Uno de los sabios consejos que sobre política exterior Moratinos gimoteante reconoce ahora haber aprendido de ZP quizás fuera aquel inolvidable por el que el impar presidente empeñóse, contra la más elemental prudencia diplomática, en subrayar el carácter fracasado de la orientación política de Ángela Merkel. Merkel, con algo de Ángela Lansbury en las trazas, díctale hoy a ZP –en realidad, ay, nos lo dicta a todos nosotros- el aceite de ricino del severo castigo presupuestario, por ver si algún remedio aun es posible al crimen del despilfarro que la luminaria socialista ha ido en estos años escribiendo.
Muchos parabienes de la clase periodística, a la salida del rediseño zetapeico de la gobernanza, han recaido sobre la figura triunfal de Trinidad Jiménez, catapultada nada menos que al mando y a la representación de toda la acción exterior española. Y creo que, sea uno del Barsa o del Madrid, o del Osasuna incluso, estaremos todos de acuerdo en señalar a Trinidad J –la señorita Trini, que dijo Alfonso G antes de que un patanesco alcalde popular les regalara un balón de oro- como la indudable poseedora del record mundial de televisivas sonrisas, prodigadas eso sí, con cuanta luminosidad a ella en el lance adorna. Lissavetzski, que llevaba, por delegación de ZP, la cosa de las medallas, sin duda cautivado por claridad tanta, quiso en Madrid ponerle una bien grande y hasta ofrecióse con ella a marcarse un inolvidable vals de las mariposas, adminículo este último hoy de moda en todo esponsal que se precie. De ahí el triste careto de viudo consorte que a Lissavetzski le ha quedado. Pero tanta sonrisa, por espléndida que sea la misma, no debe ocultar al observador perspicaz el muy real fracaso que en el fondo de la misma, como una caries sólo entrevista, se agazapa. De fracaso en fracaso hasta la victoria final, gracias sólo al favor zetapeico.
Veamos: fueron primero los ciudadanos madrileños quienes a Trini J y a su chupa de cuero para la alcaldía rechazaron, prefiriendo a su faraónico primo, que ya es preferir. Luego se fue a dirigir iberoamericanos asuntos, y en su línea, de decidida oposición al primate Chávez, vióse entonces relegada por los simiescos compadreos con el ínclito de Moratinos, ministro de la cosa, que váyase ahora a saber sin en ello seguía o no otro de los sabios consejos zetapeicos. Entregada hasta el quicio a ZP accedió a la orden de éste para pelear más tarde por la batuta del socialismo madrileño: bueno, pues incluso entre sus propios conmilitones, pese al regalo trinitario de millones de sonrisas –a mí, lo reconozco, amado lector, me viene de frente Trini, me sonríe, me regala una rosa encima, aún con espinas y todo, no te digo ya si además me besa, y es que hasta mi blog se lo regalo-, hubo de verse desautorizada, optando ellos, que tampoco es moco de pavo, por un señor de Parla. Sentenció entonces ZP, a quien, ya se ve, también en asuntos nacionales la suma sabiduría alcanza, que es “el que gana es el mejor”.
Entonces, si uno no tiene siquiera el beneplácito de los “queridos compañeros”, si, como el presidente sostiene, demostrado está que los hay mejores que uno, si sólo puede uno apoyarse en el personal favor de aquél, cómo con sentido común, si no es por la pura apetencia de Poder aceptar el regalito –que todos, otra vez ay, sufragamos- del más de los más poderosos. ¿Resulta acaso injusto concluir, a la vista de los desnudos hechos, que sólo es Trini, emperifollada de sonrisas, poco más que la favorita del Presidente?
Imagínate, querido lector, qué sonrisa en verdad íntegra y honda, sobre todo para sí misma, que es lo más importante, hubiera podido enarbolar Trini J, si ante el presidencial ofrecimiento, hubiérale dicho ahora… NO. No, majo, hasta aquí ha llegado mi abyección. Y hubiérase alejado entonces hacia el fondo del escenario Trini J, de espaldas a los focos y a los flashes, sí, pero con el afecto sincero, aunque anónimo, de millones de observadores, del Barsa, del Madrid, y hasta de la Cultural leonesa.
Vemos, pues, en el caso Trini, una parábola más de la verdadera religión hoy dominante: la del éxito, y como sea. Trinidad Jiménez es ya Ministra de Exteriores. Ya tiene, como diría Empar, el cromo que buscaba ella desesperadamente. Cuenta ya con el Mundo entero como ideal platea para lucir su –esta sí que sí- sonrisa planetaria. Alabado sea ZP. Pero se sabe también que en esto de reír, el último de la fila a veces es, como si hubiera ganado de verdad unas elecciones en las más íntimas urnas del alma, quien mejor sonríe.
Si Trini vuelve a fracasar en el asalto a Madrid, no lo dude D. José Antonio, será recompensada con el cartel de candidata a la presidencia del gobierno. Es la excelencia del fracaso.
ResponderEliminarUn abrazo
El felipismo le ha permitido a Rodríguez mantener la cartera de exteriores porque no piensan cambiar nada en este sentido. Visto así tanto les da Trini que la abeja Maya, que también es muy simpática.
ResponderEliminarTrini puede...emular al de los pucheritos :
ResponderEliminarInterpreta el desprecio cubano a la UE como "expresión de cautela"
Como diría la consejera de Trabajo catalana, un leve accidente diplomático.
Somos los humanos, querido escritor, desde tiempos antiguos, acrecentándose el hecho en algunas irreductibles tribus y naciones, por ejemplo Troya, a arrojar por los barrancos o a ignorar de por vida a aquel que no cumpla con las máximas expectativas y que posea mácula por insignificante que ésta sea, a despreciarlo y apartarlo de la vida pública y muchas veces a crucificarlo para siempre jamás, amén. Y no pensamos, como aseveraba Rosalía, que un hombre-mujer no se mide por las veces que cae sino por el número de ellas que puede levantarse. Y le aseguro, profetizo, que alguno que ha caido al menos dos veces, llegará en las próximas elecciones a Presidente de gobierno de España.
ResponderEliminarHagamos leña del árbol caido, pero sólo para ahorrar en energías no renovables.
Saludos cordiales.
Moratinos llora, Trini Jime.
ResponderEliminarCon lo guapa que está esta señorita cuando está calladita!
ResponderEliminarJavir:mejor del gobierno mundial, don Javir. Trini a la ONU! Saludo
ResponderEliminarCandela:y no hay problema que no solucione ella
Aitor: ¿Trini llorando? Mejor que ría. Gracias por estar aquí
Cesar: son ellos quienes hacen leña de nosotros
Neo: ¿Jime Trini? Sí, seguro que los de Trini son jemidos juanrramonianos
Aspirante: eso es lo de Neruda, me gustas cuando callas y lo que sigue. Trini que ría, que ría sin parar