domingo, 11 de marzo de 2012

Todo lo que sé sobre las chicas


    
    Me ocurrió hace ¿pocos? ¿muchos años?... No lo sé, empiezan a confundírseme ya las Edades de los Hombres. El caso es que, armado de valor, me acerqué a una chavala por la que sentía yo una admiración digamos que… epidérmica. Compartíamos, junto a una quincena de compañeros, un cursillo literario. Por azar, supongo, habíamos llegado ese día ella y yo antes que el resto al inicio de la clase. Nunca he sabido bien cual es el tipo de cosas que se le dicen a una chica a quien no conoces de nada y a quien buscas como sea resultarle interesante. Pero como en esta ocasión, a la vuelta de un fin de semana en otoño, la moza de marras se presentó en el aula con un bronceado fastuoso sobre el rostro, un moreno que, del lustre que desprendía, pedía casi ser acariciado, no tuve que cavilar nada, pues las palabras resbalaron por sí solas de los labios, como si fuera yo en el lance un adolescente bobalicón de ínfima película norteamericana al que se le cayera la baba ante la maciza de sus sueños:
-oye, Laura, pero… qué morenita estás, es increíble el color que tienes, ¿te escapaste este finde a la playa? ¿has tomado el sol, verdad? es… es increíble el colorcito tan maravilloso que luces, es… es…
    Creo que hasta sin querer mis manos se extendieron un poco en dirección a la barbilla de Laura, conato que, por supuesto, de forma inmediata reprimí. Ella encajó con naturalidad mi azoramiento, por completo distendida mientras soltaba los bártulos, sin prestarme excesiva atención:
-¿de verdad? ya ves, una que sabe, tiempo libre, esas cosas
   
    Lo peor fue que persistiera yo en mi penoso embobamiento, como si hubiera hallado de forma inconsciente en la situación una buena excusa para trabar candoroso palique con Laura, en vez de fijarme, por ejemplo, en sus ojos pintados en azul Prusia. Y seguí, como si ahora también se me resbalaran las gafotas hasta la punta de la nariz:
-en serio, en serio, Laura, es que tienes un color de piel fabuloso, de verdad, de verdad, estás estupenda, estas morenísima, ¿tomaste vacaciones, no? qué piel tan saludable, increíble, es… es…
    Ahora sí que Laura detuvo su accionar y me enfocó directamente a los ojos. Quiso así averiguar si acaso estaba yo gastándole una coña. Vió claro que no era ese el caso, lo que hacía a su parecer más lamentable el mismo, pues con gesto contrariado de una vez me espetó:
-Joder, José Antonio, ¡es que voy maquillada…! ¿De verdad que no te habías dado cuenta?...
   Glups. No sé si ella se sonrojaría algo, pues, en efecto, el maquillaje  enmascararía entonces su rubor, pero el rojo que a mí me subió de golpe al rostro en nada tenía que envidiar al de las sandías más logradas del verano. Glups. “¿Te pasa algo?”, me dijo en ese momento un amiguete guaperas, que por fortuna no había estado al tanto del lance, que era ya para mí trance.  “Nada, nada, creo que tengo algo de fiebre”, resolví como pude.  Sí, mi fieeebre.   

24 comentarios:

  1. Mujeres, seres maravillosos; principio y fin; incomprensibles para los tristes mortales; trascendentales y frívolas, sabias e imprudentes; conservadoras y arrojadas, blanco y negro... Sencillamente mujeres

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  2. Muy divertida la anécdota. A todos nos han pasado cosas así. A las mujeres también, no creas, aunque desde otro ángulo, claro.
    Un abrazo

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  3. No te ha pasado ese trance a tí solo, claro ya lo reconoces en tu escrito, bien descrito, jejhe, 'es cosa de hombres'. Un saludo cordial.

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  4. Jajaja, pobre. Pasarías un mal rato, pero sería porque la chica se pasó con el maquillaje porque si no... jaja. Desde luego no creo que tuviera dudas de tu admiración. Bonita anécdota, José Antonio :) Un saludo

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  5. Pues te digo una cosa: Yo sé menos. Lo averigüé con el tiempo.

