Se había acercado en son de paz el
Ministro Wert, a poco de arribar al
Poder con la mayoría absoluta que los ciudadanos le habían otorgado, ante el
plenario de la Ceja, tan
naturalmente progresista. Tanta paz llevaba Wert consigo que casi pareció rendición cuando con voz seráfica,
con esas trazas de Buda flemático que gasta, les cantó su ya célebre
palinodia: “Soy uno de los vuestros”.
Hombre, debió pensar para sí Wert,
algo me avalará ante estas nobles gentes antiderechistas el haber por largo tiempo trabajado y
colaborado con la Casa Madre, o sea, en PRISA,
y el no militar en el PP. Como quiera que el halo de la mayoría absoluta
era reciente, y que podría lógicamente haberse esperado alguna legislación
adversa a los intereses cejaicos, aquel auditorio, también sorprendido ante
aquella majadería, quedó sumido en el silencio.
La respuesta de la Ceja al
son de paz de Wert no se ha hecho
esperar ya este año. Celebrábanse hace unos días de nuevo los Premios Jose Mª Forqué, el previo a los Goya. Allá que de nuevo plantóse
seraficote Wert. El gran Juan Diego Botto inauguró en público,
al ir a entregar uno de los galardones, la senda de la catarata de chistes
malos que sobre los “sobres” nos sobrevendrá: “este premio no se reparte… en
sobres”, declamó con notable sorna. El auditorio sonrió y se aplicó
codazos y murmullos cómplices ante el ingenio bottodesatado.
Tomó entonces la palabra Alex
O´Doherty, el Actor que, como Maestro de Ceremonias, oficiaba bajo estricto
guión el evento: “¿Queréis escuchar algo gracioso, eh? El ministro Wert dijo aquí el año
pasado… ¡que era uno de los nuestros!”. ¡Ahora sí que aquel auditorio
en pleno estalló en risotadas, tan estridentes que debieron oírse hasta en Tumbuctú. Vamos, que tururú bantú,
señor Wert, valeeee? Allí, con
admirable encaje, tragóse Wert el
sapo, el sapo que era sopapo. Allí, en burla, en chanza, en befa, quedó el
patético ruego de todo un Ministro, su simbólica humillación, su limosneo de un
precario reconocimiento ante la Ceja.
Nunca, hagas lo que hagas, serás uno de los nuestros, bobalicón. ¿Valeeeee? Sí, los Goya de este año prometen emociones
sobre…salientes.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 27-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Como dicen los que ponen comentarios en el fuckbook: "¡Buenísimoooo!
ResponderEliminarBuenísimo el ejemplo extraído tan oportuna como inmanentemente a todo lo que constituye la esencia misma de este peperío atorrante, salvando la parte pecuniaria, que esa sí que es peripatética y denigrante: demostrar ahora que no son sinvergüenzas es como el que ha puesto cuernos y la fulana lo niega ante la genuina, que lo sabe fehacientemente.
Buenísimo el gesto de Wert, epatando -por no decir una obscenidad- por la cocorota cejil del Sacristán.
Buenísimo es, en suma, que tras la muerte del general, tengan que ser los nietos de aquellos hijos de las flores, quienes se diviertan jugando a los cerditos con estos bobalicones que recuerdan a las pobres víctimas de "Deliverance" (Defensa), de John Boorman.
Muy bueno lo de "seraficote": lo dice todo de este inane que nos llevará indefectiblemente a lo más hondo y pestilente de la sentina educativa.
tengo mucha curiosidad por los Goya de este año y sobre todo por las reacciones y opiniones también Un beso
ResponderEliminarMuy propio de los acomplejados que tratan de ganarse el favor de aquellos que considera "en superioridad moral" a la propia; porque la izquierda siempre se ha arrogado ese favor, así como la de equipar cultura a izquierda.
ResponderEliminarPero no, no aprenderá a no perdir perdón por no ser tan reaccionario y sectario como el progrerío.
Buen post don José Antonio.
ResponderEliminarNo se merece respeto quien no se hace de respetar. Si te presentas indignamente, lo normal es que te traten de esa manera.
Hay personas en todos los ámbitos de la vida, que tienen como uno de sus objetivos el que los quiera todo el mundo.
Tener principios y defenderlos implica necesariamente que haya gente que no te quiera. Aquello de “ señora, estos son mis principios...” no vale para la vida real.
Señor Ministro, jódase.
No me digas que no tiene miga que la mejor película en habla catalana sea una peli muda y otra inglesa, aquí pasado el Ibero fluvius ¿seremos capaces de algo parecido?
ResponderEliminarUn abrazo