jueves, 4 de octubre de 2012

Se me rompió el ordenador de tanto usarlo, yes



    De nuevo volvió a chingárseme la máquina, joder. Ha de ser una tácita venganza de la Publicística, que como todo el mundo sabe es naturalmente progresista y que con mano invisible –como la famosa de Adam Smith, solo que en clave conspiranoica y de malignos virus ésta- castiga de nuevo a réprobo tan faccioso como este espurio bloguero, que sólo sabe escribir insidias acerca de las bondadosas starlettes de la Izquierda.
  
   Así es que, lector, mientras intervienen a mi ordenata, trasunto, sinécdoque y casi ya real extensión de mi propio cerebro, ando, ya sabes, como descabezado, desorientado, un poco perdido, incapaz para el pensar, con la cabeza como adorno sólo, como Frankestein sin su doctor, y hasta que me lo habiliten de nuevo y me lo restituyan, y vuelva a ser yo entonces la Nada con ínfulas que siempre fui, te escribo desde un pequeño notebook –no sé si esto mismo no será ya un penoso pleonasmo-, desde el que quizás sólo se me puedan ocurrir, convaleciente yo, eso… cosas pequeñas.
    
   No sé, quizás haya alguien a quien le guste lo mío así, pasado por el notebuk, una suerte de blog bonsai, que andamos locos los blogueros anónimos por como sea gustar.



Post/post: gracias a Winnie0, a Xad Mar, a CLAVE, a BEGO, a Mónica, a NVBallesteros, a Javir, a Jaime, por revivir la escena conmigo (a resguardo quedan, y donde nunca se olvidan, besos y abrazos vuestros), por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.




12 comentarios:

  1. Pues menos mal que tenías el note-book, sino te veo con la camisa de fuerza. O intentando bloguear con un ladrillo.

    ResponderEliminar
  2. Tus escritos son siempre bien venidos y leídos con interés.
    Puedes escribir con el note-book, con el móvil o a vuela pluma.
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. siempre es agradable leerte Jose un saludo Mateo

    ResponderEliminar
  4. El ordenador nos da el disgusto cuando menos te lo esperas, pero tu sigue acompañandonos como sea, que aqui siempre hay alguien para que nos animes las mañanas...saludos..

    ResponderEliminar
  5. Ay, esos nervios que nos atacan cuando se nos estropea el ordenador. Dependemos ya tanto de él que nos volvemos majaras cuando hay que llevarle al doctor y se queda en cama convaleciente. Date por satisfecho de que solo fue un resfriado, a mi se me murieron los dos que tenía en la misma semana. Y como no, enseguida salí a ligarme un sustituto.

    ResponderEliminar
  6. A falta de esas maquinas diabolicas(tambien yo tecleo desde un minusculo apendice, al que le han robado las tildes, o no las encuentro,) siempre puedes escibir en pos-it y desde la ventana aventarlos por el barrio.
    Siempre,claro, subrayando la demora innecesria del reparador de apendices, que mal rayo lo parta, ha de ser un insensible progre de m (Madrid)

    ResponderEliminar
  7. ¡Jo, qué vicio tienes! usar un mini pc para llegar a los interneses esos. Yo tengo un portátil de los grnandes, o sea que tiene teclado extendido, una pantalla grande y pesa tanto que como portátil es poco cómodo y me parece pequeño... en un note no me caben los dedos. Si se me llega a romper el trasto no escribo hasta que esté arreglado ¡Vive Dios!
    Salu2

    ResponderEliminar
  8. Escribe con lo que puedas José Antonio pero nunca dejes de deleitarnos con tus magníficas aportaciones.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Y bueno claro que hay muchos a quienes nos gusta lo tuyo... Divertido y muy "desgarrador" tu escrito :D Saludos, buen 4 de octubre!

    ResponderEliminar
  10. La verdad es que ayer mismo pensaba....si se me rompe el ordenata...¿qué hago? ¿volvería al locutorio?...... Tú lo has tenido más fácil de solucionar...ANIMO y besos

    ResponderEliminar
  11. A veces me pregunto cómo Unamuno, Baroja, Galdós, fueron capaces de escribir sin ordenata. Sea como sea, serán bienvenidos tus escritos y se disfrutará de ellos como siempre. Recuerda, si lo breve bueno, dos veces bueno. Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Jijiji blog bonsai, muy bueno.
    Saluditos.

    ResponderEliminar