    Un abrazo

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  6. Jose Antonio, de mujeres podríamos hablar una eternidad y no aburrirnos nunca; dejarnos de diatribas políticas que no conducen a ninguna parte y disfrutar de la mejor compañía que un hombre puede hallar.

    Un abrazo

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  7. Hola!!! Lo primero pedirte disculpas por tenerte abandonaíííííto!!!
    Bueno, eso te pasó en aquellos años que eran también los míos, ahora somos más imprudentes???? en fin... que Mecano era mi grupo favorito y yo vibraba con esas canciones y todavía me acuerdo de las letras!!!! (La canté mientras la oía!!!
    Besos cariñosos desde Cáceres.

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  8. erarnstod esonesioPoca cosas sabes de las mujeres. Hay que ser un poco "zoquete" para no darse cuenta que era maquillaje, o quizás, fue tan bueno que no se notaba. La próxima vez, por favor, pídele la marca y lo publicas en el blog para el resto de la féminas. Muy bien contada la anécdota. Saludos

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  9. Si hubiera sido yo...
    .- ¡Joder!,(un virgen, un alma pura, incauta, que solo a pueblerinas conoce, con su natural belleza y no esta postiza.)
    ................................
    .- Jose Antonio, ( debe tener poca experiencia sexual con pilinguis).
    ..........................
    .- Al menos te has fijado en mí (yo esperaba pescar a Pablo, pero en fin, a falta de mero, no pierdo el viaje en la pescadería).

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  10. No te pongas así hombre, ahora los maquillajes ni se notan y a ninguna mujer le amarga un piropillo...

    La próxima vez, fijate más en el escote jaja!!!

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  11. jaja! tienes una gracias para las anécdotas.
    Pues no hay nada más encantador que un hombre mirándote arrobado diciéndote lo guapa que estás ese día sin darse cuenta de nada "no se, te veo diferente" dicen jaja, lo malo de esa incapacidad cromática masculina es que tampoco visionáis las motas de polvo pero en conjunto compensa, por eso yo a mi marido no le animo para que vaya al oftalmólogo :-)

    De todas formas ¿a un cursillo literario un lunes llegando la primera para pillar sitio y maquillada? el profe debía ser interesante.

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  12. No te preocupes, eso le pasa a cualquiera.

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  13. La mujer ¡esa gran desconocida! que diría Pablo Motos. Con qué facilidad se puede meter la patita y toda la pataza cuando se emboba uno ¡ay! claro que con Halle Berry yo me embobaría como San Virila con el pajarico...
    Salu2

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  14. Menos mal que iba maquillada, José Antonio. Podía haber sido de Kenia, y tú, deslumbrado por su belleza, sin enterarte.

    Buena anécdota, nos puede pasar a cualquiera.

    Abrazos.

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  15. ja ja me encantó la anécdota.
    Defiendo al género, pero qué aburrido sería un día sin uds.
    Besosssssssssssssssssssssss

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  16. Pos si que sabe uste bien poco jejeje
    Un beso

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  17. El amor, el amor,,jejejej, lo importante es intentarlo...el vendedor que no muestra no vende..jejej, La verdad eres genial..me encanta lo que escribes y como lo escribes...por cierto...La manifestación de ayer..¿qué?...espero ya con ansia tu comentario...vaya caradura que tienen...ahora se dan cuenta de que existen parados....

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  18. Las mujeres -mi buen amigo- tienen otras ideas, otras necesidades, otra manera de contemplar la vida y de esperar cosas de ella, otra forma de vivir y desvivir las emociones, otra escala de valores, otras intenciones, ocultas o no... Así que, de nada vale empatizar con ellas, a riesgo de cagarla constantemente. Un autor de esos de difusión ha sugerido que ellas vienen de un planeta y nosotros de otro. Bue... no será el caso, pero la alegoría es perfecta.

    Saludos.

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  19. http://www.youtube.com/watch?v=hRdVg_JATII

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  20. ¿Cursillo literario? ...“ El Blues de la Nocilla "

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