Eso sí, afirmada la condena moral de la Cúpula, analicemos también la Pompa y la Circunstancia que adornan el
serial de la Barcenada. Anotemos la causa, a nuestro juicio, de la
estruendosa devastación que su implosión ha generado. En anteriores ocasiones
ya vimos a un gobierno socialista –y a su partido- en entredicho por mucho más
horribles delitos y apenas nada ocurrió. Lo habitual es que el diario EL MUNDO destape las colosales
corruptelas socialistas y que el diario EL
PAIS –lo que ambos periódicos simbólicamente representan- frenéticamente
las defienda, justifique y entierre, por clamorosas que estas fueran, de paso
devolviendo la estocada con invectivas sobre la condición ética de su rival –el
Sindicato del Crimen, el Inmundo, en el vocabulario habitual
progre- periodístico.
Suele producirse así al cabo una
impresión global en quienes no siguen directamente la Política –la mayoría- de una especie de empate virtual en la
querella, una melé simbólica en la polémica, la imagen de
un-bando-contra-otro-bando, que en buena medida neutraliza y cortocircuita el
alcance de la corrupción denunciada, subsumiéndolo en una especie de embarrada
pelea global en la que no hay Dios que del todo se aclare.
Mas en la Barcenada que nos ocupa
–oh, divino misterio- ambos órganos de expresión, los principales, por los
motivos que sea, hánse al alimón lanzado a degüello contra el partido en el Poder,
afilando todos los pelos y señales del caso hacia el mismo lado. Esta
diferencia, esta desproporción argumentativa, han catapultado explosivamente la
verosimilitud global de la acusación sobre el gañote gubernamental, a solas y
demudado ante el escándalo sobre el escenario de la impresión general.
Se constata así, una vez más, la desastrosa política que en materia de medios de comunicación desarrolla el
Partido Popular, incapaz de sostener un entramado orgánico de apoyo teórico tan
extraordinario como el que, de arriba abajo en la sociedad, incluso en sus
peores momentos mantiene la Izquierda.
Podríase a este efecto interrogar melodramáticamente a los cerebros del
PP sobre de qué les ha servido, qué han obtenido –desde un punto de vista
maquiavélico- de la sistemática cadena de favores gubernamentales con que han “tratado”
al órgano de expresión rival, a la multinacional PRISA, (buenos oficios de Rato,
de Gallardón, el monopolio de la
televisión de pago bajo Aznar, la no
ejecución de los créditos impagados con Bankia,
entre otros) si como vemos, a la mínima, como el mismo Rubalcaba, tíranles a matar. No se entiende, no se entiende.
Si añadimos además al escenario de la pública discusión la ausencia en
el lado gubernamental de un argumentario nítido y concreto –vacilaciones, balbuceos, silencios, cándidos
reconocimientos, en suma un difuso vacío comunicativo- las cartas marcadas están más que servidas. Resulta
transparente –que diría Rubalcaba-
constatar en contraste el aluvión de apariciones de todo un orfeón de
prohombres socialistas en todas las escalas del partido –y de comunicadores
“amigos”- todos a una negando la mayor y la menor en los más terribles casos de corrupción
antes señalados.
Es evidente que incluso al último recién llegado a la ejecutiva
socialista, ante una Barcenada de este calado, se le
hubiera ocurrido “contraprogramar”
la agenda pública con otro asunto,
previamente preparado, que pudiera menoscabar al rival, “equilibrando y
amplificando” simbólicamente la discusión, máxime disponiendo de todos los
resortes que detentar el Poder supone, como la experiencia socialista en el
mismo sobradamente demostró.
Y como siempre también el simbólico lanzazo final lo ponen en la calle
esas “espontáneas” masas,
espectacularmente pasivas y silentes ante peores desmanes izquierdistas o de la
derecha nacionalista, prestas a revolverse a la mínima ante las sedes del PP, que aportan al libreto
global unos épicos toques de Fuenteovejuna,
y que pragmáticamente pueden servir de ocasional detonante de la Ira popular,
convertida luego en general violencia. Ahí, en esos reflejos condicionados, en
esa salivación automática que la Izquierda sabe como nadie inculcar en los
suyos, reside una de sus principales bazas en la simbólica partida política.
