¿Y si estuviera en realidad Gallardón entrenándose por si se confirma el Urdangarín dead-man-walking y correspondiera a su ambición, sólo para salvar el Reino, claro, ocupar ese goloso Ducado? ¿Cómo entender si no semejante unción aristócratica, tamaña perfección procedimental –la redonda comba de esa espalda doblegada, el preciso abrochado de los ojos, la meticulosa pituitaria justo sobre las manos vueltas de la Dama, el exacto engarce de las propias entre las delicadas manecillas de la hembra, incluso el justo rubor en la color del oferente- un tan medido acompañamiento y homenaje en el besamanos de manual a la más noble Señora del periodismo patrio? Se comprendería entonces mejor esta imagen algo anacrónica, y de paso entenderíamos bien el afán en la contratación del célebre Mayordomo, que, en estos asuntos de aire tan british, han de saber ellos asesorar de lo lindo.
Celebrábase un homenaje al padre de la más noble Señora del periodismo patrio, pianista y crítico musical fallecido mes y medio antes, cuando el madrileño edil, llamado sin duda a ocupar muy altas responsabilidades, entendió que en modo tan desusado y gentil había de cumplimentar en público a la susodicha Dama.
Y aunque de aplaudir sea la necesaria cortesía que ha de regir en el trato con el oponente ideológico, resulta un punto grotesca, por exagerada, por la esperpéntica devoción implícita en la misma, la pictórica composición que el Alcalde aquí nos brinda junto a quien en el más tabernario de los lenguajes imaginables –acaso por eso sea una de las más renombradas periodistas y principal starlette de La Noria telecinca- ha criminalizado las ideas y valores políticos que Gallardón dice representar.
Ese contraste entre el estilo incalificablemente vulgar y violento de la Señora periodista, que nunca se para en barras a la hora de motejar –también desde el Poder, como jefa de los informativos felipistas- una y otra vez a la Derecha española de fascista, golpista, clasista y demás istas de la lista izquierdista, espumarajos suyos incluidos, y el bobo vasallaje honorífico y caballeresco que Gallardón le ofrece es lo que torna aberrante en grado sumo la estampa. Recordemos que tan floripondioso Regidor con la noble Señora, denunció a Jiménez Losantos en los tribunales por un quítame allá esas pajas acerca de cómo debía un alcalde mejor honrar a las víctimas del 11-M, asunto éste cuajado de muy negros agujeros, más y más sordidos a cada día que pasa.
Hombre, puestos así, qué mejor que haber redondeado ya el cuadro: Gallardón, de hinojos postrado ante la suya Señora, reclamándole un público abofeteo por tener un ser tan faccioso, sólo para poder colocar luego de nuevo ante la Historia –esta vez como farsa- el celebérrimo “Manos blancas no ofenden, Señora” y eso.
mas allá de la cara sea o no el espejo del alma, a una cara con una boca como esa que ha soltado en público más mierda que la cloaca máxima, no sé yo si la besaría. Bueno, sí sé: seguro que no.
ResponderEliminarjnq
solo dejarte un saludo y agradecerte tus visitas
ResponderEliminarVerónica desde VERONICA Y SUS PASTORES
Por el amor de Dios...quita esa foto tan pornograficamente servil y advierte que tu blog es sólo para adultos...tal impresión visual me ha impedido degustar tu texto como se merece...es un consejo.
ResponderEliminarSaludos
gallardón, josé antonio zarzalejos nieto and cía participaron en el "linchamiento" y acoso judicial a don federico......
ResponderEliminar¡Qué asco..!
ResponderEliminarO la llevaba de Agua del Carmen o se coció a primperanes.
No, si al final va a resultar que Gallardón es un héroe.
Es una pose para la galería.
ResponderEliminarAl final igual resulta que todos somos personas. Pero, ¡ay!, entre tanto...
ResponderEliminarY Wyoming era muuuyyy bueeenoooo...en cambio para Federico palo y tentesieso por cantar las verdades del barquero.
ResponderEliminarEste tipo es vomitivo, está con el culo encogido de emoción desde que se vio- por fiiin- en las listas, hay que ver los sapos que nos hace tragar Mariano.
ver la aretrataura y salir corriendo a vomitar a sido una ...¡ joder Jose Antonio !
ResponderEliminarMaria Antonia Iglesias es la guerra civil concentrada en 1,40.
ResponderEliminarUn ser bilioso,sectario,que rezuma rencor y odio.
Da pavor pensar en esta sujeta setenta años atrás, al frente de una cheka, decidiendo quién vive o quién muere, quién sube al camión con destino a Paracuellos o quién se va a casa con el miedo en el cuerpo y el terror en la mirada.
Y de Gallardón...¿qué decir?.
Era el "ahijado" político y el preferido de Polanco, el "niño mimado" de PRISA.
Gallardón con la vidente de Poltergeit!!!.
ResponderEliminar¿Se lavó la boca después del beso?
Un abrazo.
Cuanta hipocresía y fantasmas tenemos que mantener, valla dos al cual el peor.
ResponderEliminarDesde luego, menuda hipocresía. No trago a ninguno de los 2!
ResponderEliminarNo pensé que nunca vería una foto así, aunque están pasando tantas cosas absurdas que ya nada me sorprende.
Fantástico post, como siempre! Saludos J. A.
Siguéndote José, con mucho placer, un saludo desde BS.AS.
ResponderEliminarTu lo has dicho muy bien: "Lo valores políticos que dice representar"... Porque tanto como llevarlos a la practica... ¡Va a ser que no, que mas parece un "sociata" del SOE que un "pepero"!
ResponderEliminarJua jua jua La señora del fondo debe de ser la esposa o hermana del mismo que en el Nou Camp asistió, todo estirado, a la escena en que Mou le metió el dedo en el ojo a Vilanova. ¡Al loro su pose toda tiesa y su cara como de asco!
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