sábado, 21 de abril de 2012
Puchero del blog
Hacer con el post lo mismo que hacía mi abuela cada mañana temprano después de encender el fuego y avivarlo con el fuelle, para que prendieran los troncos y arrimarles ya el puchero de barro con el cocido de los garbanzos, y que estos poco a poco se fueran así cocinando mientras atendía ella muchas otras labores en la casa y fuera de ella. Dentro del puchero los necesarios ingredientes: garbanzos, fideos, tocino, repollo, chorizo, falda, mondongo,relleno. Hum, qué sabor más rico tenía todo al final en la mesa, qué trabajadora era la mía abuela. Pues lo mismo para el post, ese mismo milagro cotidiano: introducir en el barro los ingredientes del Día, yo que sé, Patxi López, Karen Blixen, Memorias de África, la Corona en apuros, Corinna y su zambombo, Tomás Gómez, Soraya Ro, Radiografías reales. Ponerles a la lumbre de una música vibrante para que vaya el post él solito escribiéndose, largarte entonces a otras tareas y al regresar al blog, voilá lector, servirte un plato cuyo sabor perdure en tu memoria y en tu corazón para siempre, para siempre. Sí, aquel puchero a fuego lento querría uno poner muy tempranito cada mañana.
Post/post: gracias a La Pecera, a Cesar, a George Orwell, a Lobo Solitario, a Trecce, a Santiago, a Teo, a Maribeluca, a Anónimo, a Merche Marín, a El fugitivo, a Patt.mm, a Misael, por hacer el blog a mi lado y conmigo ayer. GRACIAS
De seguro que con estas publicaciones lograras encender la llama de tu blog. Siempre he creido que aqui se cocina bueno, tal vez no tengo mucho tiempo para visitar; pero cuando lo hago siempre me voy con una linda experiencia. Muchas gracias por compartir!!!
ResponderEliminarCada ingrediente da pie a una entradac ompleta; lo difícil es hacer el puchero, como tú dices. Pero tú eres capaz de eso y de mucho más, amigo. Eres uno de los amos de las palabras.
ResponderEliminarUn beso lleno de admiración ( o más).
Pues chico esta foto del puchero la podrías haber sacado de la lumbre de mi abuelita extremeña que lo hacia igual y también estaba exquisito.
ResponderEliminarSaluditos.
No sé, no sé. Con ese revoltijo de personajes saldría un cocido muy explosivo., y boommmm, adiós hogar.
ResponderEliminarSaludos.
Las cosas en la vida hay que hacerlas a fuego lento: poner ingredientes, vivir el momento lentamente,saborearlo, paladearlo, admirarlo, archivalo en lo más profundo de nuestra mente y rescatarlo cuando tengamos hambre. Feliz domingo y que gane el Madrid. Saludos
ResponderEliminarEs usted un genio de las letras. Me deja boca abierta!
ResponderEliminarBesos
Los textos no se hacen solo porque mezclemos los ingredientes y esperemos que se cuezan sin más, es necesario la mano de un buen cocinero que les de el punto, que los cueza en su justa medida...¡Esa es la tarea del buen escritor! Y en esa cocina, a tí te salen unos guisos exquisitos
ResponderEliminarUn abrazo.
José Antonio, qué puchero más bueno, qué olla tan sabrosa, esa que aparece en la lumbre añorada, con los leños de encina, las trébedes, las tenazas, la badila, el fuelle... Y claro, el cocido borbotando dejando libre el inconfundible aroma de las viandas y sus sabores, que se hacían lentamente.
ResponderEliminarNo. Ahora no nos salen así nuestros blogs. No los cocemos tan despacio. No hay tiempo. La actualidad camina muy deprisa, y los personajes que nos inspiran son muchos y se mueven con más rapidez que nuestras abuelas de antes, que hacían un cocido al día. Ahora a cada momento se hace un espectáculo. Los chorizos no se acaban nunca. Parece que crecen en todos los rincones. Antes había que esperar a la matanza, una vez al año.
Felicidades, amigo.
Un abrazo.
¿Con tu permiso te robo la foto del puchero! ¡Que recuerdos!
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