Sin embargo, nada de todo este análisis mío es óbice para reseñar el
rechazo que la Barcenada nos produce. Para que gobiernen corrutos, prefiero
que mangoneen los de siempre.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 27-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Gracias a Juante, a Napo, a Isabel, a Jaime, a CLAVE, a Mónica, a hawai05, , a Kayla, a Winnie0, a Cesar, a aspirante, a Alejandro Pérez, a Jose Antonio, a Marita, a Tella,a Bucan por sus valiosísimas opiniones que dan brillo al blog, y por valorarme y ayudarme y adquirir mi libro-
ResponderEliminarGRACIAS
Sin tener nada que ver con la Barcenada, el sindicato de estudiantes sociata ya tiene prevista y organizada una segunda tanda de tres días de huelga de estudiantes para la semana que viene. Ayer mismo, Rublacaraba anunció solemne que "lo primero que vamos a hacer nada más llegar al poder en breve, será revertir los cambios en enseñanza de Wert". ¡Con un par!
ResponderEliminarTienes toda la razón en lo que escribes. La izquierda no tolera que gobierne la derecha. Y claro, lo único que le faltaba a esta derecha acomplejada, errática, que sube impuestos como la izquierda o más, es que se la coja en el renuncio de ver que le van los cruceros, los rolex, los paraísos fiscales, los sobresueldos de Mulas, los maletines del ave y de las autopistas, los viajes en primera, los ipads de sus señorías, los períodos intersesiones de Bono, los eres y todo lo goloso mundano, simplemente "porque ellos lo valen", en plan feminazi de cuota. Le han dado a los perroflautas el pretexto que se les perdió tras el 15-m.
Saludos
Muchos en este país de tontos del culo mandariamos a la derecha, a la izquierda, a la monarquía,como a cualquier religión a tomar vientos por no decir una palabra mal sonante...estamos cansados de tanta mierda de bancos, fiscales y jueces, de poderosos, gestores y demás especies buitreras, que lo único que han hecho bien es esclavizar el presente como el futuro ante unos mafiosos en el poder que lo único que hacen bien esc engañar al pueblo...muchos no pertenecemos a ningún ideal político, solo queremos una democracia real y no esta pantomima que solo hace faltar el respeto al pueblo, muchos estamos cansado de tanta mierda.
ResponderEliminarSaludos.
En la Razón de hoy hay un interesante artículo de Cesar Vidal sobre lo qué es un estudio caligráfico. No sé si este señor está titulado en la materia; pero lo que sí sé es que no es ningún pavo tonto.
ResponderEliminarLlevando razón en lo que pone en su artículo, técnicamnete, es mucho decir- afirmar que esos papeles ( a mano) los escribió segurísimo el señor Barcenas.
Alguien que sepa debería copiar el artículo de don Cesar Vidal y pegarlo aquí.
Por otra parte.
ResponderEliminarEl uso y abuso de la novela negra america en mi juventud ( hace tres días de ello) me ha llevado a pensar y afrontar según qué cosas de una manera particular y casi de oficio. Lo primero que hago siempre que veo, leo u oigo algo chocante es dudar de lo evidente.
Esta jodida casi derecha ( no lo es del toddo) se deja engañar y liar tantas veces por la izquierda que termino pensado que es sólo un juego a la limón. Todo está organizado y no precisamente para conseguir el fin que todos pensamos, que sería la llegada al poder de la pesoe. Es posible que el objetico de este new escándalo sea sólo el escándalo y en ese rio revuelto, gente que no conocemos esté haciendo si negocio.
También puede ser sólo una forma enrevesada de amenaza a Rajoy por tocarle los... intereses a algún poder de esos de los que todos hemos oido hablar pero que no sabemos ni reconocer ni poner nombre.
Va por Napo. Artículo de C. Vidal Saludos
ResponderEliminarCÉSAR VIDAL (Copyright La Razón)
¿Y si todo fue escrito de un tirón?
