En días como el de hoy en mi país, (qué extraño esto del bloguerismo transnacional, debe recordar siempre uno que está escribiendo para el mundo entero, por más que todo ese universo mundo lo constituyan en realidad cuatro gatos, quizás escaldados, no tanto como yo, de soledad y desánimo) hoy, decía, la mitad de los nacionales está de parranda en la fiesta de su pueblo del alma (es día festivo en todos) y la otra mitad anda broceándose de lo lindo, jubilosos al viento y al sol marineros de las infinitas playas del litoral.
Pero también en días como hoy (día crítico en el calendario, junto al día de Fin de Año) hay miles de personas, apenas visibles, por miles de razones a su vez que malamente pueden resumirse en una esencial inadaptación al monstruo de los mecanismos sociales, que sienten más que nunca el mordisco rabioso de la soledad. De la soledad no escogida, hablo. Todo a su alrededor les remarca y les recuerda hoy su estricta soledad, esa sombra tan acerva. No la pueden hoy siquiera difuminar en el tráfago corriente de un día habitual. Duele más hoy, en el inmediato contexto de una climatología paradisíaca que es en sí una clamorosa invitación a la vida, la herida de esa dolorosa inadaptación más que nunca.
No, no toda la gente se pone feliz por decreto. Pues que sepan cada uno de ellos, a todos a quienes pueda mi débil voz alcanzar, que soy yo uno de ellos, (los años peores eran cuando ni siquiera podía uno escribir la soledad) y que aquí está mi mano, y este pobre cuaderno, por si de algo les pudiera valer.
No, no toda la gente se pone feliz por decreto. Pues que sepan cada uno de ellos, a todos a quienes pueda mi débil voz alcanzar, que soy yo uno de ellos, (los años peores eran cuando ni siquiera podía uno escribir la soledad) y que aquí está mi mano, y este pobre cuaderno, por si de algo les pudiera valer.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
feliz día!!!, nunca y siempre estamos solos; además usted es unintelectual y con una sensibilidad por encima de lo común y ese peso se nota. Vendrán mejores días, un abrazo
ResponderEliminarfeliz día, amigo Sinretorno, un fuerte abrazo
ResponderEliminarNo hagamos apuestas, José A., sobre quién está más escaldado, porque las pierdes.
ResponderEliminarSi yo te contara... Vivo en el litoral, pero como en "El ángel exterminador", de Buñuel, mejor es no salir. Llenan el mar de porquería y la arena de mierda. A todo esto, la soledad, de comprobar ayer noche cuán maligna puede ser una persona que un día contribuyó a que le importaras.
En fin, ojalá estuviera yo hoy en Madrid. Después de todo, cuando pasen cuatro días, este espejismo se despejará y dará lugar a la puesta en escena del penal donde uno pena sin remedio. Y se podrá ir a la playa cuando entonces nadie vaya. Todos volverán a estar pendientes de cómo hacer el mayor daño al vecino o al compi para que Hacienda le devuelva más el próximo junio y seguir vacilando de playero.
Un abrazo
hola, Juante. Gracias por pasarte. Paciencia. Ánimos. Suerte. Y un abrazo, amigo
ResponderEliminarNo creo que usted se aburra estando solo, saludos,
ResponderEliminarHe tenido años peores, es verdad, Sonja. Un abrazo, amiga
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