, ¡Qué van a pedir ahora ellos.
Negociar: el mayor honor que se le puede dar a unos tiñosos que no se han cambiado la camiseta en quince días”
Fran, amigo, a mi también me parece que D. José Antonio va por la derecha, pero eso no quita que reconozca que conduce bien. Y como la carretera es suya, te animo a que derives presupuesto para construir la tuya propia y que nos invites. De ese modo podremos tener la visión completa de una misma realidad. Y como no le he leido que me pida el voto, pues me quedo tan ricamente leyéndolo. Y respetándolo aunque podamos diferir en algunas ideas.
ResponderEliminarExpón tus argumentos sin acritú. Jraciñas.
Maribel: ¿una medalla en los carrillos postreros de Moratinos? AAYY! Gracias por su paso por acá
ResponderEliminarMartha: gracias por pasar el mío blog al twitter, que, aunque no sé del todo muy bien lo que es, estoy segurísimo que ha de ser benéfico y favorable para la difusión de mi humilde blog, por lo que le quedo de corazón agradecido y en deuda
Neo: es que, como nos enseñó Miguel B, los chicos también lloran. Saludos, genio
Javir: sí, soy blando de corazón, que le voy a hacer, y lo malo es que los cocodrilos existen. Un abrazo.
Suko: gracias por sus palabras de elogio. Su blog también me gusta.Hay que reconocerle a Moratinos que con aquello del undengue belengue estuvo total, qué crack
Paula: gracias, muchas gracias por contar con su aprecio. Tiene razón: si a Trini ni los madrileños socialistas la quieren, y dice ZP que el que gana es el mejor, ¿a qué viene entonces recompensarla con lo de todos a lo más alto y no de su personal parte? Debe ser la redistribución socialista, tan famosa.
Candela: lo de Evo, perdóneme el facil juego, ¿debe doler un huevo, no? gracias por su gentileza, tu blog es también muy ameno
Marcela: pues me rindo yo también a sus palabras, que son de las que alegran un año. Por supuesto que me pasaré por su blog. Gracias muchas
Rubín: gracias y bienvenido aquí. La frase que pones de Uriarte es brillantísima, qué dijo la iglesias entonces?
Cesar: es que yo creo, amigo mío, que se puede discrepar de cosas y convivir y hasta en alguna medida admirar un razonamiento o lo que sea. El que las ideas de Sabina no sean las que yo más estimo, no quita para que admire algunas de sus canciones. Gracias, una vez más, por sus palabras.
Muy buenas.
ResponderEliminarHe llegado aquí desde Facebook, por el enlace de Martha, y voy y me doy de manos a boca con un elemento de esos tan graciosos que se dedican a ir por los blogs impartiendo lecciones, ¡ja ja ja!
Son divertidísimos; yo tengo muchos en el mío, pasa que no suelo publicarles porque sé que esto los pone de muy mal humor. Es mi contraataque a sus bobadas e insultos.
A mí me gusta el artículo, está cargado de ironía.
Estoy con Leona Catalana, Cesar y otros: un desacierto los comentarios de Fran. Puedo entender que discrepe de los planteamientos de Jose A. del Pozo, pero creo que cae en innecesarias descalificaciones al etiquetarlo de cachorrito del PP y otras irónicas lindezas. Están de sobra.
ResponderEliminarSin embargo, he de decir que sí estoy de acuerdo con Fran en que la política no puede, ni debe, ni debería ser un constante y cansino "Barça-Madrid", puesto que eso hace que se extremicen las posiciones... las ideas y los calificativos que se despachan a los de uno y otro bando... Error en el que por cierto, incurre también Fran, con comentarios como los publicados aquí.
Por otro lado, cada uno tiene su retórica, y su forma de expresar las cosas. Y, a uno, que es libre, le puede gustar o no, pero no por ello tiene por qué descalificar a quién lo escribe ni como lo escribe.
Coincido de nuevo con Leona Catalana en que el de Jose Antonio es un post lleno de ironía, y ojo, que la ironía es signo de inteligencia, guste o no la retórica empleada.
Buen post. Aunque, como alguien decía más arriba, tampoco me gusta hacer leña del arbol caido, ni aunque sea alguien con el que no tenga feeling... ni me resulte convincente, lo cual no desmerece su capacidad, formación y experiencia, si no en cualquier caso, los errores de estrategia política de ZP y Moratinos.
Por lo demás, no puedo opinar personalmente de Moratinos, puesto que no lo conozco, solo conozco lo que de el se dice cuando sale a la palestra mediática. A primera vista me parece buena persona y alguien que trata de hacer lo mejor posible su trabajo. Otra cosa son los resultados y la imagen exterior que proyectan estos en el resto del mundo respecto de España y sus dirigentes. Personalmente creo que la imagen exterior de España ha decaido muchísimo, dando claras muestras de debilidad y desorientación o falta de timón.
Saludos y ánimo con tu blog!!!