Recordaba Cristina agitada
al Dioni y a su jarana,
lo bien que le trabajó el truhán
la trasera de su chaflán
temblando los dos como flanes
chapaleando como titanes
aquella noche gloriosa
en la misma Rosada Casa
-bien misteriosa la cosa-
cuando se apareció el perillán.
Ah, que es la vida muy corta
que no restan tantas jornadas
ni ocasiones tan granadas
que puede que no haya otra
de darle a las carnes deleite
lubricarlas en amoroso aceite,
y si la Parca a todos espera,
que nos encuentre de esa manera.
Así la Kirchner se debatía
así por el Dioni crujía
por su longa pica suspiraba
por el lustre de su melena
esa indómita cabellera
la morruda se agitaba,
con ese recuerdo salivaba,
humedades la reverdecían.
Resolvió al cabo Cristina
en sus martas cibelinas
dar rienda suelta al furor
repetir el trasero temblor,
para eso soy Presidenta
no veo en ello afrenta
ni a la Patria, ni al Nestor,
tan solo dionisíaco amor.
Conozco yo un sitio noble
apuntó el Dioni por cables
tablado de otros romances
panal de eróticos lances
el que conviene a princesas
el que merecen tus trenzas
y puedo ahí, palomita
mi petisa cristinita
mi relinda argentinita
sin que nadie te señale
sin nada que te reclame
rendirte amores, darte caña,
darte mate, darte jaque
mejor, vente tú pa España.
Y hasta Olite, a su castillo
temblando como membrillo
en vilo tras aquel zambombo
por ver de sacarlo brillo
por entrarle hasta lo hondo
se la llevó el Dioni pillo.
Y en lo alto de una almena
cuando poníase ya el sol
confundidos como turistas
que tomaran unas vistas
con artero disimulo
sacóse Dioni el cirulo
y por entre las cristinas posaderas
ese trueno nazareno
entre quiebros y requiebros
entre meneos y jadeos
allí que se lo encasquetó.
Toma repsoles, Cristina
Toma repsoles, Nestor
trágate mi medicina
y llévate a la Argentina
la pujanza de mi vigor,
bramaba en la acometida
aquel pícaro bribón,
mas la Kirchner medio loca
sólo atendía a Pasión,
babeaba por la boca
absorta en su devoción.
No te pares, Martín Fierro
no te pares, gaucho mío
sigue firme con tu hierro
cabalga duro mi albedrío
son la vida cuatro días
es la Vida tu espolón,
no valen más esta puesta
este sol, este fragor
este cielo encabritado…
que mil acciones de repsol ,
que le den por saco a la Patria
que acá quiero morirme yo.
Y así se acaba el romance
de la Presidenta y el vividor,
créeme lector si te digo
que además de mucho enganche
con el roce del cariño
nació entre ellos Amor,
el dios que todo lo perdona,
no lo he de perdonar yo.
Post/post: gracias a Juan Risueño, a George Orwell, a chatarra, a Ramón Puertes, a Sonja, a Mónica, a Maribeluca, a NVBallesteros, a Xad Mar, a Misael, a Hadock por seguirme, puro oxígeno para seguir escribiendo, por hacer conmigo ayer el blog. Si no puedo un día, lector, acudir a este diario encuentro contigo, mi mayor ilusión sería que me buscaras en los míos relatos. Baja el fondo del blog, pulsa en la etiqueta "relato" y "relatos". Ahí siempre estaré yo, y leyéndome tú, nueva vida me das. GRACIAS
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPerdon por suprimir el comentario anteror, Tenia un error,Muy lindo poema, gracias por compartirlo, Un verdadero placer visitarte. Bendiciones!
ResponderEliminarEstupendo romance con olor a petróleo.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Que güeno y bien trabajado, gracioso y acertado. ¿Pero quien mangaría a quién?¿Cual de los dos saldría trasquilado?.
ResponderEliminarSaluditos.
Nooo, José Antonio para España no, leches, que nos sobran bipolares. Ya sé que uno más no se nota, pero mira que igual hasta tenemos que subvencionarla.
ResponderEliminarAnda, que como te lea el Dioni, o se parte de la risa (que será lo más seguro) o te ensarta, jajajajajaja.
Saludos.
Qué bueno :) Con fotografía del lugar y todo... E inevitablemente me he acordado de la visita que hice a Olite, hace un tiempo. Un abrazo
ResponderEliminar¡Juajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajuajua!
ResponderEliminary
¡Plasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplasplas!
Amigo Jose Antonio.
Mis Dos Onomatopeyas de HONOR, Por Vuestra Romancesca Historia de Amor y Robo...
Os Leo, Aunque No Deje Comentarios, Pues No Siempre Dispongo de Tiempo para Ello en la Medida que A Mi Me Gustaria, En Todas las Casas Amigas.
Como Dice Voacé, Graciosos Versos
y
SALUDOS BLOGUEROS.
y
Naturalmente mi
¡¡RIAU RIAU!!
Ja, ja ja,ja,ja Divertido romance. Como se entere el Dioni, vuelve a robar, ya no el furgón, sino el banco de España.Te seguiremos en relatos. Saludos
ResponderEliminarMuy bueno, pero que muy bueno.........
ResponderEliminarhl, artista! no sabía q tenías esas dotes para la poesía. Felicidades, me he divertido mucho.
ResponderEliminarsaludoss