Muy señora mía:
Verá, Soraya, ando en estos días en el mío blog dándole vueltas y
revueltas a la tormentosa “aventura africana” del Rey, doblando al fin el Cabo de Buena Esperanza consistente en
desearle a la Reyna Sofía que se desquite ella del Borbón bribón haciendo un personal remake con Robert Redford de la sensualísima secuencia en la que con sumo arte
le lavaba él toda la rubia cabellera a Meryll
Streep cuando aquello. Ese cielo la Reyna se lo tendría bien ganado, creo.
Reparaba también en el carcelario papel de alcaidesa que se pidió
protagonizar usted en el africano lío real. He aquí sus palabras, anteriores a
la más mínima declaración del Rey: “Don Juan Carlos está siguiendo de forma directa todo lo relativo a su viaje… es conocedor del comprensible malestar e indignación de la sociedad… por lo que el
PSOE espera que se dirija a la
sociedad y diga algo al respecto”. Admira la insólita prepotencia con que
siendo solo portavoz parlamentaria del partido de la oposición permítese usted
hablar en nombre del Rey,
incluyéndolo maniatado en el papel que en el discurso que a usted le conviene
nada menos que al Rey de España le adjudica, ordenándole de paso la puerta
única de salida que al reo le queda.
Reparé luego, Soraya, en su
nueva imagen para el público. Como a la mayoría de los que se quitan las gafas
para colocarse lentillas, se le ha quedado a usted, permítame alcaidesa real el
atrevimiento de decírselo, una expresión algo triste y como sufriente sobre el
rostro. Parecen sus ojos expresar incontables y soterrados dramas con el solo
mirar. A cambio su nueva melena –sin entrar en si es la misma natural como la
vida o producto de artificiales extensiones- le discurre torrencial a ambos
lados del óvalo, majestuosa y aleonada. Esa disonancia icónica, batida con el
tono de sus muy severas palabras sobre el Rey
de España, como un ordeno revuelto en una pena, aunque movía a confusión,
no dejaba de turbarle a uno, neurasténico bloguero con ínfulas a la postre.
Bueno, reconozco que no soy yo precisamente Redford, que es cualquier parecido suyo con el mío eso, muy azarosa
coincidencia, pero he de confesarle, Soraya,
así por ello Pablo Iglesias me
disculpe, que, al observar la copiosa fuente de sus cabellos, el caudal de esa
brava abundancia, fantaseé con lo mucho que me gustaría que Usted y la Nada
interbloguera que uno es, a hurtadillas del mundo pudiéramos fugarnos hasta un
oasis del Kalahari y allí a nuestras
anchas –conciliando de paso sobre aquellas ardientes dunas las tópicas dos
Españas- pudiera yo, a la manera de Redford,
hundirle suaves mis manos entre las sienes, tomarle la mata de su pelo entre
los dedos, sopesársela contra la nuca y enjabonarle con mimo cada recoveco de
su cráneo, sí, enjabonárselo de lo lindo, susurrarle al oído una de mis poesías
que en este mismo blog pueden leerse, volcarle luego un cubo de agua fresquita
encima y soñar con cambiarle así, por un momento al menos, sus ojos tristes por
unos bien zumbones y massieleros.
Y que fuera sólo entonces el Rey
de España ante la Prensa nuestro único portavoz: es que Soraya Rodriguez no tiene que dar de su
vida privada ninguna explicación, diría él. ¡Un anónimo bloguero faccioso
lavándole el pelo a toda una portavoz socialista en el Parlamento! ¡Podría
Usted después, una vez allí, como Karen
Blixen, agitar mil y una revoluciones por todas las empobrecidas Áfricas! Fíjese,
Señora mía, los desorbitados e interclasistas remedos que pueden alcanzar mis
pobres fantasías. Afectuosamente suyo
José Antonio del Pozo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡José Antonio, eres un crack! Lo que me he podido reír...
ResponderEliminarSaludos
Jejejejeje No creo que se deje... Pero por insistir... :)
ResponderEliminargenial J Antonio
ResponderEliminarEsta mujer es tan pwerful como Merriam Defensor aquí en las Filipinas!
ResponderEliminarja ja Te estoy imaginando en la selva lavándole el pelo....jaja Besos
ResponderEliminarMu bueno, ja , ja ja, me ha divertido mucho, aunque no me imagino a una pogre como Soraya en medio de esa incómoda selva con la Meryl Streep y a un bloguero como usted masajeandole su cabellera. Saludos
ResponderEliminarLa Reina como todo lo dama que es sabrá muy bien lo que tiene que hace, y en cuanto a ese galán uhmmmm... me encantaría que me lavara mi larga cabellera...
ResponderEliminarBesos
Está usted ultimamente
ResponderEliminarPeor que su majestad,
Que a todo lo que se mueve
Le quiere disparar...
En mi Desván le he escrito una coplilla al caso.
FugisaludoS