Que
por mayo era por mayo
cuando
Leticia se casó
con
el Príncipe Felipe
heredero
del gran Borbón.
Buenas
nupcias eran esas
pues
hacíanle Princesa
a
una chica de la tele
y a
su boquita de fresa.
Una
nube sólo turba
el
sueño de Leticia Ortiz
que
su abuelo tarambanas
en
la boda haga un desliz,
que
le vigile manda a su primo
un
panoli meretriz.
Llegó
el día señalado
al fin
llegó la Ocasión
Palacio
Real de Gala
Europea
Realeza en flor
Hannoveres, Windsords,
Grimaldis, Liechtensteines, Albertitos,
aristocracia
en surtidor.
El
banquete bien regado,
los
manjares aún mejor.
Vino
luego el fino baile, ay,
ahí
la cosa se torció.
Baronesas,
duquesas y vizcondesas
empingorotadas
de alcanfor
estiradas,
genuflexas, architiesas
sus
trapitos en primor
miriñaques,
pelucones, los encajes…
se
aburren con discreción.
Irrumpe
ahora en la pista
-en
ojos de Leticia horror-
aflojado
de corbata mixta
a la
mierda el pasador
evadido
de su guardián
oh,
impar truhán,
el
Abuelo trabajador,
si es
su profesión taxista
qué
de malo en ello, holgazanes,
si
no conocéis el sudor,
que
viendo aquello tan soso
quiere,
siendo él rumboso,
al
casorio de la nieta guapa
darle
más humano calor.
Mas
como anda achispado
por
tantos caldos jaleado
viendo
allí tantas hembras
al
parecer placenteras,
no
es la edad frontera
que
a él detenerle pueda
y
por el deseo encabritado
bailotea
el taxista lanzado.
Pide
a la orquesta rumba
y
con zascandil disimulo
a
una condesa austro-húngara
ya
le va tocando el culo.
Empalmado
en la carrera
a
una princesa eslava
con
la excusa de una salsa
es
que a poco se la clava.
Oh,
qué picarón tan diestro,
si a
marquesa teutona
¡qué
mujer!
a la
vuelta de una jota
por
las risas ella rota
le
ha palpado a placer
¡muy
bien hecho!
temblorosos
los sus pechos.
Ya
se llega aquí Leticia
con
sonrisa de novicia
ya
con todos se excusaba
-si
pudiera lo mataba-
por
su abuelo el achuchón
oh, principesco
sofocón,
que
su primo, el lechuguino,
pronto
cobraría lección.
Ni
una de esas archiduquesas
le
reconocen su emoción
que
hallaron secreto goce
con
el Abuelo cachondón.
Se
le lleva el primo preso,
va
el abuelo cabizbajo
amargo,
meditabundo
no
comprende él este mundo
de
pronto se siente bajo
qué
trastada él ha hecho
ni
que fuera un pequeñajo,
todo
lo más a una nórdica
arrimarle
bien badajo,
ya
deja el Baile el abuelo
el
más noble del atajo.
¡Viva
ese Abuelo plebeyo
borrachín
y garañón
que
si el gran Víctor Manuel
cantó
una vez al suyo
minero
y picador,
a
este de la Princesa,
taxista
y picoteador,
humilde
trabajador,
fue un
gusto supremo,
de fracasati
trovador,
el
poder cantarle yo!
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Llevo tiempo sin entrar en blogger, José Antonio, y a saber todo lo que me he perdido pues con esta entrada me reí a gusto. Anda que no lo pasaron bien las ilustres damas, además que hizo gala el buen señor del "typical hispanis" que tanto les gusta, pero eso sí, por dentro, por fuera ya sabes... las apariencias.
ResponderEliminarSaludos.