Si ha existido un tema que haya hecho correr ríos de tinta en el curso de los últimos días sin duda son los denominados «papeles de Bárcenas». A pesar de la insistencia en darlos por ciertos y seguros, la realidad es que, en rigor, no pueden darse por indubitables. Así es por dos razones. La primera es que para dar por auténtica una letra que no ha sido reconocida como tal por el que la trazó es necesario comprobar que ese cuerpo de letra coincide con otro indubitable del sujeto en cuestión en tres áreas: trazos, velocidad y presión. Si dos cuerpos de letra presentan los mismos trazos, la misma velocidad y la misma presión debe llegarse a la conclusión de que han sido escritos por el mismo sujeto. Si no coinciden los tres, la identidad de autor resulta, como mínimo, dudosa. Es así porque los trazos pueden ser falsificados por una persona experta y lo mismo cabe decir de la velocidad. Sin embargo, la presión que ejerce un sujeto sobre el papel al escribir resulta prácticamente imposible de falsear. Sin embargo, la presión sólo puede verificarse sobre el original y, precisamente por ello, una fotocopia o una fotografía no pueden permitir una conclusión segura al cien por cien. Esta circunstancia – siquiera de momento – no ha sido tenido en cuenta por no pocos de los que se han lanzado a afirmar la autenticidad indubitable de los papeles. A esta circunstancia se añade otra que plantea también dudas al analista riguroso. Me refiero a la manera en que aparecen consignados los supuestos apuntes contables. En cualquier agenda, libreta o cuaderno donde una persona toma notas día a día resulta fácil apreciar diferencias de escritura cotidianas relacionadas con el estado de ánimo, el instrumento de escribir o incluso el color de la tinta. La presión, la velocidad y los rasgos son los mismos, pero se aprecian diferencias. Bárcenas, de creer en la autenticidad de los papeles, fue capaz de consignar dato tras dato a lo largo de años sin diferencia en el trazado. Puede ser, pero se trataría de un fenómeno casi prodigioso y, por supuesto, cabría también pensar que lo escrito se trazó no a lo largo de años sino de un tirón, lo que obligaría a formularse no pocas preguntas. Diferente de lo consignado, por supuesto, es cuando se trata de analizar la personalidad partiendo de la letra de un texto cuya autenticidad es indubitada. Así, en una carta es de marzo de 2009 a la que hemos tenido acceso, se puede ver, a título de ejemplo, que Bárcenas la escribió cuando no estaba en su mejor momento; que es una persona que, ocasionalmente, puede resultar bastante agresiva verbalmente o que presenta rasgos autoritarios. Parece también obvio que Bárcenas es una persona extraordinariamente materialista. Con todo, quizá lo más llamativo sea, a tenor de lo que aparece en su firma, que lo que piensa Bárcenas, sus intenciones y lo que es verdad sólo lo saben él y Dios. Esa circunstancia resulta tan obvia como el peso del pasado, verdaderamente impresionante, sobre Bárcenas. Sin embargo, en el caso de esta carta, nos movemos sobre suelo firme; en el de los supuestos documentos, nos desplazamos por arenas movedizas.
Mónica, muchas gracias.
ResponderEliminarLa crisis aprieta y no poco a los medios, y la reacción va por barrios. O eso perece. En los madriles se lanzan a buscar noticias e impactar primeras páginas. Y nada como una corrupción del poderoso. La prensa barcelonesa, en cambio, parece que prefiere, más dócil y sosegada, lamer al poderoso en busca de subvenciones. Como preferir prefiero la que se parte la cara haciendo su oficio. Importante no olvidar que una herramienta del oficio es la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Todos los medios de comunicación tienen ideología, así como los jueces. Jamás reprocharé a ningún medio de comunicación que destape la verdad, por amarga que sea. Le reprocharía su opinión sesgada, su mantenella y no enmendalla, la facilidad con qué guardan información y la exponen según sus intereses. Eso es reprochable. Ya todos vamos teniendo opinión para separar el polvo de la paja y en el caso que nos ocupa, lo mejor es que toda esa información caiga en las manos que tiene que caer y juzgue. No me he parado a leer el artículo de D. César Vidal, porque tengo mi propio criterio al respecto; si alguien escribió la libreta de corrido hace dos horas, me da igual, si ha bebido de la auténtica fuente. Aquí lo que desde ya hay que dilucidar es si Bárcenas entregaba sobresueldos o se los quedaba para sí, engordando sus cuentas en Suiza. A mí Rajoy me pareció siempre un hombre honrado, a pesar de que se equivoque a menudo de inocente.
ResponderEliminarDe todo esto, lo único que me alegra es que mi hijo toma posesión y me dice que va ir a caballo y con sable.
Y que es bicentenario de Wagner, tal como celebro en mi blog.