En el aniversario del asesinato
de Miguel Angel Blanco, llegaron a
los madriles los mineros. Los recibieron Víctor
y Ana, claro. Zapatero es que
tenía ese día una media maratón, que si no, tal como él es, el primero, ya ves.
El abuelo de Zp, el abuelo de Chacón, el abuelo de Víctor M también. Se los puso en la
garganta a todos aquellos tiarrones cantando para ellos la inmemorial canción
de su abuelo. No pudieron esos bravos hombres entonces reprimir las lágrimas, a
pesar de que arreciaron a la misma vez los puños bien altos. La vida sigue
igual, que diría Julio Iglesias, en
cuya troupe actuaba por cierto Víctor
Manuel el lejano día en que se conocieron Victor y Ana, según ellos mismos revelaban en el maravilloso spot
del Banco de Sabadell, qué papel. La
vida sigue igual, sí. No hubiera estado del todo mal una pancarta del Sabadell
patrocinando el encuentro de los mineros con el Comandante en plaza de la Ceja
Nostra.
Decía en el capital spot Víctor M
que a los trece años pensaba en venirse a Madrid y hacerse rico, como en uno de
esos sueños cumplidos que tuvo también Leire
Pajín. Podía también Víctor haber invitado a Teddy B al Encuentro, mariachis ambos de la filantrópica SGAE. “Es de gilipollas sostener que
han desaparecido allí cuatrocientos millones”, aseveró entonces Víctor. Ana B
aseguró “que los españoles hemos vivido
como nuevos ricos”, después de apalancarse pingües honorarios por un
concierto toledano para erradicar la pobreza en el mundo. “Sólo creo en la Guardia Civil”, declamó Víctor M, azuzándoles
contra la piratería de los negritos de la manta, la misma Benemérita de mísera
soldada a la que los “mineros” atacan. Qué buenas personas que ellos son, qué
corazones tan enormes ellos tienen. Oh, balansé, balansé, quiero bailar con
anabelén y con los mineros de Zetapé.
Post/post: gracias a Euclides, a Kayla, a Laura Caro, a Bego, a éxitos del pasado, por impulsar con su ánimo mi dudosa poesía, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.
Post/post: gracias a Euclides, a Kayla, a Laura Caro, a Bego, a éxitos del pasado, por impulsar con su ánimo mi dudosa poesía, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.
Son tan fáciles estos progres de cartón piedra que en fondo me dan pena.
ResponderEliminarUn abrazo
Más demagogia barata a la que tan dados son la parejita.
ResponderEliminarQue parejita. Pues mira el del abuelo minero lo consiguió, se hizo rico en Madrid y de paso en una de esas noches de juerga la parejita se cargo a un pobre trabajador en un dizque accidente de trafico. Al pobre le envistieron con ese tanque que ellos llaman "familiar" y lo dejaron seco. Que apadrinen a esos huérfanos a ver que tal.
ResponderEliminarSaluditos.
Me encantan estos lambeculos de mierda.
ResponderEliminarSolo puedo aplaudir tus palabras....
ResponderEliminarBUENISÍMO!!!