… un cerezo, ya. Pero también este cerezo engalanado, breve de tronco, de conciso y oscuro fuste, ovillados y entrecruzados los brazos e incluso diríase que también una de las esbeltas piernas en alto sobre la espalda, exuberante al cabo de blancos tules de estreno, en plenitud de cegador atavío como espada de luz apuntando vibrante hacia el cielo azul, parece también este cerezo, digo, una de esas jovencísimas patinadoras que se asoman durante estas tardes a las televisiones en sus anuales campeonatos, detenida justo en el instante final de la consagración de su número, de su florecer en el cerezo, en esa preciosa contorsión final sin aparente esfuerzo, pues aún le queda lumbre interior a la patinadora para sonreírnos, todavía radiante ante los severos jueces que han ya de calibrar su mérito, y ante cuyo rigor las pobres temblarán y menguarán delante de nuestros ojos, jueces como un pedrisco súbito que a la mayoría desbarata, sólo que nosotros no somos jueces de nada, escribanos con ínfulas de poetastros todo lo más, y por eso mismo sólo vamos a cantar esa belleza, que es a nosotros, que la contemplábamos en paz, a quien nos hace ya temblar. Fulge, cerezo, fulge.
Post/post: GRACIAS a Mamuma, a Helio, a Xad Mar, a Mónica, a NV Ballesteros, a Winnie, a Mientras leo, a Antonio de Paseo (que sigue ya también este blog), oxígeno para seguir escribiendo, por engalanar también con sus ideas mi blog, que es de ellos también. GRACIAS.
La verdad es que es asombroso ver lo que estas deportistas pueden hacer con su cuerpo. Yo me quedo embobada cuando las veo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta el patinaje artístico. Y también los otros cerezos ya en flor y muy abundantes por aquí dando una belleza y espectacularidad extra a nuestro paisaje.
ResponderEliminarMe encanta cuando escribes cosas como éstas, cuando sacas tú yo más sensible y, jugando con las palabras, construyes textos dignos de un Premio Nobel.
ResponderEliminarUn beso.
Solo he visto los cerezos floridos en la tele ¿te lo puedes creer?, pues cierto es.
ResponderEliminarBesos.
Que belleza son los cerezos en flor. Un beso
ResponderEliminarImpresionante, como bien apuntas, la capacidad de sonreír de las patinadora y gimnastas cuando todo su cuerpo esta sufriendo. Un abrazo y feliz Domingo de Pascua.
ResponderEliminarMe gusta como juegas con las palabras, como los grandes. Feliz domingo de Pascua
ResponderEliminarEs de los mejor leído últimamente. Saludos
ResponderEliminarBuen post nos regalas amigo mío en este post el arte y la belleza sumán ...la flor del cerezo significa la vida y la muerte en algunas culturas.
ResponderEliminarUn abrazo de MA y feliz día de resurreción.
No soy mucho de patinaje artístico pero, hay que reconocer, que parahacer esos movimientos hay que ser un verdadero atleta. Yo me romperia sólo antes de levantar la pierna.
ResponderEliminarUn saludazo.
Me llevas patinado entre tus palabras, es un placer ver como se van deslizando los pétalos de los cerezos al compás de las patinadoras gracias a tus letras...
ResponderEliminarBesos
Hermosa comparación has hecho con el cerezo y la deportista.
ResponderEliminarY nada de gracias por visitar, es un gusto.
Salu2
Me encanta el patinaje artístico. Y cada año procuro deleitarme con estas patinadoras que se deslizan como los cisnes dejándonos boquiabiertos.
ResponderEliminarMe encantan los cerezos. En mi pueblo ahora ya están hermosísimos.
Las dos cosas combinadas irradian arte y sensibilidad.
un abrazo.
Hermosos tus dos cerezos.
ResponderEliminarY esos jueces que tanto juzgan a las patinadores... ? son ellos capaces de hacer lo mismo que juzgan?
jajajajaja ya los quisiera ver yo convirtiéndose en esplendoroso cerezos.
Un saludo