jueves, 9 de febrero de 2012

Rodriguez Ibarra, Chacón y la falda de su Pensión



     Cuántas veces no habrá alardeado el guerrismo de llevar consigo el estandarte vivo del difuso rencor social de los españoles pobres. Siempre fue Rodriguez Ibarra uno de su mayores mentores, el portavoz de lo que vino en llamarse el socialismo de Puerto Hurraco, esa mezcla abrupta e indeterminada de demagogia, envidia y ansia justiciera barboteando en el inconsciente colectivo de sus modestos seguidores. Como si de alguna forma el fondo determinara la forma, así eran también el estilo y las proclamas habituales de Ibarra: broncas, rudas, híspidas, ásperas lascas de sílex contra el cogote del adversario.
     
    Necesitó Maese Rubalcaba en Sevilla el postrer esfuerzo de los saurios del Partido para in extremis comerle la tostada a la niña de Felipe, y a su tosca manera pero con renovados bríos se aplicó Ibarra: Chacón es Zapatero con faldas, sentenció como lapidándola. Pareció la fatwa de un premier iraní. Una pedrada de antología, eso sí, rotunda y eficacísima, que en cinco palabras sintetiza a la perfección todo un tratado despectivo con el que penetrar en el reptiliano inconsciente de los delegados. ¿No le gustaba a Chacón perorar en eslóganes? Pues toma concentrado de eslógan en toda la frente, niña. A la misma vez el amor declarado de Felipe G y el desprecio patente de Ibarra, el ying y el yang, el poli bueno y el poli malo: la paloma, por los suelos. Se equivocaba Chacón, se equivocaba. 
      
    No se sabe que asombra más en la sumaria condena, si la velada negación de Zapatero (de cuyo ascenso y mantenimiento fueron también el guerrismo en genérico e Ibarra in person decisivos mantenedores) o la confesa misoginia del aserto. ¡Si tal hubiera propalado un líder conservador, que jarekrisna sobre el retroceso de siglos en la consideración de la Mujer no le hubieran montado! Bula portohurraca, esta vez.
   Ahora, como si fuera la venganza un plato que se sirve también en caliente, aparece en la prensa la fabulosa pre-jubilación conseguida por Ibarra, ese abanderado de los desposeídos: a los 61 se garantizó sin dar más chapa ya su sueldo íntegro, más una paga extra como gratificación, de resultas de lo cual, ganaba más dinero entonces que permaneciendo en activo. ¡Para que el Tribunal de Cuentas en informe oficial señalara que estas pre-jubilaciones se aplicaron sin cobertura legal, que eran discriminatorias y que por lo mismo de inmediato debía cerrarse dicho plan!
    No sé si el domingo cantaría Ibarra puño en alto la Internacional, esa maravilla, en Sevilla  bajo la lluvia… de parados. Le resta a los chaconitas acuñar otra frase/pedrada a la altura de la original: Rodriguez Ibarra es... Roldán en gayumbos. No, yo creo que muñirán ellos alguna mejor.
    

5 comentarios:

  1. goathemala - Pedro9 de febrero de 2012, 11:47

    Rotundo, caústico y magnífico.

    Saludos, Pedro.

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  2. Sabe que se te ha olvidado comentar José Antonio que la pensión esa era para profesores numerarios de la universidad y todavía falta por ver que él lo fuera. Que sí, que entró de PNN (para los nuevos: profesor no numerario) pero que yo sepa (y que sepa administraciones públicas y universidades) jamás accedió a titularidad y/o a cátedra. Aunque puede que esté equivocado.
    Salu2

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  3. que cara mas grande y encima once millones de votos

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  4. No podría decirse más claro!
    Un besin

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