Va a ser que entre Bardem y
Almodóvar, esa pareja de multimillonarios venerados entre las masas de Indignados andan las amistades
revueltas, vaya usted a saber si es por Hache (eva) o por Pé, no sé. No se
comprende bien si no la desunión de las fuerzas del Progreso y la Fraternidad.
Puede ser simplemente una división del trabajo postmarxista, una simple
cuestión de vuelos, o de celos, o de egos en el fragor de la Revolución, y qué más da.
El caso es que habíase acercado Almodóvar,
con sus madoffs, su sicav, su Oscar y su inmensa fortuna a cuestas -por eso
luce él tan lustroso, pues le vive toda una paradisíaca sociedad bajo la lozana
persona- a la Plaza de los Indignados y,
como quiera que estos, pese a tantas penurias como entre ellos sin duda se dan,
no sólo allí mismo al momento no se lo jamaron, sino que en loor y en olor de
multitudes lo agasajaron, ha debido coger ya carrerilla el sanchopancesco
manchego. No compartió sindicales mieles luego con Bardem el Día este de las Pancartas Proguillotinas y ha debido
pensar que de nuevo le tocaba a él patear la bola ya.
Así es que se ha pedido Almodóvar
portada y media en EL PAÍS (son
tantas las joint-ventures habidas entre el diario progresista y el progresista
artista que no pareciera sino que el verdadero director del mismo fuera…
¡Pedrooo!, sí) para, en compañía de otros que poca sombra pudieran hacerle al
Señor, con pose de invidente agarrarse a la pancarta tuitera. Sí, Por la Cultura y la Prosperidad, que
cantaba Carlos Cano en la
inolvidable murga de los… abajofirmantes, diríamos hoy.
Que vale, que aunque dicen que les gustan mucho los impuestos, para su
negociado en absoluto los quieren. Claro, es que su negociado son las rosas,
dicen. Como si a estas alturas del bodrio acaso no lo supiéramos, como si nos
nos sangraran las espinas crueles de la flor de la canela de la Ceja y de la SGAE. Fijémonos qué se fizo
de la Ceja: de la Ceja a la Cija,
pues desde una especie de pajar clandestino, desde las fauces mismas de un
“brutal” monstruo a punto de engullirles, por exigencias del guión que ellos
mismos nos proponen, -una sala del Matadero- nos afrontan los resistentes,
diríase que a punto de ser fusilados por el pelotón de Rajoy en persona.
Paladeemos un poco más el mural, please: cuatro a cada lado se perfilan
los héroes hacia el Pantocrátor, que
vaya usted a saber por qué, no le sale de allí al Señor el quitarse las gafas
oscuras, como el zorro de Banderas. Una especie de Magdalena envejecida le cruza los brazos sobre la mano, como en auxilio del Crucificado. Una Espert
ya en pálido espectro le flanquea al otro lado. Una suerte de Juncal pacorabal virado ahora hacia lo
trágico le sigue. Y ya el resto de esta especie de última Cena, los yogurines apóstoles (¿quién heredará ese trono?):
un actor hispano-argentino hijo de actores, el hijo “Animalario” del humorista
Máximo de EL PAIS, Anni B Sweet, que canta, el actor de la Aída Telequinta y…
¡un torero!, en soberbia confesión de que Don
Pedro y EL PAIS aceptan toro como animal de compañía para el mundo de la
más alta Cultura. Ah, la rosa de sangre del toro sobre el albero, en la Cataluña
prohibida.
“La democracia está en peligro”
proclama entonces Almodóvar, por un
instante –mírale- con rebuscadas trazas del pícaro general de la Rovere de Rosellini
ante el pelotón de fusilamiento.
¿Habla de Cuba, de la extraña muerte
de Oswaldo Payá, no? Que va. ¡Es el
Fascismo de la Derecha Española, estúpido! Que digo que… ¿a qué hora salía el
vuelo? Ok, nos da tiempo entonces. ¿Una más, que me desabroche un botón? Venga,
va. Adiós, cielos. Os quiero.
Post/post: gracias a Mónica -pensé que era de Bugs Bunny,gracias-, a Juante, a Espeanza E Serrano, a Mamuma por acompañar a Oswaldo Payá conmigo, por bloggear a mi lado ayer, gracias a El Borde y a C.O. Jones por seguir este blog, puro oxígeno todos para seguir escribiendo, GRACIAS.
Se acercan a la cultura, al pueblo, en limusina.¡Pobres hombres ricos!
ResponderEliminarSaludos
Qué penita coño.
ResponderEliminarque gran descripciòn un saludo
ResponderEliminarDe la ceja a la Meca...allí les dejaría. Saludos veraniegos
ResponderEliminarPero qué análisis más buenos haces ¡y qué divertidos! Tienes más razón que un santo
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