Con Esperanza

   

   Con su empuje, con su cuajo, con su fibra, con su tesón, con sus profundas convicciones liberales, con su defensa brillante e intrépida de España y de la Libertad, con su voz quebrada por la emoción más limpia, con su ejemplo vibrante: no eternizarse en política, dejar paso a otros, saber apartarse tras la enésima y apabullante victoria frente al adversario (¡son ellos quienes, desautorizados por los electores, ni así se apean de la burra!), tras conseguir una vez más lo que tantas veces parecía una quimera, el alcanzar una tras otra mayorías absolutas en el corazón y en el cinturón entero de Madrid, reivindicar el valor crucial de los lazos familiares, “quiero pasar más tiempo al lado de los míos”, ahí es nada, con ese temple, con esa garra, que hemos ido poco a poco ante nuestros ojos viéndola hacerse y aprender a comunicar, de la algo remilgada concejala de lazitos y tules hasta la Presidenta arrolladora, segura de sí misma y de sus principios, la que indesmayable discute la pretendida superioridad moral e ideológica de la Izquierda, la que con menos impuestos consigue hacer más, hospitales, colegios bilingües, metro... ahí os quedáis, aferrados a la pitanza pobre del Poder, sin miedo nunca a ser la más aborrecida “bestia negra” de los buenos,  con esa pasta, con ese valor que no conocía la resignación, con esa mujer, contigo Esperanza. 

Post/post: gracias a Mónica, a CLAVE, a Mateo, a Winnie0, a NVBallesteros, a Sara O Durán, por vivir el relato conmigo, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.

(Y mañana "Sexo, olvidos y cintas de video, Julia Otero)